2023 termina con un agrio debate sobre cuál será el futuro de la cada vez más caótica Avenida Roosevelt de Queens
La presencia creciente de más vendedores ambulantes que se disparó en este otoño, detona críticas de los comerciantes formales. El balance es más delincuencia y más basura, sin nada que indique que ese panorama puede cambiar a corto plazo
Si se compara con el periodo de “vacas flacas” pandémico, este 2023 fue de “cierta recuperación” para centenares de comerciantes formales, establecidos en la extensa cuadrícula de la Avenida Roosevelt en Queens, aunque en paralelo, la realidad impone que mucho de los problemas que por años han enfrentado vecindarios de Jackson Heights y Corona ahora están más encendidos.
En pocas palabras, el colombiano Sergio Ramírez, propietario de dos restaurantes en ‘La Rooselvelt’ con 20 años de actividad en ese condado, lo define así: “Más vendedores ambulantes, más delincuencia, más prostitución, más basura y un ambiente en general más deprimente. Aunque contradictoriamente, sí se movió un poco más de dinero”.
La definición de Sergio, es una constante en la boca, de sus compañeros de su gremio comercial. Y los números oficiales sobre la criminalidad del Departamento de Policía de la Ciudad de Nueva York (NYPD), parecieran darle la razón.
“Aquí la Ciudad habla de un control de los tiroteos y de los asesinatos. Pero los rateros se han multiplicado. Los robos de carros son horribles y ni hablar de las agresiones para robar celulares y carteras. Eso no son signos de seguridad pública. Habrá mejorado en Manhattan. Pero aquí, nunca había estado peor”, aseveró.
Más delitos de agresión y violaciones
En efecto, el número de casos de agresión por delitos graves denunciados en Queens ha aumentado durante el último mes, en comparación con el mismo período de 2022, según las últimas estadísticas sobre delitos publicadas por NYPD.
Los casos de agresión grave, han aumentado tanto en el norte, como en el sur de Queens, durante el período de 28 días comprendido entre el 20 de noviembre y el 17 de diciembre, en comparación con el año pasado.
En el norte de Queens, los casos de agresión por delitos graves durante este periodo pre navideño creció en un 15%. De 167 el año pasado a 192 este año.
Este tipo de denuncias, también aumentaron en el sur de Queens, un 8%: De 178 a 193.
Las estadísticas destacan que el aumento más significativo se produjo en estos días analizados, justamente en los límites del distrito 110, que cubre Corona y Elmhurst. Los casos en estas localidades aumentaron de 30 a 45 este año en la misma temporada.
En lo que va del año, los delitos graves en todo el condado como asesinatos, violaciones y grandes asaltos se han mantenido estables.
Pero en el caso de las violaciones nuevamente Jackson Heights y los alrededores del tren 7 aparecen con un resaltador: Pasaron de cero casos el año 2022 a cinco denuncias formales entre el 13 de noviembre al 10 de diciembre de este año. Esto significa el aumento más significativo de casos de este crimen en estos 28 días de seguimiento oficial.
La lucha por los espacios públicos
Otra comerciante ecuatoriana, establecida por décadas en un negocio familiar de comida típica de su país, en la calle 91 con la Avenida Rooselvelt, quien prefirió reservar su identidad, comentó a El Diario que si no se “precisan cambios de fondo” en las políticas municipales, lamentablemente en ese vecindario desaparecerán los espacios públicos.
“Yo tengo mucha compasión con las personas que necesitan trabajar y ganarse la vida. Porque finalmente gran parte de ellos son mis paisanos. Pero fíjate como hay esquinas en donde la gente ni puede caminar. Instalan freidoras con bombonas de propano ¡Eso es peligroso! La gente discapacitada casi no se puede movilizar en algunas aceras”, consideró la comerciante.
El otro punto que pone sobre la mesa esta emprendedora es la basura, pues a su criterio la actividad de los informales convierte a cada cuadra, al finalizar la jornada, en un gran relleno sanitario.
“Mientras que nosotros los comerciantes tenemos cada vez más regulaciones con los desechos, más exigencias, nuevas multas, de nada sirve, porque finalmente toda la actividad de ventas callejeras, no permite cambios en la sanidad del vecindario. Hoy en este 2023, La Roosevelt está más asquerosa que nunca. Es un gran depósito de basura”, opinó.
Los recortes presupuestarios anunciados por la Ciudad en el Departamento de Saneamiento (DSNY) debido a la crisis migratoria ya han alertado que la frecuencia de los camiones podría reducirse en los cinco condados.
“Pueden pasar camiones 30 veces al día, pero siempre estará sucio, mientras no haya regulaciones y educación a los ambulantes”, remató la inmigrante ecuatoriana.
“Algunos dejan todo tirado”
En el otro lado de la “acera”, la mexicana Rosario Troncoso, presidenta de la Asociación de Vendedores Ambulantes de Corona Plaza, quien representa apenas a 60 comerciantes entre las calles 103 y 104 con la Avenida Roosevelt, niega que sean este tipo de comerciantes los responsables de la basura que frecuentemente ocupa las esquinas en esa arteria vial.
“Nosotros hacemos operativos de limpieza. Al finalizar ponemos todo en contenedores. Precisamente estamos organizados y queremos la expansión de los permisos, justamente para garantizar un mejor servicio. Nosotros también pagamos impuestos. Nosotros somos parte de esta comunidad y debemos convivir mejor para colaborar con la Ciudad”, defendió Troncoso, al mismo tiempo que lideraba un operativo de limpieza en ese transitado lugar en donde la Alcaldía retiró el pasado mes de agosto a cientos de ambulantes. Pudieron volver en noviembre, pero con nuevas reglas.
“Los que estamos aquí mantenemos todo limpio. Han llegado cientos de personas que también tienen derecho a ganarse la vida. Pero deben educarse mejor. Sí es verdad que en otras calles dejan todo tirado. En nuestro caso, nosotros debemos dar el ejemplo”, comentó otra vendedora de frutas.
Desde la primavera de 2022 cuando empezaron a arribar a la ciudad de Nueva York miles de inmigrantes, casi a la par, empezaron a aparecer en esta icónica vía decenas de nuevos puestos de comida y vendedores informales, de todo tipo de productos.
También como los mismos líderes electos de este distrito han reconocido, se ha expandido la actividad del comercio sexual, lo cual ha generado acciones de protesta de algunos residentes.
En resumen, se trata de un laberinto difícil de transitar y un acertijo difícil de resolver: Los comerciantes formalmente establecidos le atribuyen a los vendedores informales la proliferación de más basura, estos a su vez se dividen entre comerciantes de “larga data” y “recién llegados”. El primer grupo culpa a los segundos del caos de los desechos sólidos. Estos últimos a la vez, aseguran que también tienen derecho a ocupar las calles, porque son inmigrantes que necesitan sobrevivir.
Comerciantes: “Nos intimidan”
Otro dueño de un restaurante ecuatoriano ubicado en Corona, quien también reservó su identidad, mantuvo el tono de solidaridad con los cientos de personas recién llegadas, que se han “tirado a la calle”, a vender cualquier cosa para sobrevivir. Aunque sube el tono, cuando muestra que después de las 4 de la tarde, hay algunos segmentos y esquinas en donde no se puede transitar.
Este inmigrante quien llegó a la Gran Manzana hace 30 años, recordó que desde el pasado mes de agosto se empezaron a realizar ciertas movilizaciones para exigir “calles más limpias”, que al cierre de este año no terminaron en nada.
“Desde el verano nos reunimos y exigimos a la Ciudad acciones y solo removieron a quienes ocupaban toda la plaza de Corona. Pero ahora en el otoño y por Navidad, aparecieron más y más, por todas las calles. A uno le cuesta dar la cara como un pequeño empresario para exigir tus derechos, porque inclusive te gritan verbalmente. Ellos te acusan abiertamente de ser egoísta, antiinmigrante…y un largo etc”.
En este sentido el concejal Francisco Moya, dijo a medios locales que desde el verano su oficina a recibido al menos 20 quejas por semana con respecto a la venta ilegal callejera que tiene lugar en el vecindario. Asoció la “venta no autorizada con un aumento de la delincuencia”.
“Lo que hemos visto son incidentes de vendedores que intimidan a los dueños de negocios y a los residentes. Vemos la delincuencia que está teniendo lugar aquí, la prostitución que corre desenfrenadamente a lo largo de la Avenida Roosevelt. Esto tiene que cambiar”.
Sin nada en el horizonte
Pero como señaló a El Diario, otro comerciante en el anonimato, se termina este año sin ningún cambio en el horizonte: “Lo que vimos es que los líderes electos que deberían pensar en planificar mejor la Ciudad, apuestan al caos. No tenemos la mínima expectativa para el futuro, sino más informalidad, más delincuencia, y más problemas aquí en la Roosevelt“.
En el fragor de las protestas por los desalojos de la Plaza Corona Plaza, el presidente del condado de Queens, Donovan Richards, fijó muy clara su posición cuestionando las medidas de la Alcaldía de desalojar a Corona Plaza de comerciantes informales.
“Estas son mujeres de color con hijos, muchas de las cuales vienen a esta plaza todos los días para alimentar a sus familias, alimentar a la comunidad y ser verdaderamente una joya de Queens. Entonces, ¿qué quieres que hagan? Es repugnante tratar a los vendedores como delincuentes. Es inmoral y simplemente antiestadounidense”.
Sin números precisos:
- 14 vendedores fueron autorizados desde el pasado mes de noviembre a reocupar espacios de Corona Plaza, dando prioridad a los vendedores originales que fueron expulsados.
- 20,000 vendedores informales se calculan hay en NYC, una aproximación que no incluye a la nueva oleada migratoria.