Israel sigue con su ofensiva en Gaza a pesar de sus diferencias con Estados Unidos
Benjamin Netanyahu reconocía que hay un desacuerdo con Estados Unidos sobre lo que pasará en Gaza tras la guerra entre Israel y Hamás, pero dijo que no permitirá la entrada a la Franja a quienes educan para el terrorismo, lo apoya y financian
La guerra de Gaza sigue sumando más muertos y heridos sin que Israel ceda en su ofensiva implacable contra el grupo islamista Hamás, pese a que quedaron patentes las diferencias con su principal aliado, Estados Unidos, sobre cómo está actuando en la Franja.
El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, reconoció que “hay desacuerdo sobre el día después de Hamás”.
“Después del gran sacrificio de nuestros civiles y nuestros soldados, no permitiré la entrada a Gaza de quienes educan para el terrorismo, apoyan el terrorismo y financian el terrorismo“, indicó Netanyahu en un comunicado.
Estados Unidos propone que la Autoridad Nacional Palestina (ANP), que gobierna partes reducidas de Cisjordania ocupada, tome el control en Gaza después de la guerra, lo que rechaza Israel.
La ANP, encabezada por el presidente palestino, Mahmud Abás, perdió el control de Gaza en 2007, cuando Hamás tomó el poder por la fuerza.
Poco después del pronunciamiento de Netanyahu, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, advirtió de que Israel está perdiendo apoyo por los bombardeos de la Franja y debería cambiar su gobierno.
“Están empezando a perder apoyo”, aseveró Biden, quien criticó que el actual Ejecutivo es el “más conservador de la historia de Israel” y lamentó que “no quiere una solución de dos Estados”, Israel y Palestina.
Netanyahu debería “cambiar” a su gobierno para encontrar una solución de largo plazo al conflicto, consideró.
Biden ha mostrado desde el principio su apoyo inquebrantable a Israel para eliminar a Hamás y se opone a un alto el fuego porque considera que sería utilizado por el grupo islamista para rearmarse y atacar de nuevo.
Pero a medida que aumentan las víctimas civiles por los bombardeos en Gaza, ha incrementado su presión a Netanyahu.
Biden se opone además a que Israel ocupe la Franja tras la guerra.
67 días de guerra
La guerra estalló el pasado 7 de octubre tras el ataque de Hamás con el lanzamiento de miles de cohetes y la infiltración de unos 3,000 milicianos, que masacraron a unas 1,200 personas y secuestraron a otras 250 en poblaciones israelíes cercanas a la Franja.
Desde entonces, Israel ataca con fuerza por aire, tierra y mar el enclave, donde ya suman 18,412 los muertos y 50,100 heridos, según las autoridades gazatíes, controladas por Hamás, y son cerca de 1,8 millones los desplazados entre sus 2,3 millones de habitantes, en medio de una grave crisis humanitaria.
Mientras la presión internacional insiste a Israel para acabar la guerra, este asegura que seguirá con la ofensiva hasta erradicar a Hamás de Gaza y liberar a los 135 rehenes que quedan en la Franja, aunque según información de inteligencia, Israel estima que unos 15 están muertos.
Israel anunció el martes que recuperó los cuerpos de dos de los secuestrados, en una operación de fuerzas especiales en la Franja en la que murieron dos solados y varios resultaron heridos.
Hospitales, escuelas y otras instalaciones civiles sufren especialmente las consecuencias de la guerra, incluso las de organismos internacionales.
El Ministerio de Sanidad de la Franja denunció que las fuerzas israelíes tomaron el Hospital Kamal Adwan, después de haberlo “rodeado y bombardeado, aterrorizando a quienes estaban dentro”.
Uno de los médicos que estaba en el hospital, el doctor Hussam, relató a EFE que las fuerzas israelíes entraron y se llevaron a todos los hombres y al personal médico. “Me pidieron inspeccionar el edificio para asegurarse de que no había armas y no encontraron nada”, añadió.
“Crímenes de guerra”
Hamás afirmó en un comunicado que el ataque al Hospital Kamal Adwan es un “intento desesperado” de Israel de forzar a los gazatíes a que dejen el norte de la Franja.
“El bombardeo y asedio de hospitales (…) son crímenes contra la ley internacional”, agregó.
Asimismo, se hizo viral un vídeo que muestra la destrucción de una escuela de la UNRWA, la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, en el norte de Gaza.
Las imágenes muestran cómo la escuela es dinamitada ante la mirada de soldados israelíes, entre los que alguno parece celebrarlo.
Israel reitera que instalaciones como hospitales y escuelas son utilizadas por Hamás para esconderse y lanzar ataques.
Gaza no es el único conflicto que afronta Israel, que a diario reporta ataques desde el Líbano, otras veces desde Sira, además de que la violencia no cesa en la Cisjordania ocupada.
Seis palestinos murieron este miércoles por un ataque con un dron israelí en Cisjordania ocupada.
La artillería israelí atacó puntos del sur del Líbano desde donde el grupo chií Hizbulá lanzó proyectiles hacia el norte Israel, en una nueva jornada de hostilidades en la zona. Y también hoy un proyectil lazado desde Siria impactó en Israel, sin causar víctimas.
Un comité parlamentario en Israel ha autorizado un nuevo incremento presupuestario de unos $7,000 millones de dólares para afrontar el coste de la guerra de Gaza y de las hostilidades de la frontera con el Líbano.
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