El perro más viejo del mundo, Bobi, fallece a los 31 años
Bobi, certificado como el perro más viejo del mundo por Guinness World Records, lamentablemente falleció a la notable edad de 31 años
En una conmovedora despedida de un querido compañero canino, Bobi, el perro más viejo del mundo, falleció a la extraordinaria edad de 31 años. Guinness World Records, que certificó oficialmente a Bobi como el perro más viejo del mundo el 2 de febrero, anunció su pacífico fallecimiento.
Bobi, un Rafeiro do Alentejo de pura raza, provenía del pintoresco pueblo portugués de Conqueiros. Su longevidad récord le valió el reconocimiento mundial, con más de 100 personas de todos los rincones del mundo reunidas en mayo para celebrar su 31 cumpleaños.
Según el American Kennel Club, los perros Rafeiro do Alentejo suelen tener una esperanza de vida promedio de 12 a 14 años, lo que hace que los 31 años de Bobi sean aún más extraordinarios.
Sorprendentemente, la madre de Bobi, Gira, vivió hasta la impresionante edad de 18 años, lo que da a entender la notable genética que contribuyó a la larga vida de Bobi.
Leonel Costa, el devoto dueño de Bobi, atribuyó la excepcional esperanza de vida del perro al “ambiente tranquilo y pacífico” en el que vivía. Además, Bobi disfrutaba de una dieta que incluía alimentos humanos, lo que puede haber influido en su vitalidad.
A diferencia de muchos perros, Bobi nunca estuvo atado, encadenado ni atado; tenía la libertad de deambular por su casa, lo que seguramente contribuyó a su satisfacción.
La doctora Karen Becker, una veterinaria que tuvo el privilegio de conocer a Bobi varias veces, lo describió con cariño como un “niño dulce”. Ella compartió la noticia del fallecimiento de Bobi en Facebook, reconociendo el profundo impacto que tuvo en quienes lo conocieron y amaron.
“A pesar de haber sobrevivido a todos los perros de la historia, sus 11.478 días en la tierra nunca serían suficientes para quienes lo amaban”, señaló Becker.
La familia de Bobi, que lo había descrito ante Guinness como un perro tranquilo y sociable, compartió que le encantaba que lo acariciaran y que tenía un vínculo especial con sus cuatro hermanos felinos. Le encantaba pasear por la granja de la familia y, en los días más fríos, a menudo se le podía encontrar relajándose junto a la chimenea.
La notable edad de Bobi supera al anterior poseedor del récord del perro más viejo del mundo, un can pastor australiano llamado Bluey, que vivió hasta los 29 años y 5 meses, según lo confirmado por Guinness World Records.
La historia de Bobi sirve de inspiración para los amantes de los perros de todo el mundo y un recordatorio de los profundos vínculos que pueden formarse entre los humanos y sus compañeros peludos.
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