Ballena jorobada es liberada de una trampa para cangrejos tras 3 días atrapada en Alaska

Una enorme ballena juvenil quedó “atada” durante tres días por una trampa para cangrejos de 300 libras anclada por 450 pies de línea de alta resistencia en el Golfo de Alaska.

El Servicio de Parques Nacionales, junto con residentes locales y equipos especializados, corrieron contrarreloj para liberar al majestuoso mamífero, según informó en un comunicado de prensa.

El dramático rescate comenzó cuando dos lugareños vigilantes, Sesylia Hazen y Kamille Williams, avistaron a la angustiada ballena jorobada el 10 de octubre. La ballena arrastraba dos boyas, luchaba por moverse libremente y emitía sonidos inusuales.

Según el Servicio de Parques, los testigos preocupados informaron inmediatamente de la situación a la estación de información para visitantes del Parque Nacional Glacier Bay.

La compleja operación de rescate en Alaska

Se desarrolló una misión de rescate de un día de duración, en la que participaron equipos de patrulla del Servicio de Parques Nacionales y especialistas de la red de Respuesta a Enredos de Ballenas Grandes.

La intensidad de la operación quedó capturada en unas imágenes de drones publicadas por el Servicio de Parques Nacionales. Rescatar a las grandes ballenas de enredos es un proceso complejo. Si bien la amenaza a sus vidas no es inmediata, sigue siendo significativa y su enorme tamaño plantea desafíos para los rescatistas.

La operación generalmente implica métodos desde embarcaciones, donde los rescatistas usan garfios y ganchos para sujetar grandes boyas al animal enredado, asegurándose de que permanezca en su lugar. Luego proceden con un cuchillo de precisión para liberar a la ballena.

El equipo de respuesta a enredos del Parque Nacional Glacier Bay “jugó un papel crucial” en la misión de rescate. Proporcionaron el barco y la experiencia para evaluar el estado de la ballena y llevar a cabo el desenredo.

La operación de rescate tuvo lugar el 11 de octubre, tras una evaluación exhaustiva del estado de la ballena. La presencia de la nasa para cangrejos y su pesado equipo significaba que la ballena estaba parcialmente anclada al fondo del mar.

La ayuda adicional provino del propietario de la trampa para cangrejos, quien proporcionó información vital sobre su ubicación, y de un piloto voluntario de drones, Sean Neilson, cuyas imágenes aéreas desempeñaron un papel fundamental en la evaluación de la complejidad del enredo.

Cuando los funcionarios se acercaron a la jorobada enredada, se dieron cuenta de la gravedad de su situación. La movilidad de la ballena estaba severamente restringida y nadaba en círculos predecibles en el sentido de las agujas del reloj.

Las imágenes tomadas con drones revelaron una realidad desgarradora: la ballena estaba “atada”, con un lazo de hilo a través de su boca y una maraña de hilos enrollados alrededor de su cola.

Los rescatistas trabajaron meticulosamente, un corte a la vez, para aflojar el equipo. Una vez que se cortó la cuerda que atravesaba la boca de la ballena y alrededor de su cola, la ballena jorobada escapó triunfalmente.

Si bien dejó atrás la mayor parte del hilo de pescar y las boyas, se recogieron todos los aparejos. La trampa para cangrejos, sin embargo, permanece en el fondo del mar en la zona donde la ballena fue vista por última vez.

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