Miles asisten al funeral de Saleh al-Arouri, el segundo líder de Hamás en Beirut
Beirut es testigo de un funeral masivo para el líder asesinado de Hamas, Saleh al-Arouri, lo que genera votos de represalias y temor a una escalada del conflicto en la región
Retratos del líder adjunto de Hamás, Saleh al-Aruri, asesinado y de otros funcionarios asesinados el 2 de enero de 2024. Crédito: ANWAR AMRO/AFP | Getty Images
Beirut se convirtió recientemente en el epicentro del duelo y las tensiones políticas cuando miles de personas se reunieron para asistir al funeral de Saleh al-Arouri, un alto líder de Hamás, que fue asesinado en un presunto ataque israelí.
En las calles de la ciudad resonaron música, oraciones y disparos, reflejando una mezcla de tristeza y desafío, mientras que el ministro de Defensa iraní, el general de brigada Mohammad-Reza Ashtiani, alertó a Estados Unidos que “se prepare” para las consecuencias de la muerte del número dos de grupo palestino de Hamás.
La importancia del asesinato de Saleh al-Arouri
La muerte de Arouri supone un duro golpe para Hamás, donde era reverenciado como líder adjunto y figura crucial en el brazo armado del grupo. El asesinato también resonó en el Hezbollah del Líbano, destacando la vulnerabilidad de su bastión en Dahiyeh, Beirut, según la cadena BBC.
Mientras la comunidad lidia con esta pérdida, la atención se centra en Hassan Nasrallah, líder de Hezbollah, y su próximo paso en este juego geopolítico de alto riesgo.
En su discurso tras el asesinato, Nasrallah condenó el ataque como “flagrante agresión israelí“, prometiendo que no quedaría sin respuesta. Sin embargo, su discurso no llegó a declarar una ofensiva inmediata contra Israel, que ni confirmó ni negó su participación.
Este enfoque cauteloso subraya el acto de equilibrio estratégico de Hezbollah, cuyo objetivo es apoyar a los aliados palestinos y al mismo tiempo evitar una guerra a gran escala que podría devastar al Líbano, que ya se tambalea por una crisis económica y donde hace pocos días se reveló de la existencia de una vasta red de túneles.
El camino a seguir: ¿diplomacia o escalada?
Las respuestas calculadas de Hezbollah hasta ahora sugieren una estrategia continua para evitar una guerra total con Israel, un sentimiento que se hace eco de la falta de apoyo público a la confrontación militar en el Líbano.
Las autoridades israelíes, por su parte, han emitido severas advertencias contra una escalada. El Ministro de Defensa, Yoav Gallant, enfatizó la disposición de Israel a alterar la dinámica de seguridad en el norte, pero también insinuó una preferencia por soluciones diplomáticas.
El próximo discurso de Nasrallah será fundamental para determinar la trayectoria de esta delicada situación, equilibrando la necesidad de una respuesta con el deseo de evitar otro conflicto catastrófico en el Líbano.
Muchos todavía recuerdan la destrucción causada por el conflicto de un mes de duración entre Israel y Hezbollah en 2006, y con el Líbano sufriendo una crisis económica masiva.
Mientras la región se encuentra en una encrucijada, el mundo observa de cerca, esperando que la moderación y la diplomacia prevalezcan sobre el espectro de un conflicto más amplio. Los próximos días serán cruciales para dar forma al futuro del Líbano y sus relaciones con Israel, con profundas implicaciones para la estabilidad y la paz regionales.
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