Doble problema para Nueva York: se hunde y el nivel del agua aumenta
Estudios científicos advierten sobre las consecuencias de la construcción de más de 1 millón de edificios
La ciudad de Nueva York enfrenta un hundimiento gradual, según un estudio publicado en Advancing Earth and Spaces Sciences, con una tasa estimada de 1 a 2 milímetros. Aunque este fenómeno no representa un riesgo inmediato, es crucial abordarlo. Considerando el aumento del nivel del mar debido al cambio climático, surge la preocupación de que estos dos problemas combinados puedan generar inundaciones más severas en el futuro. Además, la ciudad se volverá más susceptible al impacto de fenómenos naturales.
De acuerdo con datos recopilados por la BBC, una de las causas de este hundimiento es una característica que hace única a Nueva York: sus grandes rascacielos. Solo el concreto, acero y vidrio de las construcciones representan un peso de 762 millones de toneladas (1.68 trillones de libras), de acuerdo con datos del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés).
Nueva York cuenta con 1.084.954 de edificios en sus 777 kilómetros cuadrados. Es rica en diversidad cultural, parques y es famosa por su arquitectura, además registra una población de más de 8 millones de personas.
Pensar en un hundimiento de un milímetro por año parece una cifra pequeña, pero es lo suficientemente acelerado como para amenazar la infraestructura, los cultivos y los humedales. Así lo concluyó una investigación reciente basada en el Laboratorio de Observación de la Tierra e Innovación de Virginia Tech, que tomó en cuenta la Costa Este y reseñó que el hundimiento también ocurre en otras áreas costeras como Baltimore, en Maryland, y Norfolk, en Virginia
En ese estudio, publicado inicialmente en PNAS Nexus y reseñado por CBS News, se utilizó información proveniente de satélites y sensores gps. Se confirmó que entre 2007 y 2020 el área bajo infraestructuras de las ciudades mencionadas se hundió de 1 a 2 milímetros por año en promedio.
El área alrededor y dentro de la ciudad de Nueva York también se hunde por un segundo motivo: la superficie tiene un movimiento continuo (de sube y baja) que se registra debido a la desaparición de los glaciares cuyo peso soportó en la última edad de hielo, hace unos 16,000 años.
Aunque estos enormes bloques de hielo desaparecieron, los efectos sobre la tierra permanecen. Ese movimiento continuo en el terreno se conoce como ajuste isostático glacial, de acuerdo con el Servicio Oceánico Nacional, y ocurre en la región del Atlántico Medio.
Leonard Ohenhen, geofísico de Virginia Tech, afirmó que el hundimiento de la tierra es gravemente perjudicial y, a su juicio, se ha pasado por alto. Los expertos advierten sobre daños a las viviendas, infiltración de agua salada en granjas y cuerpos de agua dulce.
Una investigación previa y global de cuatro científicos del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, sigla en inglés) halló que la tierra se hunde más rápido de lo que sube el nivel del mar en muchas ciudades costeras, no sólo en EE. UU. sino también en otras partes del mundo.
En el caso de gran parte de la ciudad de Nueva York ese hundimiento puede llegar hasta los 4 milímetros por año. Además, se prevé que el nivel del mar suba entre 8 y 30 pulgadas para el año 2050, según el estudio que fue liderado por el geofísico investigador Tom Parsons junto con Pei-Chin Wu, Meng (Matt) Wei y Steven D’Hondt, expertos en Oceanografía de la Universidad de Rhode Island.
“La combinación de hundimiento tectónico y antropogénico, aumento del nivel del mar y creciente intensidad de los huracanes implica un problema cada vez más acelerado en las zonas costeras y ribereñas. La exposición repetida de los cimientos de los edificios al agua salada puede corroer el acero de refuerzo y debilitar químicamente el hormigón, provocando un debilitamiento estructural”, advirtieron los expertos.
Un reporte de BBC Mundo refiere que las posibles soluciones cambian según las causas locales del hundimiento. Una propuesta puede ser frenar las nuevas construcciones. Además, verificar que los edificios más grandes se ubiquen sobre una base rocosa más sólida podría ayudar a reducir el hundimiento.
En algunas áreas otra respuesta puede ser disminuir la extracción de aguas subterráneas y la explotación de acuíferos subterráneos: algo que más bien aumenta con el incremento de la urbanización. Es clave saber cómo satisfacer las necesidades de agua de forma sostenible. En ciudades como Tokio, por ejemplo, también han tenido un enfoque de construir estructuras físicas, entre ellas diques de concreto, malecones, estaciones de bombeo de agua y compuertas de inundaciones.