Poeta puertorriqueña Mairym Cruz-Bernal lista para “volar en globo” con nuevo libro en El Barrio’s Artspace en Manhattan
La reconocida poeta boricua presentará su libro número 24 en un evento este sábado que está abierto a toda la comunidad
Nueva York – La mujer imposible se atreve, no pide permiso
La mujer imposible sabe que el precio por la libertad es alto, pero, aun así, pisa, descalza
“Ando descalza por la casa que abandoné”, manifiesta
Grita, y el eco sacude los labios rotos de los hombres que le temen
La mujer imposible se confiesa, pero no pide perdón
La mujer imposible se reconoce, mientras la ve el otro, “aunque no logre mirarla”
La mujer imposible es posible en cada caricia
Es la que prefiere “el poema en los ojos del amor” que sigue esperando
La mujer imposible son las mujeres que la vieron pasar y aún no la conocen; son las que la conocen; son las mujeres que la conocerán
La mujer imposible se revela y se rebela en cada verso porque no tiene otra manera de salvarse
La mujer imposible es Mairym, es su nieta Victoria
(Versos de Marielis Acevedo Irizarry en dialogo con algunos de “Esta manera de volar en globo”)
Con las ganas interminables de la mujer imposible despega en Nueva York este próximo sábado “Esta manera de volar en globo”, el libro número 24 de la poeta puertorriqueña Mairym Cruz-Bernal, con una presentación en El Barrio’s Artspace en Manhattan.
El recorrido comprende unos cinco años de historias desde lo más recóndito del mundo interno de la también editora, traductora, columnista y ensayista. La poeta no solo es guía, también hace la tarea. Varios de los escritos seleccionados fueron creados como parte de los talleres de poesía confesional que ofrece Cruz Bernal, según reveló en entrevista con El Diario.
“Toda esa amalgama de poemas se fueron construyendo durante la pandemia y se fueron escribiendo; más tenía otros poemas también de talleres de corte confesional… que son poemas narrativos. No son poemas líricos; no son poemas que le cantan a la patria de una forma de pajaritos y montañas; son poemas dentro del ser que se van construyendo porque algo adentro duele mucho, en este caso la historia mía. Y eso lo escribí, lo trabajé”, describe.
¿Por qué “Esta manera de volar en globo”?
Bajo la editorial Lúdika Proyecto, el poemario de 166 páginas nos lleva a sus caídas y vacíos más dolorosos con la esperanza de que se eleve el vuelo. En ese sentido el título es la apuesta.
“No es un título que esté dentro del libro, porque son poemas muy de adentro del ser, muy del mundo interno de uno, versus este título que es uno de aire. A mí me gustó y me enamoré de ese contraste. No es la intención engañar al lector. Sin embargo, sí tengo la intención de que con el título podamos volar un poco; imaginarnos el globo terráqueo o los globos como chiringas, porque son poemas tan duros y dolorosos que yo creo que los escribí para finalmente dejarlos ahí para irme en otro vuelo en globo”, contrasta Cruz Bernal, expresidenta del PEN-Puerto Rico.
En la segunda parte titulada “Mapas ocultos”, el texto dialoga o está complementado con epígrafes o versos de otros poetas esenciales, principalmente de América Latina como Rosario Castellanos, Mario Bennedetti, Pablo Neruda y Vicente Huidrobo, por mencionar algunos.
Un manual para su nieta
Para Cruz Bernal, “Esta manera de volar en globo”, editado y diagramado por el escritor colombiano Carlos Castillo Quintero, es también una especie de manual para su nieta sobre cómo atreverse a ser la mujer que quiera en un mundo aún dominado por códigos e imposiciones machistas, muchos camuflados bajo falsas ideas de igualdad.
“Este libro yo lo escribí para mi nieta. Para que cuando ella sea grande y tal vez ya yo no esté, ella pueda ver lo que yo viví, y a lo mejor eso le ayuda a adelantarse un poco. Ojalá yo hubiera tenido un libro de sugerencias de mi bisabuela o de mi abuela”, resalta Cruz Bernal.
Aunque a través de los versos, la poeta se reconoce como una mujer imposible, nunca “light”, reafirma una y otra vez su poder.
“La mujer imposible la ve el otro, aunque yo estoy convencida de que soy una mujer imposible. Yo soy una mujer muy complicada. Ayer me dijo alguien, ‘tú tienes mucha intensidad y tus sentimientos son muy fuertes’. Yo no sé si eso me lo dijeron en un tono agresivo o en un tono divertido… Yo no soy una mujer ‘light’…he vivido. No necesitamos que un hombre nos venga a resolver ningún problema”, insiste.
“Defiendo la mujer que decidí ser ante todos los hombres”, afirma la poeta en uno de los versos.
En esa búsqueda hacia la autodeterminación femenina, para Cruz Bernal la sexualidad es el punto de partida y una manera de subsanar el conflicto.
“A los hombres siempre se le salen estos 2,000 años de tradición machista, aunque sea a la entrada, al medio o a la salida. Y como la mujer sensible lo ve todo y lo escucha todo…Ese poema con el que inicio (Manifiesto del vientre) tiene que también ver con la sexualidad, que es de dónde viene el machismo también. Es una sexualidad insatisfecha. Yo termino aquí contigo, pero pueden haber tres o cuatro ahí esperándome en la puerta, porque lo que está sucediendo aquí no me satisface del todo. La sexualidad es para la mujer… y eso el hombre tiene que asumirlo; tiene que rendirse al deseo de ella. Y si no es así la mujer va a estar bien insatisfecha”, sostiene Cruz Bernal.
Por medio del libro, la autora también libera las historias íntimas familiares desde su crisol.
La figura de su mamá
La figura de la madre que la llevó a buscar oxígeno en la poesía para luego volver a sus brazos también destaca en la entrega.
“Yo y mis hermanos venimos de un hogar muy roto. Mami murió ya; mi papá está vivo. Y mi mamá no nos enseñó rutas para ser feliz. Ella no tenía las herramientas suficientes para manejar el gran dolor que le vino adentro y vivió muy triste; yo no creo que mi mamá fuera feliz en ningún momento. Yo no la recuerdo feliz. Tal vez cuando fueron naciendo los nietos ella tuvo alguna felicidad. Así que nosotros venimos de sobrevivir a mamá y papá, y de sobrevivir esta guerra nuclear que había siempre adentro. Y la poesía para mí siempre ha sido mi válvula de escape, mi oxígeno, a través de todos estos años, desde el 1995 cuando publiqué mi primer libro”, se sincera la escritora quien en el 2016 publicó “Amanecida de dolores. Poemas para mi madre” (Puerto Rico: Lúdika / Isla Negra Editores 2016).
“Este libro en sí trata de la figura de la madre que es una figura importante, que está en nuestras venas. Uno dice no quiero ser ella, pero empieza a actuar como ella”, explica la entrevistada sobre su más reciente recopilación.
Por eso, Cruz Bernal escribe: “Todos los días quiero llamar a mi madre, pedirle que me acompañe a tomar un café, no soporto perder la noción del tiempo”.
Sin embargo, al final de día, su poesía es para todas.
“Escribo sin rostro, porque mi rostro es el rostro de todas”, esboza en el libro.
No hay nada que la motive más que la posibilidad de que cualquier mujer se vea reflejada en lo que escribe.
“La verdad es que cuando uno se sienta a escribir en la intimidad de su cuarto propio, como decía Virginia Wolf, uno no piensa en nadie, solo derramas lo que estás sintiendo. En el momento de editar vas limpiando un poco el texto. Y si alguien te lee y se identifica con esa lectura, y te lo dice, has logrado el cometido. Decía Octavio Paz que el poema es un lugar de encuentro del yo con el yo del otro y del inconsciente con el inconsciente del otro”, reflexiona.
“Yo escribo para esa mujer del futuro que sepan que tenemos que atrevernos, y que a lo mejor hay un precio a pagar que tiene que ver con la soledad”, puntualiza.
El dolor y el poema
“¿Hasta qué punto es necesario el dolor para poder crear arte?’’, pregunta El Diario.
A juicio de Cruz Bernal, quien también presidió el Grupo Puertas: Movimiento artístico-literario de fin de siglo, “el arte es una meditación profunda del dolor humano”.
En ese sentido, para la escritora, el dolor sirve para llevar el poema hacia su manifestación más trascendental.
“Mira ‘El Pensador’ de Rodin o la Puerta del Infierno, son rostros agónicos, son rostros que el mismo pensador está ahí pensando, triturándose el cerebro…Para mí la gran expresión del arte humano, del arte más importante -mira ‘El grito’ de Munch-, también, es el dolor. Cuando estamos fáciles, estamos disfrutando de esa felicidad…Yo casi siempre escribo desde el dolor; desde los abandonos que vivimos”, analiza.
El alcance de la poesía confesional
Para hacer de ese dolor belleza, Cruz Bernal usa la poesía confesional popularizada por poetas como Sylvia Plath, Anne Sexton y Robert Lowell, género que data del siglo 20 y que se centra en la exposición de los detalles más íntimos de la vida del poeta.
“Este es mi libro más confesional y crudo. Es una modalidad de escritura por ahí por el 59 y 60 con tres escritores fundamentales de Estados Unidos, Sylvia Plath, Anne Sexton, Robert Lowell, los tres suicidas”, expone.
“Es una modalidad de escritura del sujeto en crisis, pero la escritura debe tener un balance estético y debe crear belleza, porque un poema confesional malo, es muy malo. Así que esto requiere de mucho trabajo, muchas horas”, advierte.
Cruz Bernal está convencida que desbordarse sin censura es la única manera auténtica de hacer arte.
“El escritor que tenga censura, sobre todo la censura propia, no debe de escribir. Debe irse a cocinar o a coser o a hacer otra cosa, porque el escritor no puede tener censura porque se le nota…Si no puedes sentirte libre para escribir lo que tengas que escribir, y estás pensando, ‘esto lo puede leer mi esposo o mi hijo…’, para eso no escribas. En eso yo soy bastante severa”, sentencia.
“¿La poesía es entonces la que salva?; ¿dónde está la esperanza?”, cuestionamos.
“¿Dónde está la esperanza?”, se pregunta ella también. Tras mirar hacia una esquina contesta: “En alguna rendija dentro de los poemas, por ahí tiene que estar”.
A Cruz Bernal, la poesía la salva, aunque a veces le pide un receso, y así lo consigna en el último verso de “Esta manera de volar en globo”: “Poesía, déjame en paz”.
El evento de mañana sábado está auspiciado por La Casa de la Herencia Cultural Puertorriqueña, en colaboración con las escritoras Myrna Nieves y Yarisa Colón Torres. Nieves será quien presentará el libro.
El lanzamiento del libro en el teatro Black Box de El Barrio’s Artspace PS 109, será de 6 p.m. a 8 p.m. El evento es gratuito. El Barrio’s Artspace PS 109 está localizado en el 215 East 99 Street, entre la Segunda y Tercera avenidas en Manhattan. El Consejo de la Ciudad de Nueva York y su vicepresidenta Diana Ayala, así como el Departamento de Juventud y Desarrollo Comunitario (DYCD) también colaboraron para la realización del evento.
Más sobre la poeta
Estudió un B.A. en Psicología en Loyola University, New Orleáns (1983), y una Maestría en Escritura Creativa, en Vermont College, Norwich University (1994). Otros de los libros publicados por Cruz Bernal son: On Her Face the Light of La Luna, (1997), Soy dos mujeres en silencio que te miran (1998), Ejército de rosas, antología de 57 poetas puertorriqueñas vivas (compiladora, 2011), Cielopájaro nuestro (2012), La Hija Hereje (2019) y Pequeños Monstruos del submundo (2022). Su trabajo ha sido traducido a varios idiomas, incluyendo macedonio, árabe, inglés, alemán, portugués, italiano y francés.
La entrevistada fue presidenta de los Encuentros Internacionales de Escritoras, movimiento itinerante entre continentes. Es miembro honorario del Círculo de Escritores de Venezuela, y mantiene alianzas con la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) y la Sociedad de Escritores de Chile (SECH). Es Integrante del Movimiento Poetas del Caribe: Unidos por la paz (Barranquilla, Colombia).
Cruz-Bernal además presidió el V Encuentro Internacional de Escritoras en Puerto Rico, evento realizado en 2003 donde más de 300 escritoras firmaron un manifiesto por la paz, el 3 de mayo de 2003, cuando la Marina de Guerra de los Estados Unidos salió de la isla de Vieques.