Nueva ley en NY permite revocar una condena a quienes incluso se declararon culpables por un crimen
La Asamblea Estatal aprobó la iniciativa legal de 'Impugnación de Condenas Injustas". Hasta ahora sólo era posible si surgían poderosas evidencias de ADN
La Asamblea del Estado de Nueva York aprobó la ‘Ley de Impugnación de Condenas Injustas’ (S. 7548 / A. 2878), otra iniciativa que al cierre de esta sesión legislativa, ofrece a los neoyorquinos expuestos a la balanza de la justicia la oportunidad de limpiar su nombre.
Este nuevo cambio en la forma cómo se administra la justicia penal en el estado despeja el camino para que las personas impugnen las condenas criminales, incluso después de que se hayan declarado culpables.
Vale la pena destacar que uno de los criterios que empujó esta ley conocida como ‘Wrongful Convictions Act‘, es que en Nueva York y en todo el país muchas personas inocentes se declaran culpables porque son coaccionadas, no tienen la asesoría jurídica adecuada, no entienden inglés o enfrentarían penas más duras si deciden ir a juicio.
También se sumó al criterio de los legisladores neoyorquinos que a nivel nacional el 97 por ciento de los casos penales se resuelven mediante declaraciones de culpabilidad.
Otro dato que fue centro de este debate es que uno de cada cuatro estadounidenses condenados, sin haber sido realmente autores de un crimen, se habían declarado culpables.
Específicamente esta legislación cambia la norma penal estatal vigente, que sólo permite a las personas que se auto proclaman como responsables de una acción criminal, anular sus condenas, sólo si surge una poderosa evidencia basada en análisis de ADN.
Los castigos de largos años en prisión también podrían revisarse y eliminarse si el delito subyacente, ya no existe. Como ocurre con ciertos tipos de crímenes relacionados con las drogas.
La nueva norma recién aprobada crea el derecho “al descubrimiento de evidencia criminal posterior a la condena”, así como la posibilidad de que los condenados obtengan abogados designados por el tribunal.
“Diferenciar entre culpa e inocencia”
Se trata de la segunda ley de peso en este periodo de sesiones, que significarían cambios y oportunidades importantes para quienes ya se encuentren sentenciados.
Recientemente se aprobó la legislación conocida como “Borrón y Cuenta nueva” para sellar automáticamente los antecedentes penales de las personas que cumplen su condena en prisión y están en libertad condicional.
De esta forma, Nueva York se alinea con otros cinco estados y el Distrito de Columbia que tienen mecanismos para que las personas eliminen antiguas condenas por delitos que posteriormente han sido despenalizados.
“Nada es más fundamental para nuestro sistema legal penal que diferenciar entre culpa e inocencia. Este proyecto de ley representa un gran paso adelante para arreglar el sistema en Nueva York. Agradecemos a la Asamblea por su acción y esperamos una pronta firma de la gobernadora”, dijo Amanda Wallwin, Defensora de Políticas Estatales del Proyecto Inocencia.
Esta ley patrocinada por el Senador Zellnor Myrie y el Asambleísta Jeffrion Aubry, mejora el marco de alivio posterior a una condena de Nueva York, que ha sido descrito como uno de los más restrictivos del país para revocar condenas injustas.
“Según las leyes vigentes en nuestro estado, demasiados neoyorquinos están sentados tras las rejas por delitos que no cometieron. Esta legislación establecerá los mecanismos para revisar los casos de quienes hayan sido condenados indebidamente, para que presenten pruebas de su inocencia”, destacó Carl Heastie, líder de la Asamblea Estatal.
De acuerdo con los analistas del sistema de justicia penal, el estado de Nueva York es un caso atípico a nivel nacional al prohibir que las personas que se declararon culpables, anulen condenas injustas. Además, según el Registro Nacional de Exoneraciones tiene el tercer mayor número de condenas inmerecidas en todo el país.
Esta nueva regla se deriva además de un caso de la Corte de Apelaciones de 2018 que prohibió a las personas que son legalmente inocentes, pero que se declararon culpables bajo la amenaza de cárcel o tiempo en prisión, anular los fallos judiciales sin evidencia de ADN. Menos del 10 por ciento de los casos penales producen tal evidencia.
“Nunca ha sido más importante revisar nuestro esquema estatutario anticuado y reemplazarlo por uno que nos ponga en línea con otros estados y comience a abordar este hecho vergonzoso”, razonó Andrea Nieves, abogada supervisora de los Servicios de defensa del condado de Nueva York.
¿Todo listo?
De acuerdo con fuentes legislativas, consultadas por El Diario, no está claro si la gobernadora Kathy Hochul firmará inmediatamente estos proyectos aprobados en plenaria de la legislatura estatal, con una votación mayoritaria de la bancada demócrata.
Por su parte, portavoces de la minoría republicana dijeron que aprobar este proyecto de ley era una señal más de la “locura de las reformas progresistas”.
“¿Cuántas veces los demócratas van a inclinar la balanza de la justicia a favor de los criminales condenados? Las víctimas y la aplicación de la ley continúan siendo un aspecto de segundo plano en Albany”, criticó severamente ante medios locales, el líder de la minoría de la Asamblea, William Barclay (R-Fulton).
Tres claves para entender la ley:
- Elimina la prohibición de declaración de culpabilidad en las afirmaciones de inocencia real, cuando surge una evidencia nueva creíble, que no es solo una prueba de ADN.
- Proporciona un derecho al descubrimiento o hallazgos posteriores a la condena.
- Establece un marco para la asignación de abogados para aquellos con demandas por condenas injustas. Nueva York es uno de los cinco estados del país que no brinda el derecho a un abogado en casos posteriores a la condena.
Alerta: No hablas inglés, eres más vulnerable:
- Con base a la larga documentación de la organización Proyecto Inocencia la verdad es que una persona que no cometió un delito puede confesar falsamente debido a estrés, agotamiento mental, promesas de sentencias indulgentes o barreras para comprender sus derechos constitucionales.
- Muchas veces los menores de edad, las personas con discapacidad intelectual y las personas que no hablan inglés son particularmente vulnerables.
- En promedio, las personas que “confesaron falsamente” fueron interrogadas hasta 16 horas antes de admitir un delito que no cometieron.
- En algunos casos, fueron condenados a pesar de que las pruebas de ADN, contradecían claramente su supuesta participación.