Greg Abbott rectificó sus palabras tras llamar “inmigrantes ilegales” a víctimas hondureñas del tiroteo en Texas
La portavoz de Greg Abbott justificó que el gobernador recibió información errónea por parte de los "funcionarios federales" de que las cinco víctimas estaba de manera irregular en Estados Unidos
La oficina del gobernador de Texas, Greg Abbott, rectificó las palabras del republicano en las que tildó de “inmigrantes ilegales” a las víctimas mortales provenientes de Honduras tras el tiroteo en San Jacinto, aun cuando una de ellas era residente en Estados Unidos.
Las palabras de Abbott generó rechazo por parte del gobierno de Honduras, activistas y usuarios en redes sociales en el que se consideraba que estaba estigmatizando a las víctimas, entre ellos un niño de 8 años.
En este sentido, la portavoz del gobernador republicano Renae Eze, justificó en un comunicado de prensa que había recibido información errónea por parte de los “funcionarios federales” de que los cinco fallecidos estaban en Estados Unidos de manera irregular.
“Lamentamos si la información fue incorrecta y desvirtuó el importante objetivo de encontrar y arrestar al criminal”, expresó la portavoz.
Agregó también que “cualquier pérdida de vidas es una tragedia” y que su corazón está “con las familias que han perdido a sus seres queridos”.
El comentario fue realizado por Abbott el domingo por medio de un comunicado en el que anunció una recompensa de $50,000 dólares por información que lleve a la captura del “criminal que mató a cinco inmigrantes ilegales”.
Por su parte, Liga de Ciudadanos Estadounidenses Latinos Unidos (Lulac) desaprobó el uso del “lenguaje denigrante” del republicano y reivindicó que “toda vida humana, sea cual sea su estatus de inmigración, merece que se le trate con respeto y dignidad”.
Asimismo, fuentes de la embajada de Honduras en Estados Unidos confirmaron que Diana Velásquez, una de las personas que perdió la vida durante la masacre, tenía residencia permanente en el país, mientras que los demás no contaban con documentos.
Las autoridades, que ofrecieron una recompensa de $80,000 dólares sigue hasta el momento en la búsqueda del sospechoso del tiroteo en el condado de San Jacinto, identificado como Francisco Oropesa, de 38 años, de origen mexicano.
El pasado viernes, Oropesa disparó su AR-15 en el jardín de su casa en Cleveland cuando uno de sus vecinos le pidió que dejara de hacer ruido porque era muy tarde y había un bebé tratando de dormir.
El sujeto respondió irrumpiendo en la casa de sus vecinos para dispararles en la cabeza y el cuello, como si se tratara de una “ejecución”, según con el informe policial.
Dentro de la vivienda había 10 personas y cinco perdieron la vida. Los nombres de los fallecidos son Daniel Enrique Lazo, de 9 años; Sonia Argentina Guzmán, de 25; Diana Velásquez Alvarado, de 21; Obdulia Molina Rivera, de 31, y José Jonathan Cáceres, de 18 años.
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