Residente de Arizona llega a casa y encuentra a un gato montés descansando en la cama de su perro
Una mujer de Arizona fotografió a un gato montés descansando cómodamente en la cama de su perro, momentos después de llegar a su casa tras un día de trabajo
La mujer fotografió al gato montés en la cama de su perro. Crédito: MUNIR UZ ZAMAN/AFP | Getty Images
La residente de una casa de Arizona, llegó a casa después del trabajo y encontró a un gato montés descansando en la cama de su perro, que se cree que entró por la puerta para perros de la casa.
La propietaria de la residencia de San Manuel, tomó una foto del gato montés descansando en la cama y el Departamento de Caza y Pesca de Arizona compartió la imagen en Twitter, advirtiendo a los residentes que no traten de manejar o enfrentar a animales salvajes como este.
Los oficiales del departamento llegaron a la casa de la mujer, sin embargo, el gato montés ya había escapado de la escena cuando llegaron.
Aquí la imagen que sacó la mujer y compartió el Departamento de Caza y Pesca de Arizona del gato montés descansando en la cama del perro:
Aunque el gato montés no parece verse amenazante, estas especies son peligrosas para las mascotas pequeñas como perros y pájaros.
Los gatos monteses, que tienen pelaje dorado y manchas oscuras, además de parecer pumas pequeños, son comunes en todas las áreas de Arizona, según afirma el departamento en su sitio web.
Son frecuentes en el desierto de Sonora, pero también se trasladan a las afueras de los pueblos y ciudades, donde pueden encontrar comida.
También viven en muchos hábitats diferentes en Estados Unidos, desde los bosques del norte hasta los pantanos costeros en el sureste y los desiertos en el suroeste, según el Zoológico Nacional y el Instituto de Biología de la Conservación del Smithsonian.
Según la Sociedad Internacional de Gatos en Peligro de Extinción de Canadá, los gatos monteses viven en todos los estados de Estados Unidos, excepto en Delaware.
Están protegidos en 10 estados, donde se regula la caza de esta especie. Si bien a menudo todavía son cazados por sus pieles, la pérdida de sus hábitats y ser asesinados por agricultores y ganaderos es su principal amenaza, según la sociedad.
Se pueden cazar en Arizona con una licencia de caza válida, según el departamento.
Estos animales generalmente crecen hasta el tamaño de un perro pequeño a mediano: de 12 a 30 libras y hasta 24 pulgadas de alto y 36 pulgadas de largo.
Por lo general, caminan durante el amanecer o el atardecer y, a menudo, se encuentran en los patios traseros, donde pueden encontrar comida como pájaros, roedores e incluso pequeñas mascotas desatendidas.
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