Esto es lo que pasa en nuestro cuerpo cuando comemos harinas refinadas

El consumo de harinas refinadas se asocia a una cantidad importante de enfermedades metabólicas, debido a que se trata de polvos que actúan casi como azúcares en nuestro cuerpo.

Pese a que las harinas refinadas tienen una gran cantidad de beneficios a la hora de cocinar, estos beneficios no valen la pena teniendo en cuenta los riesgos que representan para nuestra salud, explica el doctor Carlos Jaramillo fundador del Instituto de Medicina Funcional.

Dentro de los beneficios de las harinas destacan: mejorar la textura y hacer que los alimentos crezcan mejor. Sin embargo, las harinas refinadas se comportan en nuestro cuerpo casi como los azúcares simples, lo que significa que producen picos de glucosa y de insulina.

Al tener más picos de insulina y de glucosa es “mayor nuestro riesgo de desarrollar enfermedades metabólicas y digestivas como el hígado graso, la obesidad intraabdominal, la hipertensión arterial, los triglicéridos altos y el síndrome de ovarios poliquísticos”.

Asimismo el consumo de harinas refinadas se asocia a problemas cardiovasculares, que es una de las principales causas de muerte en todo el mundo.

Al consumir harinas refinadas nuestro cuerpo detecta que los niveles de azúcar en sangre se elevan y el páncreas libera insulina, generando un exceso por la rápida liberación de insulina que el cuerpo no consigue quemar, y lo transforma en grasa.

Consumo de alimentos a base de harinas refinadas

La industria de la alimentación incluye las harinas refinadas en gran cantidad de comidas como las pastas, el pan, las galletas y los pasteles.

Jaramillo también se refiere al mito de que muchas personas piensan que las harinas integrales son una mejor opción, “en realidad contienen menos fibra y nutrientes que las harinas refinadas”.

La recomendación de este médico graduado en Harvard es “evitar las harinas refinadas y buscar alternativas más saludables. Si te preocupa el gluten, debes saber que las harinas refinadas de trigo, centeno y cebada contienen gluten”.

Advierte que algunas harinas refinadas, como la de avena, la de maíz, la de arroz y la de garbanzos, no contienen gluten,  sin embargo pueden tener efectos negativos en tu metabolismo.

Efectos en el organismo de comer harinas refinadas

Los alimentos elaborados con harinas refinadas, presente en los alimentos ultraprocesados, pueden aumentar la ansiedad y el deseo de comer.

Esto se debe a que el trigo crea adicción, al actuar como un estimulante del apetito. Un estudio publicado por Crear Salud advierte que “en algunos individuos se ha llegado a describir síndrome de abstinencia con cefaleas  e incluso dolores musculares. A través del consumo de harina refinada estamos alterando nuestro cuerpo a nivel metabólico, cerebral y hormonal”.

Jaramillo admite que dejar de consumir azúcar y harinas refinadas no es fácil, pero trae grandes beneficios para la salud.

Revela al dejar de consumir azúcar y harinas refinadas durante 3 meses los resultados fueron sorprendentes, porque logro perder peso, tener más energía y una piel más clara.

Para dejar de comer harinas refinadas, dejar a un lado comer pan y harinas puede traer increíbles efectos en tu metabolismo.

Si logras dejar de consumir azúcar y harinas puedes experimentar resultados sorprendentes. Por ejemplo, 4 semanas sin azúcar pueden cambiar tu metabolismo de manera increíble. Jaramillo cuanta su experiencia personal al dejar de consumir azúcar y pan durante tres meses, y los resultados que experimentó fueron mejor de lo que esperaba.

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