Activistas rechazan el plan hacer un muro de boyas en el Río Grande para impedir la migración
La implementación de las boyas forma parte de una estrategia de la gobernación de Texas para frenar el ingreso de inmigrantes indocumentados al estado de Texas
Este fin de semana, un grupo de activistas y residentes del Sur de Texas denunciaron que la instalación de un muro hecho con boyas en el Río Grande, en la frontera de México y Estados Unidos, para impedir el cruce de inmigrantes indocumentados causará daños ambientales en la zona.
Debido a una medida para restringir la migración en el Sur de Estados Unidos, el gobernador republicano, Greg Abbott, ordenó este año la instalación de más de 300 metros de boyas que fungen de como un muro fronterizo, previo al ya existente entre México y el suelo estadounidense.
“Las boyas son otro intento de militarización de nuestra frontera que tiene un impacto en el río (…) Al igual que la cerca federal, estas boyas cambiarán la forma en que fluye el agua y, por lo tanto, cambiarán el curso mismo del río“, se quejó Adriana Martínez, geomorfóloga fluvial que ha publicado estudios sobre el efecto de la construcción de barreras en la frontera.
Recientemente, el Departamento de Seguridad Pública de Texas informó la semana pasada que cuatro personas, incluyendo una bebé, murieron al tratar de cruzar Río Grande. Estas muertes ocurrieron poco después de que se promulgara la ley que permite la instalación de esas boyas en el río que divide las dos fronteras.
En palabras del gobernador texano, estas boyas serán una medida que obstaculice a las personas llegar a la frontera de Estados Unido. La implementación de las boyas forma parte de una estrategia de la administración de Abbott, en conjunto con otras medidas que han sido apoyadas y replicadas en Florida por el gobernador Ron DeSantis, para frenar el ingreso de inmigrantes indocumentados al estado de Texas y Florida.
Con información de EFE