Demócratas exigen a Biden enviar soldados a frontera entre Arizona y México tras gran flujo de migrantes
Varios políticos y funcionarios han elevado su voz debido a la crisis migratoria que vive Arizona, instando a Joe Biden a enviar a la Guardia Nacional a Lukeville, cuyo puerto fronterizo está cerrado desde el 4 de diciembre
Los traficantes de personas han elegido un lugar remoto de Lukeville para dejar a los inmigrantes que buscan entregarse a la Patrulla Fronteriza y pedir asilo. Crédito: REBECCA NOBLE | AFP / Getty Images
El incremento del flujo de migrantes en la frontera entre Arizona y México causó que políticos y funcionarios, incluso varios demócratas, hicieran un llamado al presidente Joe Biden para que enviara soldados y recursos con el fin de restaurar la normalidad, que mantiene cerrado uno de sus puertos fronterizos más importantes.
Asimismo, el senador demócrata por Arizona, Mark Kelly, y la independiente Kyrsten Sinema, instaron a la Casa Blanca a enviar a la Guardia Nacional a Lukeville, cuyo puente fronterizo está cerrado desde el pasado 4 de diciembre, cuando la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) reasignara a su personal para colaborar con el procesamiento de inmigrantes.
“Durante demasiado tiempo, las comunidades de Arizona han pagado por las fallas de Washington en el manejo de la frontera”, alegaron los senadores, que se unieron al llamado hecho por Raúl Grijalva, miembro demócrata de la Cámara de Representantes.
En este sentido, la gobernadora demócrata Katie Hobbs lanzó el pasado fin de semana el operativo “Secure”, que llevará más recursos del estado para reforzar la seguridad en la frontera y designará más personal para lograr la reapertura del puerto de Lukeville.
“Mientras sea gobernadora, haré todo lo que pueda para poner fin al caos en la frontera“, dijo en un video publicado en la red social X.
“No tengo miedo de enfrentarme a políticos de ambos lados que no están haciendo lo que es mejor para Arizona”, agregó Hobbs, que se reunió con integrantes del CBP para entender la situación en Lukeville, que ha registrado una gran cifra de migrantes desde hace varias semanas.
La gobernadora se unió a líderes del pueblo Tohono O’odham para solicitar al secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, más flujo de dinero para manejar la crisis de migrantes en tierras de la reservación indígena.
De acuerdo con los datos de la CBP, los arrestos de migrantes en Tucson, que incluye Lukeville, han subido un 140% en los dos primeros meses del año fiscal 2024 (octubre y noviembre de 2023) en comparación con el mismo periodo.
Los traficantes de personas han elegido un lugar remoto de Lukeville para dejar a los inmigrantes que buscan entregarse a la Patrulla Fronteriza y pedir asilo.
La CBP dijo que el acceso a ese sitio en sumamente complicado y que la mayor afluencia de migrantes no ha parado en lo que va de mes de diciembre, sino que, por el contrario, ha aumentado.
Hobbs le dirigió una carta a Biden en la que lo alerta que el cierre del puerto de Lukeville “ha provocado una crisis humanitaria absoluta en el área y ha puesto en riesgo la seguridad y el comercio de Arizona”.
El paso de Lukeville es uno de los más utilizados por los mexicanos que hacen sus compras en Arizona y el más usado por los ciudadanos estadounidenses que viajan de vacaciones al estado de Sonora, en particular a Puerto Peñascos, conocido por sus playas.
“Se puede ir, por otro lado, pero aumenta el viaje en unas cuatro horas y lo expone a uno a pasar por tierras de narcotraficantes, y pues así es mejor no ir”, expresó Andrea Díaz, residente de Tucson.
La gobernadora pidió a la Administración demócrata que asigne más personal, envíe a la Guardia Nacional y reembolse los más de $512 millones de dólares invertidos por el estado en operaciones fronterizas, incluyendo transporte de migrantes y la intercepción de drogas.
Al problema económico que deja el cierre también se ha unido la frustración de los agentes de la CBP por el manejo de la situación en la frontera.
“Hay muchos que estamos desmotivados”, dijo un agente de la Patrulla Fronteriza (que forma parte de CBP) que habló bajo condición de anonimato.
La queja del oficial es que los recursos no alcanzan para procesar a los solicitantes de asilo y que esta tarea los ha llevado a descuidar su labor de seguridad.
“Si a esto no se le pone un alto con medidas que funcionen, va a seguir repitiéndose”, resaltó.
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