Aprobar la reforma migratoria: llamado esperanzador desde NY tras Convención Demócrata
Luego de la cita política en Chicago, líderes y defensores de la comunidad inmigrante e exigen a los demócratas que si continúan en el poder, no den más largas
El jueves, luego de cuatro días de discursos, aplausos, bailes, vítores, sonrisas, palabras fuertes, advertencias, música, y un llamado a que la Presidencia de Estados Unidos no regrese a manos de los republicanos, la Convención Demócrata bajó el telón.
En la cita, realizada en Chicago, los demócratas oficializaron el nombramiento de Kamala Harris como la candidata que se enfrentará en los comicios de noviembre próximo contra Donald Trump, y en Nueva York arreció el llamado urgente al partido de los valores liberales, a que no den más largas, y de seguir en el poder, aprueben una reforma migratoria en el próximo cuatrienio.
Así lo dejaron ver líderes comunitarios, defensores, voceros de grupos proinmigrantes, activistas y representantes de organizaciones laborales, quienes coincidieron en que a pesar de que los demócratas están más alineados en defensa de los intereses de la clase obrera y de las familias de bajos y medianos recursos, no han hecho la tarea de resolver la crisis migratoria. El consenso es que urgen modificaciones urgentes en las leyes migratorias para que millones de personas que aportan a la economía y a la sociedad, tengan vidas dignas y salgan de las sombras.
Aunque existen las esperanzas de que un eventual gobierno manejado por Harris, pueda llevar a mejor puerto lo que las administraciones de Barack Obama y Joe Biden no lograron en materia migratoria, los líderes neoyorquinos afirman que eso no garantiza que se pase al plano real y advierten que deberán seguir dando la pelea desde diferentes organizaciones y estamentos. La meta no solo es lograr que el liderazgo demócrata se comprometa con la reforma pasando de las palabras a los hechos, sino que reconocen que urge que en los comicios de noviembre se logre la mayoría en el Senado y la Cámara de Representantes para poder mover de manera positiva proyectos que se impulsen en el terreno legislativo.
Douglas Rivlin, director sénior de comunicaciones de la organización America’s Voice Education Fund, destacó que luego de la pandemia del COVID deben reconocerse los aportes que los inmigrantes han hecho a la economía del país, y desde las altas esferas de gobierno el norte debe ser apoyo a reformas y no a planes y amenazas masivas de deportación, lo que no solo destruiría a familias sino también a muchos sectores que dependen del trabajo y el gasto de migrantes. Mientras aboga por una legalización de los millones de indocumentados, también apoya que se maneje una frontera ordenada y controlada.
“Los demócratas están presentando una visión muy diferente de Estados Unidos, como lo subrayan los carteles con la palabra USA que sostienen los asistentes a la Convención Demócrata. Y desde la fórmula Harris/Walz hasta la plataforma del DNC y los candidatos de las primarias en todo el país, los demócratas se sienten cada vez más cómodos con la forma de abordar las cuestiones de inmigración y establecen fuertes contrastes con la oscura y dañina visión del Partido Republicano”, manifestó Rivlin.
“Los datos y las proyecciones lo dejan muy claro: además del enorme costo humano que supondría para las comunidades, la deportación masiva sería catastrófica para la economía estadounidense. Los trabajadores nativos sin vínculos con los inmigrantes y la inmigración perderán sus empleos si se ponen en práctica estos planes”, agregó. “Las industrias clave se enfrentarían a una escasez irreversible de mano de obra y provocarían reacciones en cadena en todos los sectores comerciales. Si la separación masiva de familias y el encarcelamiento no son razones suficientes para preocuparse, el riesgo de acelerar la inflación y sumir al país en un caos económico no visto en generaciones debería convencer a los responsables políticos de abandonar la noción de la deportación masiva”.
En su discurso de apertura en la Convención Demócrata, el presidente Biden, quien en su gobierno intentó promover una reforma migratoria que se ahogó en el Senado debido a la falta de apoyo mayoritario de su propio partido, dejó ver que los líderes de su filiación política siguen dispuestos a luchar por los inmigrantes. Incluso resaltó que tanto él como la hoy candidata a la Presidencia están comprometidos en buscar alivio migratorio permanente para los llamados soñadores, quienes llegaron sin papeles al país o se quedaron siendo menores de edad, y hoy están protegidos con DACA.
“A diferencia de Trump, no demonizaremos a los inmigrantes, diciendo que ellos envenenan la sangre de Estados Unidos y que envenenan la sangre de nuestro país’. Kamala y yo estamos comprometidos a fortalecer la inmigración legal, incluida la protección de los DREAMers (soñadores) y más”, fueron las palabras del actual mandatario, que hace que la esperanza de una eventual reforma en un nuevo gobierno demócrata no se borre.
Ana María Archila, copresidenta del Partido de las Familias Trabajadoras de Nueva York, reiteró el mensaje a los demócratas para que cumplan su promesa de ayudar a los inmigrantes y aunque se mostró esperanzada de que en un eventual mandato de Kamala Harris, la reforma migratoria pudiera ver la luz. Sin embargo, destacó que al mismo tiempo, el otro reto es poner a más legisladores demócratas en las curules legislativas federales para que puedan mover proyectos de ley que otorguen alivios y un camino a la legalización, al igual que promover cambios al sistema actual de inmigración que facilite los caminos a futuros inmigrantes.
“La reforma migratoria es la política pública más urgente que necesita el país, no solo para manejar mejor la inmigración de hoy y legalizar a los inmigrantes que llevan años aquí y a los que vienen en busca de una vida mejor y de mayor libertad sino también para manejar mejor la inmigración del mañana. Nuestro llamado ha sido claro en que debemos avanzar hacia esa dirección”, comentó la líder neoyorquina, quien instó a los demócratas a ponerse a tono de manera unificada con el mismo mensaje y evitar que algunos miembros del partido señalen a los migrantes como causantes de problemáticas de las que no tienen responsabilidad.
“Hay que aprobar la reforma moratoria y hay que hacerlo pronto, y para eso, además de lograr que Kamala Harris sea la próxima presidenta, hay que asegurar que se logren las mayorías en el Congreso y el Senado para sacar esos proyectos adelante que tanta falta le hace a nuestras comunidades inmigrantes y a la clase trabajadora”, recalcó Archila.
Inmigrantes sin papeles exigen que se promueva una reforma migratoria urgente. Foto Edwin Martínez
Yesenia Mata, directora de la organización La Colmena de Nueva York, que vela por los derechos de los inmigrantes, manifestó que pese al ambiente esperanzador que pueda surgir tras las elecciones de noviembre, independientemente de quien suma el poder, es indispensable que las comunidades no se duerman en los laureles y sigan movilizándose para exigir una reforma migratoria.
“Instó a la comunidad a que no dejen de presionar por una reforma migratoria. Es importante que sigamos en guardia ante quien ocupe el cargo. Todavía tenemos personas, incluidos algunos miembros de mi familia, que han estado aquí durante años, han contribuido a los impuestos y todavía no han tenido un camino hacia la ciudadanía”, dijo la activista. “Aún queda mucho trabajo por delante”.
Murad Awawdeh, presidente y director ejecutivo de la organización NYIC Action, hermana de la Coalición de Inmigración de Nueva York, también dejó ver su esperanza de que un proyecto de ley a favor de la legalización de inmigrantes indocumentados pueda ver la luz, pero instó a la candidata demócrata a la Presidencia, a que, de ganar, luche por ese compromiso hasta que se haga realidad.
“Han pasado casi 40 años desde que Estados Unidos aprobó alguna ley de reforma de inmigración significativa. Ahora recaerá sobre nuestro próximo presidente la responsabilidad de abordar con urgencia nuestro sistema de inmigración quebrado”, dijo el defensor.
Awawdeh señaló que urge ampliar las vías de inmigración seguras y legales y promover una gestión eficaz y humana de las fronteras con un liderazgo audaz que priorice la dignidad y los derechos de todas las personas que llegan a Estados Unidos a hacer sus vidas. También alertó a los demócratas y les dijo que si no se comprometen son ese plan, su futuro en la Casa Blanca pudiera estar nublado.
“Una gran mayoría de estadounidenses reconoce la importancia de los inmigrantes, y el 73% apoya una reforma migratoria integral. Los demócratas no ganarán si intentan ser Trump en materia de inmigración. Tendrán éxito si ofrecen soluciones genuinas y humanas para los residentes de largo plazo y los recién llegados“, comentó el líder comunitario de la Gran Manzana.
“Debemos llevar nuestro sistema de inmigración a una nueva era que impulse a nuestra nación hacia el futuro y, al mismo tiempo, reafirme nuestros valores fundamentales como una nación diversa, compasiva y acogedora”, concluyó el activista.
Theo Oshiro, director de la organización Make the Road Action, destacó que Harris es la opción indicada para liderar los destinos del país, en momentos en que varios aspectos están en riesgo, entre ellos el de inmigración, del que dijo harán que cuando la Vicepresidenta asuma el poder, cumpla con una reforma.
“Ante este ataque a la libertad, la igualdad y la dignidad, la vicepresidenta Kamala Harris es la opción clara para los votantes en noviembre. Estas elecciones se tratan de nuestra visión colectiva de lo que este país puede llegar a ser”, dijo el organizador comunitario.”Estamos trabajando por un futuro en el que todas las personas tengan la libertad de permanecer con sus seres queridos, la libertad de transformar sus vidas y la libertad de prosperar. Esa visión solo es posible bajo la presidencia de Harris. Lucharemos para asegurarnos de que sea elegida y la haremos responsable de cumplir con las promesas que haga a las comunidades inmigrantes y de clase trabajadora”.
Solorio García, quien vive en Nueva York hace 16 años sin papeles, manifestó su esperanza de que si Kamala Harris maneja la Casa Blanca, habrá más opciones de que una reforma migratoria llegue a buen puerto, pero agregó que el camino será largo.
“Ojalá que gane Kamala y ojalá que estando en el Gobierno empuje una reforma migratoria pronta para que millones de inmigrantes como yo, que servimos a este país y pagamos impuestos, podamos dejar el miedo de ser deportados y vivir vidas tranquilas”, dijo el guatemalteco. “Pero no podemos cantar victoria antes tiempo, porque el que ella gane no es garantía de nada. Se necesita que ella promueva el tema pero ante todo, que el Congreso apruebe la ley, así que por ahora solo queda rezar mucho”.