¿Viajas en avión? Cuidado con lo que comes antes de abordar

Los alimentos que consumimos antes y durante un vuelo se digieren de manera diferente en altitudes más altas, por eso hay que prestar atención a la comida que tomamos.

Llegar al aeropuerto y comernos un refrigerio antes de embarcar es algo muy común, pero requiere especial atención porque afecta los niveles de energía durante el viaje y al llegar al destino.

Hay cinco alimentos y bebidas que se recomienda evitar a los viajeros para prevenir molestias, cansancio y otros efectos de las alturas, según el experto en nutrición Ryan Davidson, de la empresa de limpieza Raw Juicery.

Manzanas

Por su contenido de fructosa y el alto contenido de fibra, comer manzanas, provocar gases e hinchazón. Se puede consumir “en las 24 horas previas a un vuelo, conviene evitarlos, ya que los 4 a 5 gramos de fibra por porción pueden provocar hinchazón del estómago al volar”.

Café

Davidson explica a The New York Post que el café actúa como un diurético y deshidrata, lo que puede ocasionar varias idas al viaje durante el vuelo; se debe evitar beber café hasta dos horas antes del vuelo.

Bebidas alcohólicas

No es aconsejable tomar bebidas alcohólicas antes del vuelo, porque el cuerpo no procesa el alcohol en las alturas. Explica que la presión de la cabina y a la disminución de los niveles de oxígeno en la sangre, dificulta al cuerpo procesar el alcohol. El nutricionista indica que los efectos del alcohol y los síntomas de deshidratación se sentirán más rápidamente.

Agua del grifo

A la hora de beber agua, la más segura, la opción más aconsejable es le agua embotellada; en lugar dela del grifo del avión. Aunque las aerolíneas cumplen de manera estricta la regulación, el agua se almacena en tanques en el avión y se puede producir contaminación.

Lo ideal es “mantenerse alejado de cualquier líquido que pueda provenir de un tanque de almacenamiento. Podría tratarse de cualquier cosa, como chocolates calientes, tés y cafés”, explica.

Chicle

Aunque un chicle puede ser una solución a los nervios y para controlar la presión de la cabina y hacer que se les salten los oídos. “Masticar chicle puede aumentar el riesgo de hinchazón y gases adicionales al abrir la boca al masticar y tragar más aire. Los edulcorantes artificiales del chicle también pueden aumentar las posibilidades de tener exceso de gases”, agrega Davidson.

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