Ganó $12 millones en la lotería y terminó su vida viviendo como ermitaño

Paul Maddison compró un ticket de lotería, junto con su socio comercial, y se llevaron el premio mayor; sin embargo, el dinero les trajo distintas penas

Euromillions

El hombre vivió varios tropiezos tras ganar la lotería. Crédito: JACQUES DEMARTHON | AFP / Getty Images

Fue en 1995 cuando un empresario británico llamado Paul Maddison, y en ese entonces, su socio comercial, Mark Gardiner, compraron en conjunto un billete de lotería que les otorgó un premio equivalente a $24 millones de dólares.

Paul y Mark se dividieron el premio en partes iguales y el primero decidió iniciar una nueva vida en la ciudad de Perth, al lado de su entonces esposa Ruth, tras adquirir una mansión de lujo y algunos autos deportivos.

Sin embargo, a los pocos meses, su matrimonio terminó luego de que Maddison se enterara de que su mujer le era infiel, por lo que terminó pidiéndole el divorcio.

Sin embargo, al poco tiempo, decidió rehacer su vida al lado de Evelyn McGillivary, quien era la encargada de limpiar su mansión, con quien inició un romance y terminaron en el altar en 1997.

La pareja decidió iniciar una vida completamente nueva, por lo que se mudaron a Robgill Tower, una propiedad del siglo XVI cerca de Dumfries, y que Paul compró por 650,000 libras esterlinas, donde vivieron un estilo de vida “solitario”, un tanto como ermitaños, rodeados de cámaras de seguridad, puertas con control remoto y un intercomunicador para controlar a los visitantes.

Luego de 10 años viviendo lejos de todos en este sitio, la pareja decidió vender la propiedad por unos $2,9 millones.

“Ha sido una casa fabulosa y muy feliz, pero se ha vuelto demasiado grande para nosotros. A veces, cambiamos de habitación solo para variar, pero en realidad es hora de la siguiente parte del sueño. Ahora queremos algo más manejable. Esta casa ahora es una fantasía de lotería. Tal vez otro ganador la compre”, comentó en ese momento Evelyn para el Daily Record.

Pero fue a principios de este año cuando McGillivary murió, tras una larga batalla contra una dura enfermedad, algo que no pudo soportar Paul, quien también falleció el pasado 28 de noviembre, a los 73 años; alejado de todos y sin opulencia.

Por su parte, su socio Mark, en 2009, declaró que el haber ganado el premio de lotería terminó por arruinarle la vida, debido a que realizó una serie de inversiones fallidas que le causaron muchos problemas, quedándose prácticamente sin nada, por lo que tuvo que empezar prácticamente desde cero, con un nuevo empleo.

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