Para el colectivo trans y no binario de Nueva York es casi una hazaña conseguir un empleo de calidad: Peor para inmigrantes hispanos
La Gran Manzana sigue avanzando sin pausas en protecciones legales contra la discriminación a las personas LGBTQ, pero activistas describen hostilidades en entornos laborales y grandes trabas para obtener un trabajo
Mientras en varios estados del país en este momento han aparecido más de 490 legislaciones locales y estatales que son calificadas como hostiles para el colectivo LGBTQ+, por el contrario en Nueva York en los últimos 24 meses se ha reforzado a través de leyes y acuerdos, varias protecciones para una comunidad que sigue levantando sus banderas contra la discriminación, especialmente en los espacios laborales.
Pero en los hechos, particularmente en vecindarios y espacios de mayoría hispana de la Gran Manzana, en muchos casos se está empezando “desde cero” en la ruta para que algunas comunidades latinoamericanas, apenas empiecen a articular el respeto y la no discriminación a miembros específicos de este colectivo.
El camino por transitar parece mucho más complicado y lleno de obstáculos para las personas transgénero y no binarias, que además siguen caminando por territorios de pocas oportunidades laborales de calidad.
“En el resto del país avanza tristemente en este momento un discurso y nuevas leyes que son un verdadero retroceso. Pero aquí en Nueva York, a pesar de los marcos normativos, culturalmente hay mucho que avanzar con las familias latinas. Uno siente un rechazo absoluto a temas como el lenguaje inclusivo. Sigue la burla. Sigue el acoso a nuestro colectivo en los trabajos”, concluye Haze Hernández, un salvadoreño que se percibe como no binario trans masculino.
Haze sabe de lo que habla. Emigró hace doce años desde Centroamérica cuando apenas era un niño y actualmente está involucrado con un trabajo de conexión en localidades de mayoría hispana, desde el Oasis Community Pride Center, el cual brinda servicios que fomentan la salud de las comunidades latinas.
“Todo esto lo veo como una oportunidad para educar, sobre lo que realmente son las personas trans. Siempre hemos existido. Lo que pasa es que ahora estamos más visibilizados por las redes sociales. Es muy complicado, a veces casi imposible, que una persona trans aquí en Nueva York, se le haga fácil conseguir un buen trabajo, con seguro médico. Nuestro reto personal es seguir conectando y educando”, aseguró.
NY siguen legislando a favor, pero…
El Concejo Municipal de la Ciudad de Nueva York y la Asamblea Estatal han dado grandes pasos de protección para poner un “paraguas” contra la discriminación a los colectivos trans y no binario. Y más recientemente, se han anunciado inversiones para que se abran más oportunidades de empleo en trabajos sindicalizados.
Hasta ahora, aunque se valora que se sigan ganando batallas en el campo de lo legal y lo institucional, en la práctica, el ciclo de la discriminación está muy lejos de tener una pausa.
En el imaginario popular, todavía hay estigmas que superar. Erróneamente se ha etiquetado al colectivo trans como individuos que por definición padecen de desequilibrios emocionales, que solo están en la capacidad de ejercer ciertos tipos de trabajo. Y, pero aún, que están llamados a ejercer casi naturalmente la prostitución.
Para colocar esta situación más en contexto, si la población femenina cisgénero está todavía luchando por salarios iguales a los hombres y contra formas de acoso en los entornos laborales, la comunidad trans, apenas está apareciendo en algunas discusiones públicas.
Así lo ratifica, Wendel Oviedo un activista venezolano que defiende los derechos del colectivo LGBTQ, quien es miembro fundador de la organización América Diversa: “Siempre cualquier balance en materia laboral de nuestra comunidad trans, hispana, inmigrante y más aún recién llegada, debe verse desde la óptica de cómo el machismo sigue formando parte de la cultura de algunos vecindarios de Queens, de mayoría hispana. Por citar solo un ejemplo”.
En este sentido, Wendel quien se autodefine como no binario, considera que solo en las grandes corporaciones e instituciones se respetan los valores neoyorquinos y las políticas públicas de no discriminación por la orientación y la identidad sexual en los lugares de trabajo.
Con base a nuevos datos de la Encuesta Nacional de Pulso Doméstico (HPS), que examina la seguridad económica y las experiencias del mercado laboral de las comunidades LGBTQIA+, los encuestados transgénero experimentaron tasas de ocupación laboral bajísimas. Si se contrasta con otros grupos dentro de la sexo diversidad.
En 2022, la comunidad ‘trans’ reportó en el cruce de varias encuestas haber tenido que verse obligada a aplicar mucho más proporcionalmente al seguro de desempleo, si se compara con otros grupos.
Cuando la burla es normal
Cuando se pone la vista en los pequeños negocios, que son potencialmente los mayores “empleadores” para personas que tienen barreras con el idioma y la legalización migratoria, entonces hay una doble pared, casi imposible de cruzar por parte de las personas de la sexodiversidad.
“Primero, es bien complicado que te den un empleo cuando apenas te perciben diferente. Segundo, el tipo de trabajo de arranque de inmigrantes, como limpieza o restaurantes, está dominado todavía por entornos de mucha burla y vejación, a pesar de que existen leyes que nos protegen”, acotó.
El joven activista cuenta que en muchos casos, mujeres trans en su necesidad de sobrevivir, deben someterse a una especie de mutación, para poder trabajar en sitios en donde “por definición” ser honesto con su condición sexual, es un boleto a ser el centro de ataques verbales.
Es decir, para acceder a trabajos bien remunerados, deben variar temporalmente su expresión de género. Lo que significa cambiar la apariencia con la cual se sienten cómodos, para apostar a la permanencia en un empleo.
“Si una mujer trans trabaja en una cocina, generalmente dominada por hispanos, difícilmente no va a tener una historia de comentarios abiertamente discriminatorios. Y como generalmente venimos huyendo de países en donde eso es lo normal, muchos piensan que aquí no tienen derechos. Y eso es lo que debemos reforzar: !Que aquí hay marcos legales que nos protegen!”, aseveró el venezolano.
De acuerdo con reportes del Center for American Progress, “durante décadas, en comparación con la población general, las personas LGBTQI+ se han enfrentado a un mayor riesgo de experimentar inseguridades económicas, como tasas más altas de pobreza, desempleo y uso de beneficios públicos”.
Incluso antes de la pandemia, varias evidencias estadísticas revelan que los hogares LGBTQ integrados por personas de color, tenían más probabilidades que otras familias, a experimentar inseguridad alimentaria, pérdida de empleo, desafíos financieros significativos y barreras para acceder a la salud.
En este instante, como destaca Wendell, en ninguna de estas estadísticas, ni siquiera hay aproximaciones de la avalancha de inmigrantes LGBTQ, recién llegados, que al no tener papeles, tampoco tienen acceso a ciertos programas sociales. Por lo cual, la sobrevivencia termina siendo una cruz mucho más pesada que cargar.
En NYC hay protecciones
De acuerdo con los códigos de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de Nueva York las personas LGBTQ deben recibir un trato igualitario en el lugar de trabajo. Es ilegal, el tratamiento arraigado en estereotipos sobre masculinidad y feminidad.
Por ejemplo, no se les puede decir a los empleados que deben vestirse “como una mujer” o que su comportamiento “no es lo suficientemente masculino”.
También es ilegal exigir códigos de vestimenta, requisitos de uniforme o estándares de aseo que impongan diferencias según el sexo.
En el caso de las personas transgénero y no conformes con un sexo, no tienen que mostrar una “prueba” de su sexo para ejercer su derecho a que se dirijan a ellos con el nombre y el pronombre de su preferencia o su derecho a usar el baño, el vestuario y otras instalaciones divididas por sexo, que más se correspondan con su identidad o expresión de género.
La Carta de Derechos Humanos de la Gran Manzana también aclara que a la hora de proporcionar beneficios a sus empleados, es ilegal que un empleador los discrimine en función de su sexo u orientación sexual.
Además, los empleadores que ofrecen beneficios de salud a los cónyuges de sus empleados deben ofrecer beneficios a cónyuges del mismo sexo. Así como beneficios que cubran la atención médica relacionada con la transición de género.
“Simplemente no te contratan“
Pero aún conociendo muy bien sus derechos, la mujer transgénero uruguaya Michelle Ugas, residente de Jackson Heights, comparte que en los últimos 10 años ha tratado de conseguir un empleo para el cual se siente capacitada. Hasta ahora, no ha tenido éxito.
“Cuando el empleador promedio ve tu estampa. Y apenas presume que eres trans, busca excusas. Simplemente no te contratan. Una cosa dicen las leyes, que son muy bellas. Pero, cómo combatir el atraso de la mentalidad de la gente. Seamos claros todavía para muchos, incluso para nuestros propios familiares, somos una cosa extraña. Y yo una mujer ya de 60 años dudo que sea testigo de un cambio de mentalidad”, acotó.
En la Gran Manzana, cuna de los derechos civiles de la comunidad LGBTQ y con una larga historia de acciones de inclusión para romper estas historias de discriminación laboral, el pasado mes de octubre el Concejo anunció el apoyo presupuestario a la iniciativa ‘Pride at Work’, como una palanca para que más personas del colectivo gay, lesbianas y trans accedan a trabajos de calidad sindicalizados.
Se trata de la primera asociación de este tipo que se financia con fondos públicos en todo el país.
Bajo el liderazgo de la concejal Crystal Hudson, miembro del Caucus LGBTQIA+ de la Cámara Municipal, se acordó incluir $501,000 en el presupuesto de la Ciudad para el año fiscal 2023, para sentar las bases de este proyecto.
En este sentido, ‘Pride at Work‘ proporcionará fondos a organizaciones sin fines de lucro y agencias de la Ciudad para reclutar personas de este colectivo y prepararlos para trabajos como la construcción, servicios y certificaciones educativas.
A la par en pequeñas iniciativas, se han ido alineando organizaciones sindicales, asociaciones comerciales y empresariales para sensibilizar al empresariado local sobre la necesidad de romper los estereotipos con las personas trans y no binarias.
“Hay toda una serie de leyes locales y estatales que nos reconocen. Pero insisto, el gran problema de fondo es el machismo arraigado en nuestras comunidades latinas. Y esas barreras culturales serán siempre las más difíciles de derribar“, concluye Wendel Oviedo, portavoz de América Diversa.
Queens celebra este domingo la diversidad
- La Parada del Orgullo gay y el Festival Multicultural de Queens es el segundo más antiguo y el segundo más grande de NYC.
- Desde 1993, se lleva a cabo anualmente el primer domingo de junio, en la Avenida 37 de Jackson Heights.
- Este domingo 4 de junio se celebrará de 12 p.m hasta las 6:00 p.m la edición 31 que celebra la diversidad en este condado.
- La ruta va desde la Calle 89 hasta la Calle 75. El festival de este año presenta a los artistas Julian King, Lolita Leopard y Masterz at Work Dance.
- Aclarando términos:
- Transgénero: Describe a las personas cuya identidad de género difiere del sexo que se les asignó al nacer. Es importante tener en cuenta que ser transgénero no depende de la apariencia física, ni de los procedimientos médicos. Una persona puede llamarse transgénero en el momento en que se da cuenta de que su identidad de género es diferente al sexo que se le asignó al nacer.
- Persona No Binaria: Define a personas que experimentan su identidad de género y/o expresión de género fuera de las categorías binarias de “hombre” y “mujer.” Muchas personas no binarias también se llaman transgénero y se consideran parte de la comunidad transgénero.