Anciano de Australia ganó $650 mil en la lotería y terminó demandando a su hija
El hombre, de 92 años, aseguró que su hija lo "intimidó" para que le diera parte de su premio; pero detrás había otra historia, un tanto oscura
El anciano no quiso compartir el premio de lotería con su hija, tal y como se lo prometió. Crédito: Kena Betancur | Getty Images
Más de un afortunado ganador de un importante premio de lotería ha dicho en algún momento de sus vidas, tras obtener sus ganancias, que este hecho ha sido la peor experiencia de su vida, ya que, en ocasiones, el dinero suele atraer diversos problemas, que, incluso, pueden llegar a destrozar familias.
Eso fue lo que le ocurrió a un anciano de 92 años, originario de Australia, quien ganar un significativo premio de lotería, terminó demandando a una de sus hijas, y todo por una disputa de sus ganancias.
Fue en marzo de 2018 cuando William John Bampton, de Queensland, ganó un premio de lotería equivalente a $650,000 dólares.
Meses después, el anciano comenzó a hacer planes con su dinero, entre ellos, compartir con su hija Suzanne Vourlides, un poco menos de un tercio de sus ganancias totales, es decir, unos $195,000.
Pero a los pocos meses, el anciano interpuso una demanda en contra de su hija, asegurando que ella ejerció presión sobre él para que le cediera parte de su premio, a tal grado que lo habría intimidado para que, finalmente, firmara un cheque a su nombre.
Luego de muchos meses en litigio, finalmente un juez desestimó el caso, ya que Suzanne presentó diversas pruebas que demostraban que su padre le prometió a ella y a sus hermanos compartir con ellos su dinero ganado en la lotería.
Bampton utilizó parte de su premio para comprar una casa, poniendo a su hijo Larry como copropietario, dejando a Suzzane excluida. El hombre argumentó que lo hizo porque no quería que su esposo se quedara con el dinero.
De igual modo, el hombre cambió su testamento para así garantizar que su hija no recibiría nada del dinero de su premio de lotería hasta que su marido muriera, y luego, modificó su testamento en varias ocasiones.
La juez que llevó este caso encontró que las declaraciones de padre e hija eran contradictorias, pero la personalidad del anciano era más fuerte que la de su hija, por lo que no cree que pudiera haberlo intimidado.
Además, considero que era justo que hiciera un reparto equitativo de su premio con sus hijos.
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