Disidencia de las FARC amenaza elecciones regionales en Colombia
El Estado Mayor Central (EMC) respondió así a la ruptura parcial del cese al fuego, dictada por el gobierno de Gustavo Petro tras el reciente asesinato de cuatro indígenas menores de edad
El Estado Mayor Central (EMC), la principal disidencia de las FARC, lanzó el sábado una serie de advertencias y amenazas contra políticos y candidatos a las elecciones locales de octubre, tras la ruptura del cese al fuego con el gobierno de Colombia.
Las disidencias consideran que la ruptura parcial en cuatro departamentos (Caquetá, Meta, Guaviare y Putumayo) del cese al fuego bilateral vigente desde el 1 de enero que anunció el presidente Gustavo Petro el pasado lunes, “deja inválido el protocolo de cese al fuego y los compromisos asumidos por las partes”.
Las disidencias comandadas por alias “Iván Mordisco” aseguran que no aceptan “rupturas parciales apresuradas” y emitieron en un comunicado una serie de “medidas preventivas inmediatas, inicialmente para las elecciones regionales” del 29 de octubre.
Entre ellas, amenazan a “partidos políticos, sectores militaristas, dirigentes políticos o congresistas que atizan la guerra y que pretenden desarrollar las campañas electorales regionales en áreas sobre las que tenemos control político militar” para que no ingresen a estas áreas: “no son bienvenidos, serán devueltos de nuestros puntos de control”.
Además, a los candidatos locales o de las comunidades donde ellos ejercen control les “sugieren respetuosamente” que rechacen apoyos de partidos tradicionales o “guerreristas” y también advierten contra actos de corrupción como la compra de votos o el ofrecimiento de puestos y falsas promesas.
El gobierno de Colombia decidió suspender de forma parcial el cese el fuego bilateral con el EMC, luego del asesinato el pasado fin de semana de cuatro indígenas menores de edad que intentaron escapar tras ser reclutados a la fuerza por el Frente Carolina Ramírez, perteneciente al Estado Mayor Central.
La medida se hizo efectiva en los departamentos del Meta, Caquetá, Guaviare y Putumayo, a lo que esa disidencia respondió diciendo que “el rompimiento unilateral desatará la guerra y se multiplicarán los muertos, heridos y prisioneros, contrario a una política de paz total”.
A pesar de esta ruptura, el gobierno sigue dispuesto a instalar la mesa de diálogo con este grupo, liderado por personas que no firmaron el acuerdo con las FARC de 2016, aunque aún no hay fecha prevista de inicio ni interlocutores.