Nadie puede esconderse del impacto del cambio climático

Nueva York debe priorizar la inversión de recursos para proteger a quienes no protegieron en el pasado

Bañistas en una playa de Nueva York durante la reciente ola de calor.

Bañistas en una playa de Nueva York durante la reciente ola de calor. Crédito: EFE

Estamos viviendo cada año más caluroso registrado en el ambiente. Los desastres climáticos se han convertido en una realidad frecuente para millones de personas en todo el mundo. Nadie puede esconderse del impacto del cambio climático, pero repetidamente observamos comunidades de color y familias de bajos ingresos que sufren los peores efectos del calor extremo, tormentas severas y inundaciones frequentes.

Me crié en una familia que es orgullosamente puertorriqueña en Williamsburg, Brooklyn. Vivimos en viviendas de NYCHA durante una buena parte de mi vida. Eventualmente, mi familia tuvo la oportunidad de comprar una casa en Staten Island. La propiedad de vivienda fue un momento cumbre para nosotros: nuestro sueño se había convertido en nuestra realidad. Pero menos de un año después, llegó el huracán Sandy y, como miles de otros, nuestro hogar fue diezmado. Perdimos todo.

No éramos los únicos que tuvimos que recomponer nuestras vidas, pero fuimos los únicos en mi cuadra que enfrentaron racismo al buscar ayuda de las autoridades. Para ellos, nuestra piel morena era prueba de que en realidad no vivíamos en el barrio.

Durante décadas, la línea roja ambiental ha expuesto a las communidades de color a la polución, mientras que la falta sistémica de inversiones en infraestructura pública desgastaba nuestras carreteras y obstruía nuestras alcantarillas. Ahora, estas poblaciones tienen un mayor riesgo de enfermedades respiratorias, lo que subraya la necesidad de aire limpio. Con el aumento de los fenómenos meteorológicos de lluvias extremas, estos vecindarios enfrentan daños extremos por inundaciones.

La crisis climática nos afecta a todos, y Nueva York debe priorizar la inversión de recursos para proteger a quienes no protegieron en el pasado.

Kinetic Communities es una organización dedicada a conectar a personas en comunidades de bajos ingresos, incluyendo a las personas que viven en viviendas públicas, inmigrantes y comunidades de color, a que a hagan la transición a energía limpia. El comenzar esta organización no era solo un negocio para mí. Era una misión profundamente personal. Quería asegurarme de que nadie más tuviera que pasar por lo que yo pasé y luchar para que comunidades como la mía fueran reconocidas como igualmente merecedoras de protección contra los efectos del cambio climático.

Durante años, como asistente del Concejo Municipal, organizadora y luego defensora de la energía limpia, noté que ninguna de las iniciativas de planificación de la ciudad, compañías de energía limpia y grandes organizaciones ambientales sin fines de lucro con las que trabajé tenían una relación con miembros de la comunidades donde estaban, y no podían explicar la transición a los residentes en una manera en cual ellos podían entender. Actualmente, menos del 40% de los trabajadores de la economía de energía limpia de EEUU son personas de color. Esto es inaceptable.

En Kinetic Communities, cultivamos activamente el talento de las comunidades a las que servimos. Trabajamos para generar confianza, brindar educación a largo plazo y conectar a las familias con los recursos que necesitan para modernizar sus hogares, reducir sus costos de energía y reducir su huella de carbono.

El cambio climático no va a venir. Ya está aquí.

Las crisis concurrentes de Nueva York merecen una sólida estrategia de inversión, de la cual estamos viendo el comienzo a través de la asignación de $5 mil millones para propuestas de eficiencia energética y electrificación de edificios por parte de la Comisión de Servicios Públicos del Estado de Nueva York. Pero significa más que hacer que la energía verde sea más accesible para los neoyorquinos; significa participación comunitaria a largo plazo, inversiones demostradas en los vecindarios que más lo necesitan y priorizar esos vecindarios en los esfuerzos de preparación y recuperación. Ese es el trabajo que me enorgullece hacer en el espacio de la justicia climática, y es el trabajo que sé que toda la ciudad debe asumir.

El mejor momento para una acción duradera sobre el cambio climático fue ayer; el segundo mejor momento es ahora.

Daphany Rose Sanchez es una organizadora comunitaria y experta en sostenibilidad climática con un enfoque comunitario y de justicia social.

Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain