Mi hija murió por falta de acceso al aborto, no dejen que su muerte sea en vano

Cuando pasó la caída de Roe en EEUU, mi corazón se hundió. Temo que el caso de mi hija pronto se replicará aquí en estados como Texas, Florida y Oklahoma

US-JUSTICE-COURT-ABORTION

Las elecciones de noviembre serán cruciales para el tema del aborto. Crédito: Joseph Prezioso | AFP / Getty Images

Este agosto marcaron 10 años desde que perdí a mi hija por una ley injusta de aborto en la República Dominicana. Su nombre era Rosaura Almonte, conocida por los medios como “Esperancita.” Mi hija fue una niña dulce que se convirtió la protagonista de una historia de terror que desafía la lógica.

El 2 de julio de 2012 mi hija de 16 años fue internada en un hospital de Santo Domingo, en donde le diagnosticaron leucemia. Al mismo tiempo, se descubrió que tenía pocas semanas de embarazo. El consenso médico era claro: necesitaba recibir quimioterapia urgentemente para salvar su vida, pero el efecto colateral es que, su feto no sería viable. Para cualquier doctor que honrara a su Juramento Hipocrático y respetará cualquier estándar ético, la decisión habría sido incuestionable: mi hija debería haber recibido su tratamiento, así eso significaba perder un embarazo. 

Debido a la prohibición total del aborto bajo cualquier circunstancia en el país, nuestros doctores negaron a mi hija su tratamiento, argumentando que estaban tratando de “salvar dos vidas” cuando en realidad la condenaron a muerte. Pasaron 20 días del sufrimiento de mi hija para debatir si lo correcto era priorizar su corazón palpitante sobre un feto que no iba a ser viable bajo ninguna circunstancia.

El 17 de agosto de 2012, mi hija murió de shock hipovolémico, una condición de emergencia en la que una pérdida de sangre hace que el corazón no pueda bombear suficiente sangre al cuerpo. Su muerte fue causada por los doctores que no cumplieron con su deber ético y respondieron a leyes abominables redactadas para declarar la guerra contra las mujeres y las niñas.

Cuando pasó la caída de Roe en los Estados Unidos, mi corazón se hundió. Temo que el caso de mi hija pronto se replicará aquí en estados como Texas, Florida y Oklahoma. Recientemente, una mujer que buscaba un aborto antes de su tratamiento contra el cáncer fue rechazada en Ohio

Ahora mismo, el Congreso dominicano tiene la oportunidad de enmendar su código penal para permitir excepciones para el acceso al aborto, incluso en casos en el que la vida de la madre esté en riesgo, el embarazo no es viable, y en casos de violación o incesto. Hagan lo correcto.

A todos ustedes en los EEUU que luchan por el acceso, lleven la historia de mi hija con ustedes. Tienen mi bendición para decir su nombre en lugares donde no puedo estar. Y para aquellos que tienen la llave de este poder, para brindarles a las mujeres y niñas de este país la capacidad de acceder a la atención médica que necesitan. Tienen la oportunidad de ser el héroe y no el villano en esta historia, les sugiero que la tomen.

Rosa Hernández es una madre dominicana

En esta nota

Aborto
Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain