Renuncian en masa oficiales de cárceles de Nueva York “acosados” por los presos: violento círculo vicioso
La disminución laboral de 31% en las cárceles de NYC supera la caída del 27% en la población de reclusos. A menor personal, más riesgo de insubordinación, acentuando un círculo vicioso
90% de los internos en cárceles de NY son negros y/o hispanos. Crédito: Fernando Martínez | Impremedia
Más de 3,500 oficiales de prisiones han renunciado o se han jubilado desde 2019 en NYC y 559 dejaron el trabajo este año, según cifras sindicales citadas por New York Post.
El Departamento de Correccionales (DOC) ha contratado a 667 oficiales en los últimos tres años. Al momento hay 6,305 oficiales de prisiones empleados en comparación con 9,089 en 2019, lo que supone una alarmante disminución del 31% en la fuerza encargada de la seguridad en las prisiones de NYC.
“Nos hemos comprometido no sólo a mejorar las condiciones en nuestras cárceles, sino también a apoyar a nuestro personal mientras realizan uno de los trabajos más difíciles que existen”, dijo una portavoz del DOC.
La disminución laboral supera la caída del 27% en la población de reclusos en ese período, según muestran los datos del sindicato. Y no hay suficiente relevo para llenar el vacío: sólo se han contratado 120 nuevos oficiales este año. A menor personal, más riesgo de insubordinación, acentuando un círculo vicioso.
Los oficiales de la cárcel están huyendo a medida que Rikers Island, la prisión más grande de NYC, se ha vuelto más violenta, sumando 1,148 incidentes en los que el personal uniformado fue agredido este año, dijo el sindicato. Además, 12 reclusos han muerto allí en lo que va de 2022.
Un ejemplo es el caso de Jonathan Suárez, quien se graduó de la Academia en 2017 y renunció el 13 de julio, luego de cinco años y un mes en el cargo. “Ya no puedo justificar el riesgo frente a la recompensa”, escribió el hombre de 30 años nacido en El Bronx en su carta de renuncia, citando “la mala paga y los malos beneficios, maltrato de todos los niveles de supervisores, los problemas de seguridad del día a día y alto nivel de estrés”.
Suárez afirmó que lo han escupido, agredido, golpeado en la cara y arrojado heces. Cuando trató de defenderse o usó la fuerza para controlar los ataques, fue a él a quien amonestaron, afirmó.
En agosto un joven encarcelado por homicidio y vinculado a una peligrosa pandilla del Lower East Side (Manhattan), supuestamente apuñaló en el cuello a un capitán de correcciones en Rikers Island.
Hasta el 22 de agosto había 5,702 reclusos en Rikers, frente a los 7,041 de 2019, según datos del DOC. De esos detenidos en prisión preventiva 1,512 enfrentan cargos de asesinato, intento de asesinato u homicidio involuntario; 1,068 están imputados por hurto o robo; 523 están acusados de violación o agresión sexual y 522 enfrentan cargos por ataques.
Un caso similar de renuncias masivas se ha estado viendo en los últimos años en NYPD. Mientras la pandemia, el clima anti policial y la reforma penal han sido identificados como factores que han disparado el crimen en NYC, a fines de 2021 la ciudad ya tenía 10% menos detectives que hacía tres años.
