¡Imagine a Trump de vuelta!

El sonoro triunfo de Donald Trump en la asamblea o caucus del partido republicano en Iowa donde, pese a la nevada, sacó el 51% de los votos que lo ratifican en primer lugar para ser coronado como candidato del partido de oposición, vaticinan que competiría, otra vez, con Joe Biden en las elecciones presidenciales del 5 de noviembre próximo.

Lo extraño del resultado es que sorprendió el relativo éxito de Ron DeSantis quien con el 21% de los votos le arrebató el segundo lugar a la exembajadora ante la ONU, Nikki Haley, quien al quedar como tercera opción electoral con apenas el 19% nos  desencantó.

Aunque DeSantis necesitaba ese triunfo, necesariamente no implica que Haley esté perdiendo terreno, ni tampoco indica que Trump sea el elegido de la primaria republicana. 

Cada voto cuenta, recuérdelo amigo lector, el poder está en manos de los ciudadanos con edad y derecho a ir a las urnas, para hacerse escuchar en los comicios, donde decidiremos el futuro de la nación y de paso el de millones de inmigrantes que siguen a la espera de una reforma migratoria, de la que ninguno de los aspirantes habla todavía.

Tras los resultados de Iowa, tanto el gobernador de Florida como la exgobernadora de Carolina del Sur enfilan baterías, y van con todo rumbo a la primaria de New Hampshire, este martes 23 de enero. Haley espera que como dice la canción “sea más bonito” y pueda convencer a los electores para votar por una mujer con juventud y fortaleza para evitar más de lo mismo, como las 91 acusaciones que pesan sobre el líder de la campaña republicana y así convencer de votar por una nueva generación del liderazgo conservador.

El lío con el discurso de Haley es que no vemos los posibles candidatos independientes o incluso de los partidores tradicionales. Esto pese a que hay espacio tras la renuncia del exgobernador de New Jersey, Chris Christie y el empresario Vivek Ramaswamy, quien se hace a un lado para respaldar a Trump, en una movida que se esperaba.

Es decir que, llegó la hora para que los latinos empecemos a calcular y pensar ¿qué sigue? Y ¿cómo seremos relevantes? en esta competencia por la Casa Blanca.

Pensemos por ejemplo cómo sería si en enero del 2025, es Joe Biden quien debe dar la bienvenida para recibir a Trump y Melania en su regreso a la Casa Blanca.

Si recuerdan, Trump no quiso cumplir con ese protocolo cuando Biden le ganó en 2020, justo después de la toma del Capitolio en Washington DC. Entonces, la pregunta es ¿queremos más de lo mismo?

Como autora, Sofía Villa escribe esta columna a título personal y sus opiniones no representan a Televisa-Univision Inc. donde trabaja como Writer/Producer.