Seis exagentes de la ley serán sentenciados a pena máxima por torturar a dos afroamericanos en Mississippi
Los seis exoficiales admitieron que sometieron a las víctimas Michael Corey, Jenkins y Eddie Terrell Parker a múltiples actos de tortura violenta y motivos raciales, ambos fueron esposados, les lanzaron, leche, alcohol y jarabe de chocolate, fueron obligados a desnudarse y a ducharse juntos, entre otras atrocidades
Seis exoficiales de Mississippi que se declararon culpables de una amplia lista de cargos estatales y federales por torturar a dos hombres afroamericanos, serán sentenciados por un juez federal desde este martes.
Tom Lee, juez de distrito estadounidense, condenará a dos acusados cada día, empezando por hoy, martes, miércoles y jueves, tras retrasar en dos oportunidades del proceso. Cada uno se enfrenta con la posibilidad de pasar décadas en la cárcel.
Los sujetos admitieron en el mes de agosto que sometieron a Michael Corey, Jenkins y Eddie Terrell Parker a múltiples actos de tortura violenta y motivos raciales.
En un hecho que tuvo lugar en enero del año pasado, los seis exagentes irrumpieron en una residencia del condado de Rankin sin orden judicial y agredió a Corey y a Parker con pistolas paralizantes, un juguete sexual y otros objetos.
El terror dio inicio el 24 de enero de 2023, con un llamado racista a la violencia extrajudicial.
Una persona de tez clara llamó al oficial del condado de Rankin, Brett McAlpin, y se quejó de dos hombres negros que se vivían con una mujer blanca en una casa en Braxtonm Mississippi.
El funcionario le dijo al agente Christian Dedmon, quien envió un mensaje de texto a un grupo de funcionarios blancos tan dispuestos a usar fuerza excesiva que se denominaron a sí mismos “The Goon Squad”.
Ya dentro de la casa, esposaron a Jenkins y a Parker y les lanzaron leche, alcohol y jarabe de chocolate en el rostro. Fueron obligados a desnudarse y a ducharse juntos para ocultar el desastre. Se burlaron de ellos con insultos racistas y los electrocutaron con pistolas paralizantes.
Luego de que una amenaza resultó mal cuando Jenkins recibió un disparo en la boca, pensaron en un encubrimiento que incluía poner drogas y un arma. Por varios meses se presentaron cargos falsos contra las dos víctimas.
Antes de la decisión del juez, Jenkins y Parker solicitaron “las sentencias más duras” en una rueda de prensa.
“Ha sido muy difícil para mí y para nosotros”, expresó Jenkins. “Esperamos lo mejor y nos preparamos para lo peor”.
Jenkins sufrió una laceración en la lengua y una fractura en la mandíbula. Aún tiene problemas para hablar y comer.
El abogado de las víctimas, Malik Shabazz, dijo que el resultado de las audiencias de la condena podría tener implicaciones nacionales, informó AP News.
“Michael Jenkins y Eddie Parker continúan sufriendo emocional y físicamente desde este horrible y sangriento ataque por parte de los agentes del condado de Rankin”, dijo Shabazz.
“Se debe enviar un mensaje a la policía de Mississippi y de todo Estados Unidos: ese nivel de conducta criminal enfrentará las consecuencias más duras“.
Meses antes de que los fiscales federales anunciaran los cargos en agosto del año pasado, una investigación de The Associated Press, relacionó a algunos de los oficiales con al menos cuatro hechos violentos con hombres de tez oscura desde 2019 que dejaron dos muertos y otro con lesiones permanentes.
Los oficiales acusados incluyen a McAlpin, Dedmon, Hunter Elward, Jeffrey Middleton y Daniel Opdyke del Departamento del Sheriff del condado de Rankin y Joshua Hartfield, un oficial de policía de Richland.
Todos se declararon culpables de cargos que incluyen conspiración contra derechos, obstrucción de la justicia, privación de derechos bajo apariencia de ley, disparo de arma de fuego bajo, un delito de violencia y conspiración para obstruir la justicia.
Por su parte, Jason Kirschberg, en representación de Opdyke, expresó lo siguiente: “Daniel ha aceptado la responsabilidad por sus acciones y por sus omisiones. … Ha admitido que se equivocó y siente un profundo remordimiento por el dolor que causó a las víctimas”.
Por los cargos federales, tanto Dedmon y Elward enfrentan cada uno una condena máxima de 120 años más cadena perpetua y multas de $2.75 millones de dólares. Además, Hartifield enfrenta una probable sentencia de $80 años y $1.5 millones de dólares, McAlpin enfrenta 90 años y $1.75 millones de dólares.
Igualmente, Middleton enfrenta 80 años y 1.5 millones de dólares, y Opdyke podría ser puesto tras las rejas por 100 años con una multa de $2 millones de dólares.
Los exagentes aceptaron sentencias recomendadas por el fiscal que irían de cinco a 30 años en una corte estatal, pero el tiempo cumplido por condenas separadas en el ámbito estatal correrá paralelamente con las sentencias federales potencialmente más largas.
El condado de Rankin, con personas mayormente blancas, se encuentra justo al este de la capital del estado, Jackson, y acoge uno de los porcentajes más altos de residentes negros de cualquier ciudad importante del país.
Las autoridades advirtieron a Jenkins y Parker que “permanecieran fuera del condado de Rankin y regresaran a Jackson o a ‘su lado’ del río Pearl”, según los documentos judiciales, haciendo una referencia a una zona con mayores concentraciones de residentes negros.
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