Nuevo libro de Cassidy Hutchinson revela detalles de la Casa Blanca, alega que ropa de Mark Meadows olía mal tras quema de documentos de Donald Trump
En su libro "Enough" Cassidy Hutchison, contó su paso por la Casa Blanca como asistente de Mark Meadows, en el que describió las quejas de la esposa del exjefe de gabinete de los altos costos en tintorería que tenía que pagar para eliminar el olor a quemado de sus trajes al haber arrojado documentos de la Administración de Donald Trump
La exasistente de la Casa Blanca, Cassidy Hutchinson, quien testificó en las audiencias del 6 de enero de 2022 dijo que su jefe, Mark Meadows, destruyó documentos potencialmente condenatorios durante los últimos días del entonces presidente Donald Trump en la Casa Blanca, alegando sobre la cantidad de papeles que fueron quemados.
Hutchinson realizó la afirmación en su libro “Enough” sobre su paso como asistente principal del exjefe de gabinete Meadows, sumándose a las acusaciones realizadas por la mujer de 27 años el 17 de mayo de 2022, en nombre del gobierno federal.
En ese momento la exasistente, ex partidaria de Trump y convertida en la testigo estrella en el juicio histórico, afirmó que su jefe lanzó documentos regularmente a su chimenea de Washington DC durante el transcurso del mes de diciembre de 2020.
En el nuevo ejemplar, Hutchinson plasmó que Meadows quemó tantos documentos que su esposa se quejó de lo caro que se había vuelto lavar en seco el aroma a “hoguera” de los trajes del exjefe de gabinete durante su permanencia en la época de Trump.
Meadows está acusado actualmente de cometer varios actos como parte de una conspiración para mantener el control de la Casa Blanca, él fue uno de los 18 acusados, donde los fiscales que llevan el caso dicen que el equipo del exmandatario republicano trató de anular los resultados de las elecciones en Georgia.
En el libro que fue publicado el lunes, Hutchinson dio una descripción más precisa de las afirmaciones que hizo en 2022, así como algunas nuevas, incluyendo las presuntas preocupaciones de Debbie Meadows sobre sus grandes gastos de limpieza en seco.
Previamente, la exasistente afirmó que Meadows quemó documentos “aproximadamente una docena de veces” en la chimenea de su oficina.
En sus memorias aseguró que además el exjefe de gabinete de Trump también negaba regularmente deshacerse de la basura diaria en “bolsas para quemar” autorizadas por el gobierno, por temor a que alguien de “El estado profundo” podría interceptar el contenido.
En vez de eso Meadows prefirió quemar los papeles en su propia oficina, hasta el punto que su esposa se quejaba frecuentemente con Hutchinson del olor insoportable que emanaba de los trajes de su marido y del costo para eliminar el olor.
En otras acusaciones realizadas por Hutchinson en el libro, que relata la llamada lucha “entre [su] lealtad a la administración Trump o la lealtad al país“, son igual de increíbles y llegan cuando el magnate neoyorquino se quiere hacer con el poder por tercera vez.
En “Enough” también acusó a Rudy Giuluani de manosearla el 6 de enero, “como un lobo acercándose a su presa” en una tienda de campaña tras el discurso de Trump a sus seguidores ese mismo día, justo antes del asalto al Capitolio.
La exasesora escribió un extracto de la supuesta agresión, que de acuerdo con ella ocurrió “quizás a seis filas del escenario” donde describió “sentí sus dedos congelados subiendo por mi muslo”.
Recordó también, cómo se alejó enfurecida por el manoseo, pero describió los sentimientos de traición que sintió como resultado, citando cómo “estaba rodeada de todas estas personas con las que sentía que podía identificarme”.
Giuliani, que cuenta con 79 años, criticó las afirmaciones de Hutchinson sobre él en el libro como “completamente a absurdas”, mientras Meadows y Trump todavía no han comentado nada sobre el contenido del ejemplar, informó Daily Mail.
En lo referente a las acusaciones que vinculan a Meadows, la persona con la que trabajó de cerca durante su tiempo en el Gobierno de Trump, Hutchinson relató que el funcionario, que al igual que el exalcalde de Nueva York busca que su juicio sea trasladado a un tribunal federal, le cuestionó si “recibiría una bala” por el presidente, ya que se avecinaba su derrota ante Biden semanas antes.
Asimismo, recordó cómo Trump frustrado presuntamente lanzó su plato de almuerzo al otro lado de la habitación tras escuchar que el fiscal general William Barr decir que no vio pruebas de fraude generalizado en los comicios de 2020, algo que ya mencionó durante su campaña de 2022.
“Agarré una toalla y comencé a limpiar el ketchup de la pared para ayudar al valet a salir”, recordó Hutchinson.
Además, escribió que, pese a que todas sus preocupaciones sobre el secreto, el gobierno de expresidente republicano durante sus últimos días sorprendentemente no tuvo vigilancia, Matt Gaetz, republicano de extrema derecha de Florida, se presentó sin cita para presionar a Meadows para que le concediera el perdón en su caso de tráfico sexual, que desde ese momento fue desechado.
Redactó que más de una semana después del asalto al Capitolio, donde cinco personas perdieron la vida, Hutchinson se encontró con Mike Kindell, el conspirador vendedor ambulante de My Pillow, caminando por la Casa Blanca sin escolta, diciendo para sí mismo: “Todavía podemos ganar”.
En el mes de mayo, la exasistente dijo que en algunas ocasiones lanzaría documentos al fuego tras reunirse con el representante republicano por Pensilvania, Scott Perry, quien estuvo al frente de la campaña de fraude electoral de Trump.
‘Estaba en reuniones todo el día, así que era después de las reuniones. No conozco documentos específicos. Sé que tal vez tres o cuatro veces… entre dos y cuatro veces había tenido al señor Perry en su oficina justo antes”.
Hutchinson agregó que los dos estaban discutiendo “cuestiones electorales” en específico “el papel del vicepresidente el 6 de enero”.
Se ha relacionado a Perry con los esfuerzos por poner a Jeffrey Clark como fiscal general y usar el Departamento de Justicia para anular las elecciones de 2020.
Hutchinson expresó que no sabía qué eran esos documentos, si eran copias y originales que la ley debería tener.
Igualmente, en el libro compartió que “se presentaron inquitudes” a Meadows antes del 6 de enero.
El ejemplar, anunciado como un recuento de cómo Hutchinson “[arriesgó todo para decir la verdad sobre algunas personas más poderosas de Washington]”, se sumó a las afirmaciones del lunes, cuando se publicó.
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