Conductor latino mató a otro al atropellarlo a propósito en Nueva York; tenía más de 700 sobres de heroína al ser detenido
Johnathan Ávila fue arrestado como sospechoso de haber matado a otro hispano al atropellarlo a propósito y luego huir en Brooklyn (NYC), en una aparente pelea por drogas
Ambulancia de los bomberos de Nueva York (FDNY)/Archivo. Crédito: Andrés Correa Guatarasma | Cortesía
Johnathan Ávila fue arrestado como sospechoso de haber matado a Jesús Pérez al atropellarlo a propósito y luego huir en Brooklyn (NYC).
Ávila, conductor de 38 años, fue arrestado el lunes por la tarde en relación al crimen sucedido el pasado mes de mayo. Al momento de ser detenido tenía más de 700 sobres de heroína, la mayoría de ellos estampados con las palabras “Bite Me” (Muérdeme) en letras rojas, según una denuncia penal. También llevaba varias pastillas de oxicodona, según Daily News.
Los testigos del atropello y fuga dijeron que el hecho fue el resultado de una pelea por un territorio del narcotráfico. Un video de la escena captó a un hombre al subirse a un auto Honda CR-V justo antes de las 12:30 p.m. del 19 de mayo. Luego cuando su vehículo se acercaba a S. 5th St. y Keap St., tres personas del lado del conductor se le aproximaron.
Se puede ver a uno de las personas apoyada en la ventana del pasajero antes de que el conductor se desvíe, apunte su auto hacia Pérez (49) y lo atropelle.
“Uno de los muchachos le dio un puñetazo” al conductor de la camioneta, dijo el mes pasado Fernando Tapia, encargado de un edificio cercano.
Paramédicos llevaron a la víctima no identificada al Hospital Woodhull, donde fue declarado muerto alrededor de la 1 p.m. Más tarde, la policía encontró el Honda CR-V abandonado a una milla de la escena, en Humboldt St., cerca de Meserole St.
Ávila fue procesado el martes en el Tribunal Penal de Brooklyn por homicidio involuntario, posesión de drogas y otros cargos. Se ordenó su detención sin derecho a fianza y debe regresar a la corte este viernes.
Todos los cargos son meras acusaciones y se presume que las personas procesadas son inocentes hasta que se pruebe su culpabilidad en un tribunal.
