Bodeguero dominicano eximido de homicidio se perdió la visita de Trump porque se fue de Nueva York por la violencia
José Alba, eximido de homicidio durante un incidente en su bodega en 2022, era el objetivo de la visita que Trump hizo a Harlem, pero el dominicano se lo perdió porque estaba "incomunicado" en su país. "No es partidista, simplemente es alguien que cree en la ley y el orden”, dijo su abogado
José Alba, eximido de homicidio durante un incidente en su bodega en 2022, era el objetivo de la visita que el ex mandatario Donald Trump hizo el martes a Harlem, pero el dominicano se lo perdió porque estaba “incomunicado” en su país y no logró llegar a tiempo.
Según su abogado Richard Cardinale, Alba no es pro Trump. “José quería venir pero no pudo conseguir un vuelo a tiempo (…) Él no es una persona política. No es partidista, simplemente es alguien que cree en la ley y el orden”.
Francisco Marte, fundador de la Bodega and Small Business Association (Asociación de Bodegas y Pequeñas Empresas), agregó que estuvo en contacto con Alba (64) la semana pasada sobre la visita de Trump, pero que no pudo comunicarse con él porque a veces está en lo profundo del campo en su país con un servicio telefónico deficiente. “Le dije [a Alba] que sería bueno [la visita de Trump] porque es lo que estamos haciendo, luchando y pidiendo por la seguridad pública”, comentó Marte.
Alba fue arrestado en julio de 2022 por el apuñalamiento fatal de Austin Simon (35) en una discusión por el pago de una bolsa de papas fritas. Lo absolvieron días después cuando se determinó que había actuado “en defensa propia”, en medio de una polémica por la inseguridad en las bodegas de la ciudad.
Después de ese dramático incidente en el que él también resultó herido, Alba decidió irse de Nueva York y mudarse de vuelta a República Dominicana. La bodega ubicada en Broadway cerca de W. 139th St. solía llamarse “Blue Moon Convenient Store”, pero ahora tiene un nuevo nombre (Sanaa) y dueño (Maad Ahmed).
Allí estuvo Trump el martes, asegurando que Nueva York necesita regresar a los días de “la ley y el orden” y apoyando la idea de que los bodegueros se armen para enfrentar el crimen.
Al salir de la bodega el líder republicano nativo de Queens (NYC) respondió un par de preguntas a El Diario NY sobre cómo manejaría la crisis migratoria actual y si en un eventual segundo gobierno estaría dispuesto a promover una reforma migratoria para legalizar a millones de inmigrantes sin papeles. “La respuesta no fue nada alentadora”, comentó el reportero Edwin Martínez.
“Ahora tenemos que lidiar con los criminales, porque mucha de la gente que viene al país son criminales y pacientes mentales. Tenemos que sacarlos de aquí, y mandarlos de regreso. Vamos a tener la deportación masiva más grande en la historia de nuestro país. Nueva York necesita eso, los afroamericanos, los hispanosamericanos los asiáticoamericanos, todos están perdiendo. Los sindicatos están perdiendo”, afirmó el polémico ex mandatario.
En particular el interior y los alrededores de las bodegas de NYC son con frecuencia escenas de crímenes, tanto robos como homicidios.
Desde la pandemia muchos dueños han optado por reducir los horarios y colocar la mercancía bajo llave ante el alza en los robos en tiendas, farmacias y bodegas. También muchos negocios minoristas han cerrado en los últimos años alrededor del país por ese motivo, dejando a miles de personas sin empleo y comunidades desasistidas, creando los llamados “desiertos de alimentos” (food deserts), es decir, zonas donde es difícil conseguir alimentos frescos asequibles o de buena calidad.
Los hurtos en las tiendas minoristas de la ciudad de Nueva York subieron un alarmante 81% durante el primer trimestre de 2023, en muchos casos con violencia. Así lo denunció en mayo el grupo Acción Colectiva para Proteger Nuestras Tiendas (Collective Action to Protect Our Stores, CAPS-NY) que representa a 5,000 establecimientos, incluidos supermercados y bodegas, volviendo a exigir que los congresistas estatales aprueben leyes contra el hurto en las tiendas. Piden, entre otras cosas, el encarcelamiento de los ladrones que atacan a los trabajadores.
En una encuesta divulgada el mes pasado apenas 30% de los residentes calificaron positivamente la calidad de vida en NYC y sólo la mitad dijo planea quedarse viviendo aquí durante los próximos años.