Urgen poner freno a plan que busca internar en unidades siquiátricas a neoyorquinos perturbados sin su consentimiento
Aunque la Administración Adams asegura que el programa ayudará a personas con enfermedades mentales graves, y defienden su proceder apoyados en normativas estatales, médicos, pacientes y organizaciones mostraron su rechazo en audiencia en el Concejo Municipal
En noviembre pasado, el alcalde, Eric Adams, presentó un plan para que el NYPD y los servicios de emergencia de la Gran Manzana remitan a unidades siquiátricas, sin contar con su consentimiento, a personas con enfermedades mentales graves, que puedan significar un riesgo para ellas mismas y para otros.
La premisa del mandatario municipal es que “no es aceptable ver a alguien que claramente necesita ayuda, y pasar de largo”, pero este lunes, en medio de una audiencia que tuvo lugar en el Concejo Municipal para interrogar a la Ciudad sobre los beneficios de la iniciativa y conocer detalles de su implementación, el proyecto recibió dardos desde diferentes flancos.
Voceros de organizaciones comunitarias, pacientes con enfermedades mentales, médicos expertos en siquiatría y líderes vecinales de la Gran Manzana, coincidieron con el Alcalde en que “es inaceptable no ofrecer ayuda a quienes están lidiando con problemas de salud mental”, exacerbadas tras la pandemia del COVID-19, pero rechazaron de tajo que la solución sea internarlos contra su voluntad, y seguir “criminalizando” su condición.
La otra gran exigencia es que no se siga utilizando a uniformados del NYPD para atender situaciones de crisis mentales y emocionales, que según aseguraron, no son útiles para abordar ese tipo de situaciones y pueden hacer que dichas interacciones terminen en respuestas violentas que empeoren las condiciones de personas perturbadas y puedan incluso llevarlas a ser arrestadas, terminar en prisión o incluso perder la vida.
Así lo manifestó Toni Smith, directora de la organización Drug Policy Alliance de Nueva York y miembro de Comunidades por la Reforma Policial, quien criticó abiertamente a la Administración Adams por pretender vender un plan que “no funciona” y que por el contrario afectará más a grupos vulnerables.
“Nos oponemos a la directriz del Alcalde, que lo que hace es seguir castigando a las personas con enfermedades mentales y perpetuando el estigma”, dijo la líder comunal, advirtiendo que es un grave error continuar involucrando a la policía en el trato de pacientes mentales. “Esto va más allá de lo que se pensaba (…) el NYPD tiene un récord terrible respondiendo a crisis de personas con crisis mentales, pues infligen daño a nuestra gente. El Alcalde pretende simplificar el problema en vez de dar apoyo real”.
Smith advirtió que si la Ciudad realmente está interesada en tenderle la mano a personas desamparadas que padecen enfermedades mentales, urge implementar programas de apoyo basados en la asignación de vivienda permanente, educación, ayuda siquiátrica y apoyo emocional y no solo ponerlos en unidades de siquiatría, donde no hay planes efectivos de ayuda para que puedan estar en mejores condiciones en sus comunidades.
“Lo que necesitamos es bajar las barreras, tener más hogares de apoyo y no seguir con la criminalización con otro nombre. Ha habido fondos inadecuados en educación y vivienda, lo que crea condiciones que intensifican los problemas y la inestabilidad. Este plan es doloroso”, recalcó.
Opositores del plan no solo pidieron a las autoridades municipales que frenen el plan, sino que exigieron a los legisladores del Concejo que usen sus poderes para hacer que la Ciudad presente datos y reportes transparentes sobre el manejo que están dando a la problemática creciente de salud mental.
Danielle Regis, de la organización Brooklyn Defender Center, que trabaja con individuos con condiciones mentales y en situación de vulnerabilidad, también se declaró preocupada por la directriz municipal para tratar a personas perturbadas y pidió al Alcalde que transite por la ruta correcta y no por un camino que empeorará la problemática.
“Hay numerosos e innecesarios encuentros con la policía, incluso para las personas que necesitan tratamiento y llevárselos contra su voluntad resultará más traumático”, dijo la activista, temiendo que más personas perturbadas que necesitan ayuda, terminen encerrados en cárceles como Rikers Island, donde pueden perder la vida.
“Esta fuerza que se promueve lo que hace es crear asociaciones con hospitales y no con tratamientos ni con vivienda ni cuidado. Y quienes se resistan, pueden ser arrestados los pondría con cargos. En vez de seguir con prácticas fallidas, la Ciudad debe invertir en servicios y vivienda. El sistema de albergues está sobresaturado e inseguro”, agregó Regis.
Samuel Jackson, médico siquiátra de la organización New York Doctors Coalition, también levantó su voz en la audiencia conjunta promovida por los Comités de Salud Mental, Seguridad Pública, Hospitales y Manejo de Emergencias del Concejo y manifestó que buena parte de las personas con enfermedades mentales, en situaciones de crisis acuden a unidades de emergencia, por lo que no es conveniente llevarlos a la fuerza, lo que puede resultar contraproducente.
“Mi tío sufría de esquizofrenia y conozco el miedo que tienen las familias de interactuar en medio de situaciones de crisis con la policía, donde está la idea de que su pariente resulte muerto. Con esto muchos preferirán no llamar, por temor a la policía”, aseguró el experto clínico. “Puedo decirles que frecuentemente las personas en crisis van a los departamentos de emergencia y las unidades de hospitalización, el problema es que allí no reciben el tratamiento que necesitan ni el plan para cuando son dados de alta. Todo es muy general (…) el sistema tiene que ampliarse para que se reciba el servicio que merecen (los pacientes)”.
Anthony Feliciano, de la coalición Housing Works, también se volcó en contra de la directriz del Alcalde Adams para ayudar a pacientes con síntomas de enfermedades mentales graves y dijo que de manera injusta, afectará mayormente a comunidades de color, inmigrantes, latinos y personas LGBTQ.
“No hay prueba de que esto tenga mejoras. Afectará de manera desproporcionada a comunidades negras, latinos, LGBT que han sido sobrediagnosticados y sobrevigilados, peor con el NYPD que tiene mal historial, respondiendo con experiencias abusivas”, dijo el líder latino, agregando que el plan de acción para ayudar a personas con problemas mentales requiere inversión en vivienda, atención efectiva con planes de apoyo médico, transparencia y compasión.
A pesar de las duras críticas contra el plan de la Alcaldía sobre el manejo a personas perturbadas en los cinco condados, la Administración Adams defendió su iniciativa, asegurando que están actuando con base en normativas estatales que les permiten internar a enfermos mentales sin su consentimiento y bajo principios de dignidad y compasión.
Jason Hansman, director adjunto de iniciativas de salud mental, respuesta a crisis y capacidad comunitaria de la Oficina de Salud Mental Comunitaria de la Ciudad de Nueva York, quien rindió su testimonio a nombre de la Administración Municipal, reiteró que la directriz anunciada en noviembre busca que los neoyorquinos en crisis siquiátrica tengan en nivel de atención médica que se merecen y sean conectados a los servicios que necesitan. Asimismo, señaló que por primera vez hace que todos los estamentos trabajen de manera conjunta.
“Antes de este plan, estas eliminaciones se realizaban sin un enfoque coordinado entre agencias: socorristas y los médicos a menudo seguían sus propios protocolos, que por lo general eran desconocidos entre sí. Con la nueva política del alcalde, todos están trabajando con el mismo enfoque, asegurando que nuestros individuos más vulnerables tengan una oportunidad de estar conectados a la atención que cambia y salva vidas”, aseguró el funcionario, explicando que la iniciativa está apegada a la ley.
“La ley de higiene mental del Estado de Nueva York permite que las personas sean trasladadas de la comunidad a un hospital para evaluación por profesionales médicos y psiquiátricos que puedan valorar la necesidad de ingreso y tratamiento. La política que anunció el alcalde en noviembre se basa en dos de las disposiciones de la Ley de Higiene Mental que otorgan esta autoridad: Secciones 9.58 y 9.41”, dijo Hansman. “La sección 9.41 autoriza a un policía o agente del orden público a sacar de la comunidad a una persona que parezca tener una enfermedad mental y comportarse de una manera que pueda resultar en un daño grave a sí mismo o a otros y (llevarlo) a un hospital para recibir una evaluación psiquiátrica”, dijo el director adjunto de iniciativas de salud mental, respuesta a crisis y capacidad comunitaria.
El vocero de la Ciudad en la audiencia, reconoció que “hay más por hacer” para ayudar a los neoyorquinos que experimentan una crisis de salud mental, pero dijo que el plan criticado es “un paso importante para brindar atención esencial a nuestros más vulnerables”.
De igual manera, el funcionario advirtió que la policía del NYPD está recibiendo entrenamientos completos que garanticen una mejor respuesta a la hora de atender situaciones de crisis con neoyorquinos perturbados, al igual que otras agencias que forman parte del grupo conjunto para atender ese tipo de llamados.
La concejal Mercedes Narcisse, presidenta de la Comisión de Hospitales del Concejo Municipal, señaló que la salud mental ha sido uno de los temas más pasados por alto y descuidados en la Gran Manzana, a pesar de saberse que 1 de cada cada 25 neoyorquinos sufren de una enfermedad mental grave diagnosticada, y 3.38 millones podrían estar sufriendo de esquizofrenia, depresión severa y trastorno bipolar, por lo que considera urgente que se aborde esa problemática con maneras efectivas y justas.
En la audiencia, la líder política mencionó con preocupación que el NYPD suele ser la primera agencia en llegar a atender llamadas de crisis mentales, careciendo de la formación adecuada para manejar esos casos o con personas con discapacidades del desarrollo, lo que podría escalar las situaciones “poniendo en peligro la vida de los oficiales, las personas que sufren la crisis”, por lo que urge mayores entrenamientos.
La concejal aseguró que se necesita trabajar mucho en torno al acceso equitativo a la salud mental, y aunque valoró el interés que la gobernadora Kathy Hochul y el alcalde Eric Adams están promoviendo, mediante la restauración psiquiátrica, no ocultó su preocupación de que los barrios de mayor pobreza, con comunidades negras y latinas, tienen más del doble de hospitalizaciones psiquiátricas que los vecindarios de menor pobreza.
“Dado que esta audiencia es sobre la remoción involuntaria, sería negligente si no le recordara a mis compañeros de la legislatura y los administradores de la Ciudad y del Estado que deben ser conscientes de la amplia naturaleza de las directivas y pautas de remoción, y cómo pueden afectar a ciertas comunidades”, agregó la política, quien dijo que el año pasado hubo más de 131,000 llamadas de crisis de salud mental al 911.
Puntos de la iniciativa para atender crisis de enfermos mentales graves
- Los equipos móviles de crisis del Departamento de Salud y Salud Mental, como el FDNY-EMS y el NYPD tendrán la directriz de establecer un proceso acelerado para transportar a un hospital para su evaluación a una persona que experimente una crisis de salud mental cuando rechace la asistencia voluntaria y parezca sufrir una enfermedad mental y ser un peligro para sí misma.
- Habrá nuevos equipos clínicos de respuesta conjunta desplegados en el metro
- Habrá capacitación mejorada a los equipos que atienden a personas en crisis.
- La ley actual permite que los trabajadores comunitarios, los hospitales operados por la ciudad y los socorristas tengan autoridad legal para brindar atención a los neoyorquinos cuando una enfermedad mental grave les impide satisfacer sus propias necesidades básicas que los puede convertir en un peligro potencial para ellos mismos.
- No se requiere un “acto manifiesto” que demuestre que la persona es violenta, suicida o se involucra en un comportamiento escandalosamente peligroso que probablemente resulte en un daño inminente para internarlo.
- Habrá una línea de teleconsulta para proporcionar a los agentes de policía en el campo acceso directo a los médicos