Acusado de violar y asesinar a niña guatemalteca de 11 años en Texas se enfrenta a la pena de muerte de resultar convicto
Juan Carlos García-Rodríguez fue acusado de asesinato capital. Este cargo constituye el crimen más serio de todos los delitos de asesinato y es equivalente a asesinato en primer grado
Una jueza en el condado Harris en Texas le negó la fianza a Juan Carlos García-Rodríguez, acusado de violar y asesinar a la niña guatemalteca de 11 años María Elena González en un apartamento de Pasadena mientras el padre de la menor trabajaba.
El joven de 18 años, también de origen guatemalteco, compareció por primera vez a una corte en el estado ayer en la mañana luego de haber sido extraditado desde Shreveport, Louisiana.
García-Rodríguez fue acusado de asesinato capital. Este cargo constituye el crimen más serio de todos los delitos de asesinato; es equivalente a asesinato en primer grado.
En Texas, es legal la pena de muerte, por lo que, de resultar convicto, el hispano podría ser castigado con la pena de muerte. Si ese no es el caso, la otra pena sería cadena perpetua.
La gravedad del acto de asesinato es lo que determina si un sospechoso será acusado o no de asesinato capital.
García-Rodríguez está acusado de violar y estrangular mortalmente a González, quien había llegado junto a su padre al complejo residencial Main Village Apartments, en el 1004 de Main Street, hacía apenas tres meses.
El día de los hechos, el pasado 12 de agosto, la menor se encontraba sola en el inmueble ya que su padre Carmelo González se había ido a trabajar.
Cuando González arribó a eso de las 10 a.m. a su espacio de trabajo, recibió un mensaje por teléfono de María Elena en el que esta indicaba que alguien estaba tocando a la puerta. El progenitor le pidió a su hija que no la abriera.
A eso de las 2:30 p.m. cuando regresó de labores, el hombre halló el cadáver de su hija en una bolsa de basura dentro de un cesto de ropa debajo de una cama.
El acusado vivió en el complejo por menos de un mes con otros dos residentes. El lunes de la semana pasada abandonó el espacio bajo el argumento de que había encontrado otro trabajo. Sin embargo, se llevó la llave del apartamento en el que residió. Ese elemento fue incautado en la escena y sirvió como pieza clave para establecer un posible vínculo de García-Rodríguez con el crimen.
En la audiencia en corte ayer, trascendió que el muchacho alegó que otros dos hombres, a punta de pistola, lo obligaron a atacar a la niña.
Al momento, las autoridades no tienen evidencia que pruebe esta versión.