Horario de invierno 2023: Por qué el cambio de hora afecta más a los niños y a adultos mayores

Estamos muy próximos a hacer el cambio de hora para así dar paso al conocido horario de invierno, momento en el que deberemos atrasar el reloj una hora, por lo que a las 3 de la mañana del día domingo 5 de noviembre de 2023, volverán a ser las 2.

En principio, pareciera ser una ventaja, ya que tendremos una hora más para dormir; sin embargo, los cambio de hora siempre afectan nuestro día a día hasta que nuestro organismo nuevamente se haya acostumbrado al nuevo horario.

Recordemos que el número de horas de luz de las que gozamos durante el día tiene consecuencias directas sobre nuestra salud, en particular en niños y adultos mayores, los cuales son quienes más padecen y tardan en ajustarse al cambio de hora.

¿Por qué los niños y adultos mayores son más sensibles al cambio de horario?

Estos sectores de la población tienen mayor sensibilidad ante los cambios hormonales y con el horario de invierno, las horas de luz en el día son menos, lo cual afecta al ritmo del sueño debido a que aumenta la melatonina, haciendo que se tenga más somnolencia. Además, provoca ansiedad e incluso, puede desencadenar cuadros depresivos en estos grupos.

De igual modo, con la llegada del otoño se puede vivir algo llamado “depresión otoñal”, que es cuando se experimenta una bajada del estado de ánimo, provocado por el natural descenso de las temperaturas, así como la reducción de horas de luz. Estos efectos provocan tristeza en algunas personas, especialmente en las que viven solas, de ahí que, el cambio de hora afecte más a las personas de la tercera edad.

Algunas personas mayores con demencia pueden presentar mayor agitación, confusión, ansiedad, irritabilidad o incluso pensamientos paranoicos o alucinaciones. La falta de luz también puede producir infartos y enfermedades cardiovasculares.

En cuanto a los niños, el cambio de hora genera problemas de atención, irritabilidad, enfados injustificados, cansancio o desánimo. Todos ellos suelen darse durante las primeras horas del día, por lo que les cuesta más concentrarse durante la jornada escolar.

Así que para afrontar el cambio de horario de la mejor forma posible, los especialistas recomiendan que durante los días previos al cambio de hora, se adelanten los horarios de las comidas y de las cenas una media hora; también reducir el consumo de café y de bebidas energéticas, evitar las siestas y en caso muy necesario de hacerlas, que sean más cortas de lo habitual, y hacer ejercicio a primera hora de la mañana.

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