Diáspora le lanza la bola a gobernador de Florida Ron DeSantis por remover de escuelas libro del astro boricua del béisbol Roberto Clemente
Según líderes y activistas puertorriqueños en ese estado, con la remoción del libro del deportista afrocaribeño y de otras figuras destacadas como la jueza del Supremo Sonia Sotomayor, la Administración del republicano pretende "blanquear" la historia
NUEVA YORK – El astro del béisbol puertorriqueño Roberto Clemente empezó a practicar el deporte con un bate hecho de la rama de un palo de guayaba, y, un guante, del saco de una bolsa de café.
El menor de cuatro hermanos no podía hacer más en ese momento: amaba el béisbol, pero su familia era pobre.
Sin embargo, cuando lo material escasea, la imaginación, las ganas y la disciplina pueden ser el tesoro más prometedor.
Armado de esas herramientas, el afrocaribeño, nacido en el 1934 y criado en Carolina por su padre Melchor Clemente -empleado de una plantación de caña de azúcar- y su madre Luisa Walker, administradora de una tienda, se enfocó y persistió.
Desde esos primeros años y contra cualquier mal pronóstico, Clemente comenzó a escribir la historia de una carrera destacada en las Grandes Ligas (MBL) con los Piratas de Pittsburg que se extendió por 18 temporadas. En ese periodo, alcanzó las 305 carreras, los 240 cuadrangulares y los 3,000 hits. Adicional, fue dos veces campeón de la Serie Mundial, participó 15 veces en el Juego de Estrellas y ganó 12 Guantes de Oro consecutivos desde el 1961.
Clemente además fue seleccionado el Jugador más Valioso (MVP) de la temporada en el 1966, y de la Serie Mundial en el 1971.
La ruta de éxito del boricua no estuvo exenta de prejuicios e intentos de invisibilidad por el color de su piel y su origen puertorriqueño, asunto contra el que fue críticamente vocal.
Clemente se enfrentó a la prensa racista
El boricua enfrentó a la prensa varias veces ante epítetos por parte de algunos de sus miembros que lo llamaban “vago” o “Latino hothead” (impulsivo) y se negaban a reseñar su destacado desempeño. Lo hizo no solo en su defensa, sino en nombre de todos los deportistas de minorías que buscaban dejar huella en ese y otros campos.
Clemente no solo logró proezas en el campo de juego, también “la sacó del parque” con su labor comunitaria y filantrópica.
Fuera de temporada, por ejemplo, el apodado “El Grande” entrenaba a equipos infantiles en su pueblo natal.
Su muerte, el 31 de diciembre de 1972, aunque completamente inesperada y muy dolorosa para familiares, amigos y fanáticos, lo catapultó como el “héroe” humano que era.
Clemente falleció en un accidente aéreo cuando le llevaba suministros a las víctimas de un terremoto en Nicaragua que dejó más de 10,000 decesos y unos 20,000 heridos. Al año siguiente, Clemente fue exaltado al Salón de la Fama.
Lo aplauden a 50 años de su muerte
Hace unos dos meses, cerca del lugar donde se estrelló el avión en el que viajaba por el pueblo de Loíza, decenas de puertorriqueños recordaron la gesta del pelotero a 50 años del trágico evento.
El acto de recordación no se limitó a la isla.
Días antes, la Asamblea Nacional de Nicaragua aprobó la Ley que declara a Clemente Héroe Nacional de la República.
Los datos anteriores son solo parte de la prueba de que Clemente era un ciudadano del mundo cuyo legado debería ser reconocido no solo en Puerto Rico, Estados Unidos y Nicaragua, sino en cualquier otro lugar del globo.
Administración DeSantis quiere borrar la historia de Clemente y de otras figuras de minorías
Sin embargo, la Administración del gobernador republicano de Florida, Ron DeSantis, conocido por sus posturas antiinmigrantes y contra las minorías en general, busca borrar la historia de Clemente en ese estado, a juicio de líderes y activistas puertorriqueños en ese estado.
Organizaciones como la Mesa Boricua, Pen America y Latino Justice denunciaron esta semana que, como parte de una cruzada para “blanquear” el currículo de las escuelas, una junta cuyos miembros fueron nombrados por el republicano, han removido para revisión varios libros como “Roberto Clemente, Pride of Pittsburgh Pirates”, escrito por Jonah Winter e ilustrado por Raúl Colón.
La controversia no solo rodea el escrito relativo al pelotero, sino otros que destacan a personajes latinos y / o afrodescendientes, así como nativos de Estados Unidos y de la comunidad LGBTTQIA+.
Un libro que cuenta la historia de la jueza puertorriqueña de Nueva York, Sonia Sotomayor, primera hispana en ocupar una posición el Tribunal Supremo de Estados Unidos, así como otro sobre Celia Cruz, la destacada cantante afrocubana se encuentran en la lista de los vedados. Los títulos de estos dos libros son: “Celia Cruz, Queen of Salsa”, de Verónica Chambers y Julie Maren; y “Sonia Sotomayor” (Women Who Broke the Rules Series), de Kathleen Krull y Angela Domínguez.
“Lo que vemos es la similitud en todos los libros. Por ejemplo, en el libro de Roberto Clemente, en el de la jueza Sonia Sotomayor, en el de los otros grandes peloteros que están en ese grupo, todos tienen la similitud de que vinieron de hogares muy pobres y fueron marginados o han sido marginados por su raza, por su etnicidad, y cómo ellos superaron todos esos obstáculos y llegaron a ser las figuras amadas en sus comunidades”, explicó a El Diario de NY Maruxa Cárdenas, una de las codirectoras de la Mesa Boricua, entidad que agrupa a más de 20 organizaciones de la diáspora puertorriqueña en Florida.
Clemente, una figura vocal
María Revelles, también codirectora de la Mesa, consideró que parte de la decisión responde al carácter responsivo y aguerrido que Clemente mostró públicamente en su lucha para que reconocieran su desempeño en las Ligas Mayores y los desafíos particulares que implicó su negritud.
“Nosotros aquí no estamos hablando de un libro con la figura de Lolita Lebrón, ni un libro de un escritor revolucionario, no. De Roberto Clemente, una persona, primero destacada en todos los deportes que jugó…Ahora, Roberto Clemente nunca fue silente tampoco; él decía, ‘soy negro y soy puertorriqueño’, y él estaba muy consciente de su figura en ese momento y lo que iba a implicar en un futuro. Roberto Clemente no era una persona arrogante, era una persona humanitaria…eso es lo que quiere silenciar esta administración”, planteó Revelles.
La medida impacta principalmente el contenido de los cursos en el condado Duvall, pero también en el de Manatee.
176 libros bajo revisión
Al momento, son 176 libros los sacados de las aulas para revisión. En el caso del libro de Clemente, el documento fue removido hace unos 10 meses, detallaron las representantes de la Mesa.
En ese sentido, PEN indicó en una carta a las autoridades escolares en el condado Duvall que, con la acción, la Administración DeSantis limita el conocimiento de la realidad histórica.
“Cuando los alumnos pierden la literatura que actúa como ventanas, espejos y puertas de vidrio hacia la experiencia humana más amplia, perdemos la oportunidad de enseñarles el significado de la verdadera empatía”, lee parte de una carta que envió la organización al mencionado distrito escolar.
Alcance de “Stop WOKE Act”
La censura literaria está directamente relacionada con la implementación de la ley “Stop WOKE Act”, que prohíbe la enseñanza de ideas como que las personas son privilegiadas u oprimidas con base en su origen racial, de género o nacionalidad. La ley, firmada por el gobernador en abril del año pasado, censura material que pone sobre la mesa la “culpa, angustia, y otras formas de malestar emocional” por acciones tomadas en el pasado por miembros de una misma raza, género u origen nacional.
El estatuto obliga a que escuelas y corporaciones no “sometan a estudiantes y trabajadores a entrenamiento o instrucción que adopte, promueva, avance, inculque u obligue a tal individuo a creer que conceptos específicos constituyen discriminación con base en raza, color, sexo u origen nacional”.
A mediados del mes pasado, un juez federal determinó que la Administración de DeSantis no violó una orden judicial referente a la ley.
La decisión fue en respuesta a un fallo previo emitido en noviembre pasado para evitar que partes de la ley fueran implementadas en colegios y campos universitarios esto como resultado de una demanda presentada por profesores y estudiantes de la Universidad de Florida.
Los argumentos de DeSantis
Entre algunos de los argumentos esbozados por DeSantis a favor de la medida figura devolver a los padres un mayor control en la educación de sus hijos. El conservador ha planteado además que las teorías críticas sobre raza y justicia social llevan supuestamente al adoctrinamiento de los estudiantes.
“En Florida, nuestros padres tienen el derecho de involucrarse en la educación de sus hijos. Nosotros no vamos a dejar que políticos le nieguen a los padres el derecho de saber lo que se les enseña en las escuelas. Estoy orgulloso de firmar esta legislación que asegura la transparencia en el currículum”, indicó DeSantis en una declaraciones al momento de firmar la legislación.
A juicio de sus detractores, a esta ley se suman otras como “No digas gay” (Don’t Say Gay”) para discriminar y oprimir a los miembros de la comunidad LGBTTQIA+.
“El lo que quiere es que Florida sea este estado anglosajón y quieren borrar toda la historia que sea de afrodescendientes, afroborinqueños, afrolatinos, afroestadounidenses. El quiere eliminar eso, que no se enseñe para limitar los derechos a esas comunidades de tener más poder que los anglosajones que viven en el estado. Y eso es lo que estamos viendo con todas estas leyes de ‘WOKE Act’, con el ‘Don’t Say Gay’…”, planteó Cárdenas.
Un intento de “blanquear” la historia
Revelles coincidió con su colega al tiempo que insistió que el fin no es solo “blanquear” la historia en el estado, sino los reclamos, el aporte y los derechos de grupos como los boricuas.
“Para mí, esto es tratando de blanquear la historia, tratando de borrar a los puertorriqueños de la Florida, que somos una de las comunidades más grandes que existe. Y están tratando de decir que no tenemos voz”, argumentó.
“Para nosotros es aterrador, el silenciar y eliminar un grupo racial de tu historia y de tu cultura y de tu narrativa, tiene implicaciones terribles. Es como decir que el holocausto no pasó, que María no pasó, que no murieron 5,000 personas, a este nivel es este blanqueamiento de las aulas que está pasando en la Florida”, puntualizó la activista.
En el caso de “No digas gay”, firmada en marzo del año pasado por DeSantis, esta prohíbe hablar de identidad sexual en las escuelas.
El proyecto, oficialmente llamado “Derechos de los padres en la educación”, impide que los maestros aborden la identidad de género y la orientación sexual entre el jardín de infancia y el tercer grado.
Después de ese grado, los temas serán tratados de una forma “apropiada para la edad”, según indica el texto del proyecto.
Al momento de firmar la medida, DeSantis expresó: “No me importa lo que digan los medios de comunicación corporativos, no me importa lo que diga Hollywood, no me importa lo que digan las grandes corporaciones, aquí estoy. No voy a dar marcha atrás“.
Añadió: “Al final del día, mi objetivo es educar a los niños en las materias que son tan importantes: matemáticas, lectura, ciencias”.
Varios libros de autores vinculados a esa comunidad también han sido vetados de escuelas en Florida.
Movida política del gobernador que suena como candidato a la presidencia de EE.UU
A juicio de Lourdes M. Rosado, presidenta de LatinoJustice PRLDEF, el retiro del libro de Clemente por parte de la Administración DeSantis es la más reciente movida para tratar avanzar políticamente de cara a una eventual candidatura a la presidencia de Estados Unidos por el Partido Republicano.
“La eliminación por parte del Distrito Escolar del Condado de Duval de un libro sobre la vida y las experiencias de la legendaria estrella del béisbol puertorriqueño y filántropo Roberto Clemente es el último intento de los administradores educativos de la Florida de obtener puntos políticos baratos a expensas de la educación y el bienestar de los niños de la Florida”, planteó en un comunicado.
La organización, a través de su presidenta, emplazó al distrito a reubicar ese y el resto de los libros en las aulas.
“Aprender sobre los logros de Clemente, su orgullo en su identidad afroboricua y su lucha contra el racismo y la discriminación brindaría una perspectiva necesaria sobre las condiciones históricas en los EE. UU. e inspiración para la población estudiantil mayoritariamente negra y latina en las escuelas del condado de Duval. Instamos al distrito escolar a restaurar este libro y otros que arrojan luz sobre las experiencias de personas ejemplares en nuestro país que han contribuido enormemente a nuestra sociedad y cultura. Nuestros hijos merecen comprender la totalidad de los defectos y fortalezas de nuestra sociedad”, sostuvo.
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