“¡Dios es grande!”, dijo Rubén Gutiérrez, tras suspensión de su ejecución 20 minutos antes de la inyección letal
El reo ya se encontraba en una celda para entrar al lugar donde recibiría la inyección letal, cuando fue notificado que la Corte Suprema había concedido la suspensión de la ejecución
“¡Dios es grande!”, fueron las palabras que dijo Rubén Gutiérrez, quien ya estaba listo para su ejecución tras ser declarado culpable de asesinato capital por la muerte a puñaladas en 1998 de Escolastica Harrison. La Corte Suprema de Estados Unidos concedió la suspensión, 20 minutos antes de la inyección letal.
La ejecución de Rubén Gutiérrez, de 47 años, por inyección letal estaba programada para el martes 16 de julio a las 6:00 de la tarde en el Centro Penitenciario de Huntsville, en Texas. Horas previas a la ejecución, el reo estuvo con su esposa, Ángela Gutiérrez, un consejero espiritual y su abogado, hasta que fue trasladado a una celda de detención.
25 años en el corredor de la muerte
Pero 20 minutos antes de que lo llevaran a la cámara de ejecución cercana, el director de la prisión le dijo a Gutiérrez que la Corte Suprema del quinto circuito le había concedido una suspensión de la ejecución, después de estar 25 años en el corredor de la muerte.
“¡Dios es grande! No me esperaba esto”, dijo Gutiérrez al momento de ser informado sobre la decisión de la Corte Suprema.
Medida poco frecuente
La concesión de indultos de última hora a los presos condenados a muerte ha sido una medida poco frecuente por parte de la Corte Suprema, y la mayoría de los jueces han expresado escepticismo e incluso hostilidad ante tales solicitudes, informó la agencia The Associated Press.
La familia de Escolastica Harrison no quisieron dar ninguna declaración después de enterarse del fallo de la Corte, pues en el 2020, Gutiérrez recibió una suspensión similar en el último momento.
¿Qué sucedió?
El caso es de 1998, cuando Rubén Gutiérrez, que tenía 21 años, junto con René García y Pedro Gazca entraron en la oficina de la casa de Escolastica Harrison, mujer hispana de 85 años, con la intención de robarle el dinero que guardaba en una caja fuerte.
La víctima fue golpeada repetidamente y apuñalada varias veces en la cabeza, lo que le causó la muerte. Gutiérrez y los dos coacusados huyeron del lugar con $56,000 dólares, según la ficha de la prisión. En 1999, un jurado declaró a Rubén Gutiérrez culpable de asesinato y lo condenó a muerte.
Intentaron demostrar que no la mató
Durante 10 años, Gutiérrez estuvo solicitando pruebas de ADN que le ayudarían a demostrar que no tuvo ningún papel en la muerte de la mujer. Sus abogados en varias ocasiones demostraron que no hay pruebas físicas ni forenses que lo relacionen con el asesinato de la anciana.
Ninguno de los argumentos presentados por sus abogados funcionó, ya que había una confesión en la que admitía haber planeado el robo, informó AP.
Gutiérrez fue condenado bajo la ley de partes de Texas, que dice que una persona puede ser considerada responsable por las acciones de otros si ayudan o alientan la comisión de un delito.
“El hecho de que el tribunal haya intervenido y detenido esta ejecución nos dará la oportunidad de intentar convencer a otros actores del estado para que nos permitan realizar las pruebas que hemos estado pidiendo desde siempre”, dijo a la agencia AP, Shawn Nolan, abogado de Gutiérrez.
El abogado Nolan dijo que este tipo de demoras en las ejecuciones por parte de la Corte Suprema son poco comunes.
Creen que Gutiérrez es inocente
Grupo de activistas de “Abolición de la pena de muerte”, estuvieron presentes fuera de la prisión para intentar que Rubén no fuera ejecutado, ya que lo consideran inocente.
Gloria Raubac, “muchas veces gente inocente son ejecutados, pero la mayoría de las personas que están con pena de muerte son gente de color, afroamericano, latinos”, dijo a Telemundo, la mujer que viajó desde Houston.
Sigue leyendo: