Inmigrantes protestan su transferencia de céntrico hotel en Manhattan a un refugio en Brooklyn

Organizaciones y líderes demócratas comparan el nuevo refugio humanitario con los centros de detención de la frontera. Mientras la Ciudad sigue clamando por ayuda federal ante una crisis que se "les sale de las manos"

Hasta este lunes en la tarde un grupo se oponía a ser trasladado a un hospedaje humanitario.

Hasta este lunes en la tarde un grupo se oponía a ser trasladado a un hospedaje humanitario. Crédito: Fernando Martínez | Impremedia

Cerca de cincuenta inmigrantes, en su gran mayoría jóvenes venezolanos, protestaron este lunes para evitar ser transferidos desde el Hotel Watson, en Manhattan, a un nuevo refugio en la Terminal de Cruceros de Brooklyn. 

Ante la tensión causada por el grupo de manifestantes, se requirió la intervención policial. Aunque no se registraron detenciones, ni forcejeos.

La decisión sobre la transferencia específica de personas solteras, se basa en que esta instalación hotelera, ubicada en el céntrico vecindario de Hell’s Kitchen, será utilizada para alojar a familias con niños. Se trata de apenas uno de los 70 hoteles que fueron rentados por la Ciudad de Nueva York para ofrecer refugio temporal a los inmigrantes.

“Más de 42,000 solicitantes de asilo han llegado a la Gran Manzana desde la primavera pasada. Continuamos superando nuestras obligaciones morales al brindarles refugio, alimentos, atención médica, educación y una serie de otros servicios”, detallaron portavoces de la Alcaldía a medios locales.

Fuentes municipales aseguran que las instalaciones del centro de respuesta humanitaria de la Terminal de Cruceros de Brooklyn, en Red Hook, brindan los mismos servicios que cualquier otro centro de ayuda en la ciudad.

Además se reporta que las reubicaciones programadas desde este fin de semana, se llevarán a cabo según lo planeado. 

Entretanto, a través de una misiva pública, consignada por la concejal Alexa Avilés, la asambleísta Marcela Meytanes y el senador Andrew Gournades, líderes electos demócratas que representan a partes de Brooklyn, repudiaron las condiciones del nuevo centro de refugio humanitario, al compararlo con los fríos centros de detención de la frontera.

“Exhortamos al Alcalde a posponer esta iniciativa. Se deben explorar otras soluciones”, concluyeron.

Un grupo de jóvenes en su mayoría venezolanos durmieron en las afueras del hotel para evitar ser transferidos a un refugio en Brooklyn. (Foto: F. Martínez)

¿Para que nos dejaron entrar al país?

Por su parte, un grupo de jóvenes que desde el fin de semana se rehusaron a ser movilizados a Brooklyn, se mantuvieron en carpas a las afueras del hotel, exigiendo que se les ofreciera otro espacio. 

Otro grupo accedió en medio de fuertes tensiones a aceptar las condiciones del nuevo refugio.

“Ya muchos de nuestros compañeros nos indicaron que se trata de una carpa como una cárcel, con colchonetas tiradas en el suelo, en donde van a meter a mil personas. Además es un espacio frío como un congelador. Nosotros sólo exigimos que nos traten como seres humanos”, gritaba “Jefferson” un joven venezolano, de 25 años, quien desde hace un mes está alojado en el Hotel Watson. Hace tres meses, cruzó la frontera sur con México.

Otros relataron que fueron sacados de la habitación de manera violenta por los oficiales de seguridad del hotel, mientras demandaban airadamente que tanto el gobierno federal como la Ciudad les garantizara un sitio más confortable para dormir.

“Nosotros solo queremos trabajar y que nos ayuden con una cama. Para qué nos dejaron entrar al país y nos ofrecieron ayuda, si ahora nos van a tirar a ese sitio, en donde incluso a algunos compañeros los han robado. Ya muchos de nosotros sabemos qué es dormir en esas carpas”, dijo otro joven venezolano, quien se resistía a aceptar ir a Brooklyn.

Por su parte, Jonatan Matheus de la organización América Diversa que promueve el apoyo de inmigrantes del colectivo LGBTQ, exhortó a que la reubicación de las personas adultas solteras debe hacerse de una manera más exhaustiva, porque priorizar la atención a familias con niños, podría poner en riesgo a adultos mayores, mujeres y discapacitados.

La entrada del hotel Watson en Hells Kitchen fue tomada por los inmigrantes a los cuales se les prohibió el acceso a las habitaciones. (Foto: F. Martínez)

Costoso e impopular

En contraparte, el alcalde Eric Adams sigue elevando el tono sobre la necesidad de que el gobierno federal y estatal ofrezca auxilio ante la pesada carga fiscal que significa esta crisis para la Gran Manzana.

Se ha estimado que a la Ciudad le costará $1,000 millones seguir albergando y brindar servicios a los miles de inmigrantes. En su mayoría son suramericanos que siguen llegando.

Extraoficialmente se conoció que por lo menos $275 millones ha desembolsado la Ciudad en contratos con hoteles para alojar a 5,000 inmigrantes.

La escaramuza en el céntrico hotel neoyorquino, cae justamente en el terreno fértil de una gran controversia sobre la crisis migratoria trasladada a la Gran Manzana desde la primavera pasada.

Fuentes de la municipalidad neoyorquina revelaron a El Diario que en medio de los desafíos de la recuperación pandémica, en donde centenares de residentes en vecindarios de mayoría hispana, están batallando para no ser desalojados de sus viviendas, recientes encuestas de opinión perfilan un “rechazo rotundo” a que la Ciudad sigue invirtiendo millones de dólares en ofrecer hospedaje y alimentación a los “recién llegados”.

“Por eso se hace necesaria la ayuda federal, ante esta crisis que hemos atendido siguiendo nuestro compromiso histórico en acoger a inmigrantes. Pero como ha dicho pública y responsablemente el Alcalde, siguen llegando y la Ciudad no tiene recursos para atenderlos. Y más aún, si eso implica cortar servicios vitales a los contribuyentes”, comentó el portavoz.

Radiografía de una crisis:

  • 36,000 personas han llegado a NYC desde la primavera pasada enviados en autobuses desde Texas, luego de haber pasado la frontera sur con México. El 90% de ellos vinieron de Venezuela.
  • 24,000 siguen dependiendo actualmente de la ayuda de programas sociales de la Alcaldía, incluyendo alojamiento en 70 hoteles habilitados como refugios.
  • $2 mil millones costará esta crisis migratoria a la Ciudad de Nueva York.
  • 3,100 personas arribaron solamente en este 2023.

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