Corea del Norte aumenta las tensiones tras lanzar otro misil balístico de corto alcance al mar Amarillo
Corea del Norte inició una serie de respuestas a las acciones militares que están realizando Estados Unidos y Corea del Norte en la región asiática
Misil balístico de Corea del Norte en pleno despegue. Crédito: STR / KCNA / KNS | AFP / Getty Images
Este miércoles Corea del Norte lanzó un misil balístico de corto alcance. De acuerdo a la información ofrecida por el Ejército de Corea del Sur el proyectil fue lanzado con dirección al mar Amarillo cerca de las seis de la tarde, hora local, desde la ciudad costera occidental de Nampo. La nación surcoreana tiene planeado realizar una serie de ejercicios con Estados Unidos.
El Ejército surcoreano que estará vigilando la situación y que mantendrá una postura de plena preparación. Corea el Norte amenazó el pasado martes con dar una respuesta abrumadora ante los últimos movimientos militares de Estados Unidos y Corea del Sur en la región.
La hermana del líder norcoreano, Kim Yo-jong advirtió que las acciones por parte de Estados Unidos y Corea del Sur “han ido demasiado lejos y se han convertido en extremadamente irracionales”. También advirtió de que cualquier intento de Estados Unidos de interceptar uno de sus ensayos de misiles sería considerado “una declaración de guerra”.
El gobierno de Corea del Norte advirtió de que si Estados Unidos sigue los ejercicios de “disuasión extendida” y mantiene su plan de celebrar este mes grandes maniobras militares con Corea del Sur, el régimen podría considerar estas acciones como una “declaración de guerra”. Además, Corea del Norte instó a la Organización de Naciones Unidas (ONU) que Estados Unidos y Corea del Sur dejen de realizar maniobras militares en la península asiática. Estas acciones por parte estos ambos países ha sido catalogada como “extremadamente provocadoras“.
Según el gobierno norcoreano está petición puede ser tomada como el primer paso para promocionar unas relaciones bilaterales con menos presión. En ese sentido, consideran que la postura que ha mantenida Washington en alianza con su vecino surcoreano que ha sido catalogada como “una retórica amenazante y belicista“.
