Conserva la salsa para pasta por más tiempo con este hack
Hay una forma segura y práctica de conservar la salsa para pasta por más tiempo, incluso por 3 meses
Las salsas es uno de los ingredientes que no puede faltar en la despensa y se pueden almacenar por meses. Sin embargo, una vez que se abre hay que utilizarlas, pues su tiempo de vida está contado. Una solución es congelar lo que no se vaya a consumir en el momento.
Los tiempos de duración de las salsas en la nevera tiene que ver con los ingredientes. Por ejemplo, una marinara puede llegar a durar hasta cinco días en la nevera, mientras que las son a base de queso duran menos, quizás solo 3 días.
Una vez abierta la salsa, si no se usa y se reserva en la nevera, comienza a deteriorarse, a cambiar de textura, pierde sabor y comienza a aparecer el moho, por lo que una solución para alargar la vida de este producto es congelarla en las bandejas de hacer cubitos de hielo.
Utilizar estas bandejas es muy práctico, ya que no solo puedes congelar sopas, café para hacer bebidas helados, sino muchos otros alimentos y las salsas sobrantes. Si la bandeja es de una onza por cubito, tendría la capacidad de dos cucharadas de salsa aproximadamente.
Paso a paso para congelar la salsa
Una vez sepas qué cantidad no vas a usar, se procede a congelarla en bandejas para hacer cubitos de hielo. Preferiblemente, durante la noche y así a la mañana siguiente podrás desmoldar y reservarlos en un recipiente hermético o en una bolsa para cuando los vayas a utilizar.
A la hora de congelar las salsas se recomienda que sea lo más líquida posible y en caso de que contenga trozos, de algún alimento, se debe sumergir para que no sobresalgan y se congelen de manera uniforme.
Evite guarde los cubitos de salsa en un recipiente de vidrio, porque pueden romperse al expandirse, indica Food Republic. El tiempo de duración es de unos 3 meses.
¿Cuáles salsas no se congelan bien?
No todas las salsas califican para ser congeladas, ya que pierden textura como las que son cremosas o con queso. Tampoco las salsas emulsionadas como la vinagreta u holandesa. Igualmente, ocurre con las salsas gruesas como la boloñesa o la puttanesca.
Para utilizar la salsa se recomienda descongelarla de la noche anterior en la nevera, para luego usarla. También se puede usar directamente en la preparación caliente, donde se irá derritiendo con el calor.
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