“Estamos cansados de hablar, queremos ver acciones”; residentes en pueblos de la montaña como Orocovis están incomunicados y aislados tras paso de huracán Fiona por Puerto Rico
En el sector La Francia, cuyas carreteras principales, PR-590 y PR-143, colapsaron a causa del fenómeno, algunos residentes tienen que conducir una hora y media para buscar suministros para sobrevivir
OROCOVIS, Puerto Rico – El agricultor Ángel Manuel López Colón narró que ir a un supermercado en este municipio, antes del paso huracán Fiona, le tomaba 15 minutos. Ahora, tiene que conducir una hora y media para buscar suministros para sobrevivir en su comunidad en el sector La Francia, cuyas carreteras principales, PR-590 y PR-143, colapsaron a causa del fenómeno atmosférico.
Cancelar citas médicas, no ir a la escuela ni visitar familiares con condiciones crónicas o impedimentos y poca señal en sus celulares son algunos de los problemas apremiantes de los orocoveños de este sector debido al colapso de las vías estatales, en el barrio Bauta Abajo, justo en el pico de la montaña de este municipio del centro de la isla.
“Salí ayer (miércoles) a buscar agua, y me tomó hora y media. (…) La estamos pasando fatal sin acceso”, contó el hombre de 66 años, que también canceló una cita médica. Además, ha perdido cosechas de ñames en su finca por no poder venderlas.
“Todos los días tengo que caminar por ahí (carretera PR-590) porque tengo una finca en Villalba. El carro no pasa por ahí. Si tengo que ir al pueblo, tengo que dar una megavuelta. Se ha presentado muy poca gente a ayudarnos”, expresó López Colón, quien vive con su esposa, Nimia Avilés, y su hijo.
A la preocupación de los orocoveños por la ausencia de energía eléctrica y agua potable, se suma esta falta de acceso a las carreteras principales, lo que transforma su diario vivir. La nieta de López Colón no ha ido a la escuela en dos semanas.
45% de los residentes sin servicio eléctrico
El alcalde de Orocovis, Jesús “Gardy” Colón Berlingeri, precisó que hay 45% de su población sin servicio de energía eléctrica. “Tenemos nueve barrios totalmente apagados”, agregó.
“Llevo muchos años aquí porque mi último hijo tiene 43 años. Estos días han sido fatales, comprando muchas cajas de agua. Mi hijo me trae agua del chorro, pero eso no se puede (usar) para cocinar. El otro día, me caí con una bolsa de basura que subí a llevarla, y caí en la carretera y gracias a Dios que no bajaba carro”, contó estremecida Nélida López Colón, residente en Orocovis, de 78 años.
El camino de sus familiares para compartirles suministros ahora es mucho más difícil. “Ahora mismo, estoy pendiente al hijo mío para alimentos y compritas que me trajeron. Ya estaba sin arroz y habichuelas, que es lo que más se come ahora”, dijo.
Justo en medio de la entrevista con este diario, su nieta, Shakira Miranda, llegó a visitarla. Antes del paso del huracán María, en el 2017, eran vecinas. Sin embargo, no pudo arreglar su casa luego de ese fenómeno atmosférico y tuvo que mudarse.
“Me tuve que mudar para Barranquitas. (…) Ya es la tercera vez que vengo a verla por el barrio Damián Abajo. El camino es como una hora y media. Antes, eran solo 20 minutos”, compartió Miranda.
Colón Belingeri indicó que estiman que, dentro de una semana, se pueda crear un paso temporal por la PR-143. “La lluvia ha afectado los trabajos. (…) Estamos impactando para tratar de dar paso”, dijo el ejecutivo municipal.
Recalcó que, entre los alcaldes de la zona montañosa, han colaborado para abrir paso lo antes posible y repartir suministros, como agua embotellada. Sin embargo, la desesperación de las personas por no poder acudir a sus trabajos o tener que gastar más recursos en gasolina se acrecienta.
“Hoy (jueves), hablamos con Obras Públicas, como son carreteras de ellos, para ver cómo podemos impactarlas de manera permanente”, explicó.
Una familia desplazada
En el mismo sector de La Francia, se ubica la comunidad Los Burgos, en la que ocho propiedades fueron impactadas por el huracán María, y, nuevamente, afectadas por las lluvias de Fiona. Entre las casas con grietas, se encuentra la de Virgenmina Colón Ortolaza, mujer de 70 años que ha tenido que mudarse cinco veces.
Colón Ortolaza y sus hijos exigen tener estabilidad y, al fin, conseguir un lugar para construir sus viviendas. Denunciaron que les compartieron un vale del Programa R3 para reubicarse, pero que no les ha servido para “nada” porque no encuentran propiedades.
“Estamos cansados de hablar, queremos ver acciones”, dijo la mayor de 14 hermanos, Carmen Burgos Colón.
Por su parte, el alcalde compartió que le notificó esta semana al secretario de la Vivienda, William Rodríguez, que estas familias aún no encuentran residencias disponibles, y solicitó que se les ayude con programas para costear las rentas de sus residencias provisionales en estos momentos.
En medio de la emergencia, la comunidad del sector La Francia se ha unido para sobrevivir. Gerardo Vázquez Ortiz contó cómo los residentes han asistido a adultos mayores, utilizando motoras para trasladar a vecinos por lo que queda de carretera y les han compartido suministros en las pasadas semanas.
“Desde el paso de Fiona, se ha activado un grupo de voluntarios para arreglar toda la tubería del acueducto de la comunidad que suple agua potable. Sin embargo, los deslizamientos que han afectado toda la zona ocasionaron rupturas a las tuberías y han tenido que trabajar con múltiples reparaciones, como, por ejemplo, la del deslizamiento en la PR-590″, dijo el comunicador y residente en el barrio Bauta Abajo.
Reconoció la labor de los voluntarios, entre ellos, su padre de 72 años, que “ha ido con su pala a darles la mano”. El orocoveño compartió que, desde que enfrentan la emergencia, el colmado más cercano, El Cometa, ha ofrecido transportación a los vecinos para que puedan hacer sus encargos.
“Afortunadamente, en esta comunidad, la mayoría somos familia o nos consideramos familia porque hemos crecido juntos, y se ha inculcado el respeto hacia todos los vecinos”, dijo Vázquez Ortiz.
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