Sin control epidemia de tiroteos masivos
En la Covenant School cerca de Nashville, Tennessee, ocurrió el tiroteo masivo número 130 del año que dejó un saldo de 7 muertos: tres niños de 9 años, tres adultos entre 60 y 61 además de la persona que perpetró el crimen
Minutos después del mediodía del lunes 27 de marzo, algunas escuelas públicas de la ciudad de Nueva York realizaron un simulacro de rutina que consiste en un cierre parcial de las instalaciones como parte de los protocolos de seguridad estándar.
El ejercicio consiste en que desde la dirección se emite por los altavoces una clave que el staff interpreta como la orden de encerrar a los alumnos en sus salones invitándolos además a que guarden silencio. La parte más siniestra del ejercicio es instalar en la sique del estudiante la alerta de que en cualquier momento “algo” puede suceder y es mejor saber qué hacer.
Un par de horas antes, en la Covenant School cerca de Nashville, Tennessee, se acababa de celebrar el tiroteo masivo número 130 del año que dejó un saldo de 7 muertos: tres niños de 9 años, tres adultos entre 60 y 61 además de la persona que perpetró el crimen que fue abatida a tiempo por la policía antes de que pudiera provocar más víctimas.
Cuando la noticia de esta nueva tragedia se comenzó a propagar fue como un remake de El Día de la Marmota, aquella cinta donde el personaje de Bill Murray está destinado a despertar y vivir los mismos acontecimientos del día anterior.
En nuestro caso, asistimos a los mismos lamentos en los medios, pero también las siempre puntuales acusaciones de activistas que pugnan por controles más estrictos a la venta de armas, así como a los “pensamientos y oraciones” enviados por congresistas, sobre todo republicanos, que en base a rezos y no a reformas a la ley de armas, buscan proteger a la población.
La senadora por Tennessee, Marsha Blackburn, beneficiada con 1.3 millones de dólares por parte de la Asociación Nacional del Rifle (NRA por sus siglas en inglés), se encuentra en el sitio 13 de las que más ha recibido de parte de esa organización. Tennessee promedia mil 273 muertos al año por violencia de armas, casi mil dólares por muerto, de lo recibido por Blackburn quien, por supuesto, también pidió orar por las víctimas.
El senador por Utah, Mitt Romney el rey de las contribuciones de la NRA con más de 13 mdd, no se atrevió a comentar sobre el tiroteo, pero el lunes mostró su interés por los jóvenes, al presumir su propuesta que impondría vetos al esquema de cancelación de préstamos estudiantiles propuesto por la Administración Biden.
Lo cual confirma que a los legisladores les preocupa muy poco la tendencia creciente de tiroteos en escuelas o entre jóvenes. Según cifras del Gun Violence Archive, que inició su octavo año midiendo a diario los crímenes que involucren armas, el trienio anterior registra un crecimiento alarmante de niños entre 0 y 11 años muertos o heridos; 2020 (1,001), 2021 (1,065) y 2022 (995) y adolescentes de 12 a 17: 4,159 (2020), 4, 645 (2021) y 5,157 (2022).
Mientras tanto, millones de estudiantes en Nueva York o en cualquiera de los 49 estados restantes salen rumbo al colegio esperando que esta ruleta rusa en que se halla convertida la epidemia de los tiroteos, no apunte ese día sobre ellos.
* Juan Alberto Vázquez es corresponsal de Milenio (México) y autor del libro “NXIVM: La secta que sedujo al poder en México”. Twitter @juansinatra