Policía en Maine temía confrontar a Robert Card, pistolero que mató a 13 personas en dos ataques

Un video divulgado este viernes revela que las autoridades policiales en Maine temían confrontar al pistolero que dejó 18 muertos en dos tiroteos en Lewiston en octubre pasado debido al impacto que esto pudiera desencadenar.

El material divulgado por Portland Press Herald muestra la conversación telefónica del pasado 16 de septiembre entre el alguacil del condado Sagadahoc, el sargento Aaron Skolfield, y el capitán de la Reserva, Jeremy Reamer, sobre la amenaza que podría representar Robert Card a la seguridad pública.

Oficiales militares alertaron a la Policía ese mes que Card había estado hospitalizado en julio por mostrar un comportamiento errático mientras se encontraba en entrenamiento; que tenía armas y que había amenazado con abrir fuego en un centro militar en Saco.

A raíz de la comunicación en septiembre, el departamento del alguacil decidió inspeccionar la instalación en Saco y prestar vigilancia por un breve periodo de tiempo, además de examinar la residencia de Card en Bowdoin.

“La única cosa que te voy a pedir es que por favor lo documentes”, le manifestó Reamer al otro. “Solo di, ‘él estaba ahí, no estaba siendo cooperador. Pero nosotros confirmamos que estaba vivo y respirando’. Y de ahí podemos partir. Eso es, desde mi punto de vista, todo lo que realmente estamos buscando”, añadió.

Durante el verano, Card se encontraba desplegado en Camp Smith, en “usptate” Nueva York.

El 17 de julio, líderes del Tercer Batallón de la Reserva del Ejército, Regimiento de Infantería 304, notificaron al personal de guarnición en el recinto del comportamiento preocupante de Card.

Supuestamente, el militar indicó que estaba escuchando voces y amenazó con disparar en la base de la Guardia Nacional.

En vista de que Card había rechazado tratamiento medico tras la hospitalización, Skolfield mencionó la ley de bandera amarilla de Maine que puede ser utilizada para remover armas a personas peligrosas.

“Eso, obviamente, es un obstáculo que tenemos que afrontar. Pero, al mismo tiempo, nosotros no queremos arrojar un cartucho de dinamita a un charco de gas tampoco, y hacer las cosas peores”, consideró el funcionario policial.

Reamer también expresó las mismas preocupaciones. “Yo también soy policía”, manifestó. “Obviamente, yo no quiero que ustedes salgan lastimados o que hagan algo que los ponga en una posición comprometedora”, añadió. in a compromising position.”

Skolfield se refirió a los Cards como una familia grande en el área y expresó que no quería hacer público que estaban visitando su casa. Skolfield le dijo a Reamer que contactaría al hermano de Robert, Ryan, para asegurarse que los parientes le quitaran las armas.

Agentes llegaron hasta la casa del padre de Robert Card

Un segundo video muestra a un agente en la casa del padre de Robert. Luego de que el hombre indica que no ha hablado con su hijo en varios días, el official señala que retomará la diligencia más tarde.

“Yo solo quiero asegurarme que Robert no haga nada tonto”, agrega el policía.

Los ataques perpetrados por Card, reservista del Ejército, el pasado 25 de octubre en la bolera “Just-In-Time” y Schemengees Bar and Grille dejaron, además, 13 heridos.

Stephanie Sherman, abogada que ha representado a varias familias víctimas del tiroteo del 2022 en Uvalde, Texas, considera que la Policía contaba con información suficiente para, al menos, mantener ingresado a Card en un centro siquiátrico.

“Había un historial de problemas con el Ejército, había un historial de institucionalización. La Policía sabía que esta persona estaba teniendo alucinaciones”, destacó Sherman. “Así que había una pila de problemas por los que ellos podían rápidamente obtener una orden para confiscar las armas, y hasta posiblemente poner la persona bajo custodia. No custodia criminal, pero algún tipo de retención siquiátrica”, apuntó.

Más de 48 horas después de los hechos, Card fue hallado muerto por un disparo autoinfligido en el interior de un camión en un centro de reciclaje de donde había sido despedido no hacía mucho.

El cuerpo de Card, que tenía 40 años, fue descubierto no muy lejos del río Androscoggin por la zona de Lisbon Falls a unas 10 millas de Lewiston.

El hombre había dejado una nota suicida en la que se despedía de sus seres queridos y revelaba datos sensibles como sus contraseñas del teléfono móvil y cuentas bancarias.

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