Adolescente de 16 años murió baleado en la cabeza por dos hombres con mascarilla en Nueva York
Un adolescente de 16 años murió ayer tras ser baleado en la cabeza a plena luz en una calle de Brooklyn (NYC) por dos hombres que llevaban mascarillas COVID
Escena criminal NYPD/Archivo. Crédito: Andrés Correa Guatarasma | Cortesía
Un adolescente de 16 años murió ayer a plena luz por una herida de bala en la cabeza en Brooklyn (NYC).
Según la policía, dos hombres aparentemente adultos que llevaban “mascarillas COVID” negras se acercaron a la víctima en Marcus Garvey Blvd. entre Willoughby Ave. y Hart St. a las 5:47 p. m. del lunes y dispararon tres tiros a quemarropa.
Al menos una de las balas golpeó a la víctima en la cabeza. El joven se desplomó sobre el pavimento, dijeron testigos al Daily News. “Pensé que eran petardos”, dijo un hombre, que se negó a dar su nombre. “Miré al otro lado de la calle y su cuerpo estaba en el suelo”.
Los paramédicos llevaron al adolescente al Hospital Woodhull en Bedford-Stuyvesant, donde fue declarado muerto. Los pistoleros fueron vistos huyendo en sentido sur, hacia Roosevelt Houses, según la policía y testigos.
El joven vivía a menos de una cuadra de donde le dispararon, dentro de un complejo de viviendas en expansión, llamado “The Courtyard” en Willoughby Ave. entre Marcus Garvey Blvd. y Lewis Ave.
No está claro el motivo del crimen. Un primo de la víctima no identificada dijo que era un buen chico que amaba a su familia y estudiaba mucho. “Él ama a su madre, viene de una buena familia y le fue bien en la escuela. Estamos destruidos”, dijo Tyrone Gibbins, de 38 años, en el Hospital Woodhull. “No sabemos quién haría esto”.
No se han realizado arrestos y la investigación sigue en curso, dijo la policía. Quien posea información debe llamar a 1-800-577-TIPS (8477) y en español 1-888-57-PISTA (74782). También a través de la página crimestoppers.nypdonline.org o por mensaje de texto a 274637 (CRIMES), seguido por TIP577. Todas las comunicaciones son estrictamente confidenciales.
Los jóvenes son cada vez más protagonistas en la violencia armada de Nueva York como víctimas y victimarios, particularmente balaceras y ataques con armas blancas.
La pandemia, el clima anti policial y la reforma penal han sido identificados como factores que han disparado el crimen en la ciudad. En septiembre un informe de NYPD encontró que la reincidencia entre los adolescentes había aumentado drásticamente durante los últimos cinco años y el número de pistoleros y sus víctimas menores de edad se había triplicado.
