“Aumento moderado” en NY de pacientes con ataques respiratorios en coincidencia con polución por incendios en Canadá
En un 17.8% aumentaron la visitas a urgencias hospitalarias en todo el estado por ataques respiratorios. Este fin de semana en la Gran Manzana se pronostica un aire "poco saludable" para grupos sensibles
La Gran Manzana luce despejada de la nube amarillenta que la invadió esta semana. Crédito: Fernando Martínez | Impremedia
La calidad del aire en la Gran Manzana está mejorando. Pero todavía se clasificaba este viernes en la tarde como “poco saludable para los grupos sensibles”.
Hasta ahora, las autoridades de Salud precisan que sólo se ha registrado un “aumento moderado” de personas que acudieron a centros de salud por ataques respiratorios, cuando una densa capa de humo amarillenta, por efectos de los incendios forestales de Canadá, cubrió gran parte de Nueva York.
Según el Sistema de Vigilancia Electrónica del Departamento de salud de Nueva York (NYSDOH) el pasado miércoles siete de junio, el día “más complicado” de la polución, se registraron 147 visitas a emergencias hospitalarias por ataques de asma u otras complicaciones de tipo respiratorias.
El promedio de asistencia de este tipo de pacientes a centros de emergencia, durante la semana anterior a esta incidencia ambiental, fue de 80 personas diarias.
Esto significa que se precisa un aumento estatal del 17.8% en las tasas de ataques respiratorios por cada 100,000 habitantes.
Si se analiza la tasa general, específicamente en los centros de emergencias de la Ciudad de Nueva York, este incremento fue del 28.4%, de acuerdo con cifras divulgadas por NYSDOH.
En efecto, portavoces del Departamento de Salud de la Ciudad de Nueva York (DOHMH) ratificaron a El Diario que específicamente el pasado miércoles se observó un alza de visitas hospitalarias por cuadros vinculados con cuadros respiratorios, pero que en los días sucesivos todo “ha vuelto a la normalidad”.
“A medida que las condiciones mejoran gradualmente y se vuelve más seguro estar al aire libre, es fundamental que los neoyorquinos tomen precauciones de seguridad para protegerse a sí mismos y a sus familias”, alertó la gobernadora Kathy Hochul al informar sobre estos datos.
El aire “no es saludable” todavía
Hasta este viernes en la tarde, los pronósticos oficiales compartidos en un comunicado por la gobernación de Nueva York muestran que la Gran Manzana, Long Island y las regiones del oeste experimentarán en las próximas horas una calidad del aire que “no es saludable para los grupos sensibles”.
Mientras que las regiones del centro de Nueva York, el valle inferior del Hudson, el valle superior del Hudson y el este del lago Ontario, registrarán un aire de “calidad moderada”.
En este sentido, el comisionado estatal de salud interino, Dr. James McDonald destaca que si bien las condiciones están mucho mejor en todo el estado, exhortan a las personas vulnerables que eviten estar al aire libre, si se considera en su área un nivel “poco saludable”.
“Las personas vulnerables, como aquellas con enfermedades cardíacas o pulmonares, los mayores de 65 años y las personas embarazadas, deben reducir la exposición y minimizar el esfuerzo cuando están al aire libre. Si deben salir, durante condiciones de mala calidad del aire, se les anima a usar una máscara”, recomendó el funcionario estatal.
Difícil de predecir
Los análisis hasta este viernes en la tarde indicaban que aunque la ciudad de Nueva York se encuentra “mucho mejor” en cuanto a la calidad del aire, en comparación con el miércoles, es muy difícil hacer predicciones para este fin de semana.
De acuerdo con la meteoróloga Lauren Casey de la organización Climate Central, el “pronóstico de este fin de semana es imposible de predecir, con un 100% de precisión, debido a la naturaleza del humo y las corrientes de aire”.
Algunas previsiones refieren que si se registran algunas lluvias, podría ser un “impulso potencial” para mejorar la calidad del aire de los neoyorquinos.
Además, la experta aclaró a medios locales que si los incendios en el norte continúan, no hay garantía de que el aire desagradable “no regrese de visita”, dentro de unas semanas o meses.
