Preparador físico uruguayo podría ser liberado la próxima semana luego de estar en una cárcel de Brasil por conducta racista
La defensa del preparador físico, Sebastián Avellino, interpuso un habeas corpus, luego de ser acusado de proferir gestos racistas en un partido entre el Universitario de Perú y el Corinthians de Brasil
El uruguayo Sebastián Avellino, preparador físico del Universitario de Perú, que está detenido por presuntos actos racistas en Sao Paulo podría salir en libertad la próxima semana luego de presentar un recurso de amaro ante la justicia brasileña.
Fuentes diplomáticas indicaron a la agencia EFE, que el entrenador se encuentra “bien de salud” en un “centro de detención provisional” al oeste de Sao Paulo.
Lo pusieron tras las rejas luego de proferir “gestos racistas” a aficionados brasileños en el estadio Neo Química Arena.
La defensa de Avellino protocoló este jueves un habeas corpus en el que pide su excarcelación y poder responder a un eventual proceso en libertad, según afirmó la cónsul de Uruguay en Sao Paulo, Marta Echarte, en declaraciones a la Agencia EFE.
Al parecer la justicia de Brasil aceptó el recurso y esperan que tomen una decisión sobre el caso entre “el lunes y el martes” de la siguiente semana.
El hecho se registró la noche del martes en el encuentro de ida de la eliminatoria entre el Corinthians de Brasil y el Universitario de Perú por un cupo a los octavos de final de la Copa Sudamericana.
Las autoridades brasileñas indicaron que Avellino “se posicionó delante de la afición brasileña y simuló ser un mono”.
Esta versión fue confirmada posteriormente a través de las versiones de testigos que se encontraban en el estadio al momento de lo sucedido.
Echarte informó que acompañan desde el primer momento la situación del profesional uruguayo, quien en la tarde de este jueves recibió la visita de sus abogados, contratados por Universitario.
Asimismo, señaló que desde el consulado “están garantizando la integridad física” de Avellino y la “conexión con su familia”, que está en Perú.
“Lo que no podemos hacer es intervenir legalmente en los procesos brasileños”, ni “hacer juicios de valor” porque “el tema del racismo es muy delicado” en Brasil y “no sabemos la derivaciones que pueda tener”, subrayó.
La diplomática aseguró que Avellino está bien, pero que su familia “está preocupada” porque “no se esperaban” lo ocurrido.
Con información de EFE.
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