Hijos de inmigrantes en Florida se benefician de la educación católica

El Centro La Salle acaba de inaugurar la primera escuela K-4 para niños en Homestead

Los pequeños de la escuela K-4 del Centro La Salle en Homestead, Florida. /Brenda Blanton Cortesía Centro La Salle

Los pequeños de la escuela K-4 del Centro La Salle en Homestead, Florida. /Brenda Blanton Cortesía Centro La Salle Crédito: Cortesía

Uno a uno van llegando muy temprano desde las 7 de la mañana y a pleno sol decenas de niños al Centro Educativo La Salle en Homestead, Florida.

Luego de participar durante dos meses en el programa de campamento de verano, casi 30 pequeños entre las edades de cinco a diez años iniciaron desde esta semana el nuevo periodo escolar de Florida en un punto donde la mayoría de los padres de familia trabajan en la agricultura.

La semilla sembrada por San Juan Bautista de La Salle, fundador de las escuelas de los hermanos cristianos hace tres siglos en Francia, aún sigue germinando y reverdece en Homestead, lugar donde de acuerdo a Data USA, el 65.8% de la población es hispana.

Este acogedor lugar académico, ubicado a 15 minutos de la zona urbana entre los Everglades y el parque nacional Biscayne, atiende a familias inmigrantes que trabajan en los campos agrícolas del sur del condado de Miami-Dade.

Moldear el futuro

El Centro Educativo La Salle, en Homestead, es una escuela católica que atiende principalmente a familias de bajos ingresos en la comunidad de South Dade. Brindan una educación de primer nivel enfocada en la formación intelectual, espiritual y humana para desarrollar las habilidades de liderazgo, la destreza académica y la fe de los estudiantes, capacitándolos para convertirse en personas íntegras, romper el ciclo de la pobreza y moldear sus propios futuros llenos de esperanza y prosperidad.

El centro recibe y cuida a los niños después de la escuela, así como en las vacaciones escolares del verano, ayudándoles con las tareas y proporcionando clases extracurriculares en arte, ciencia, informática e incluso costura. También brinda a los jóvenes oportunidades para practicar deportes, recibir formación vocacional e instrucción religiosa. La institución, creada en los años 70, va más allá de servir a los jóvenes al ofrecer a sus padres clases de instrucción en inglés, informática, crianza de hijos, salud y nutrición.

“Todo está muy bonito, el lunch es muy rico”, comenta Ethan, uno de los alumnos de siete años a quien le gusta leer y las matemáticas.

Más de 300 familias, la mayoría de origen mexicano, residen en la comunidad y se benefician tanto de la educación y de los diferentes programas sociales y culturales del centro La Salle. Muchos de los niños y jóvenes van a trabajar al campo con sus padres y no han tenido la experiencia de una completa educación porque piensan que tienen que ayudar a sus familias.

“Las necesidades de la comunidad han cambiado ya no son solo los adultos mexicanos o mexicanos-americanos quienes salían a trabajar, lo hacían también los niños, ahí es cuando el centro La Salle se creó para ayudarlos”, expresó Mónica Lauzurique, directora ejecutiva del centro.

Sin zapatos

Los estudiantes tienen que sacarse los zapatos al ingresar. /LFC ED
Crédito: Cortesía

El Hermano Peter, director del centro, no ha descuidado ningún detalle para renovar y acondicionar los dos salones de clases donde los niños ingresan descalzos a un mundo lleno de aprendizaje y aventura.

“La razón de no usar zapatos es crear un ambiente familiar, cómodo y que se sientan ellos como en casa y así sean libres como en su hogar. Yo considero que las instalaciones de la escuela son un lugar sagrado y es por esto que nos sacamos los zapatos al entrar”, mencionó el director del lugar, quien también se desempeña como maestro.

El Hermano Peter impartiendo las primeras clases en el centro La Salle. /LFC ED

El grupo de profesores integrado por el Hermano Peter, Brenda Blanton, Mauren Delgado y Adrián Cañarte, respaldados por el incansable trabajo de Mónica Lauzurique y el Hermano Joe como director administrativo, forman parte del equipo de trabajo y son la columna vertebral del centro lasallano contando además con el invalorable apoyo de muchos colaboradores. La escuelita imparte clases de computación, ciencia, arte, manualidades y música, entre otras.

“Estoy muy feliz por el progreso que ha hecho La Salle en estos tres años, es muy lindo ver como ha crecido el centro. La diferencia con las escuelas públicas es que siempre estamos a la orden para atender a los padres de los estudiantes. Los estudiantes están encantados porque pueden decir cuál lección no les gusta y así tener más tiempo para trabajar con ellos. Se puede ver la diferencia al ver a los niños apenas entran por la puerta siempre están animados para hacer las tareas. Muchos de los niños iban antes a una escuela pública y aquí se ve la diferencia”, expresó Mauren Delgado.

Cómo se mantiene el centro

Las clases de computación forma parte del programa de educación del centro. /LFC ED

La comunidad La Salle de Homestead denominada ‘Hermano James Miller’ –en honor al misionero lasallano quien en 1981 fue designado a Guatemala, al Colegio La Salle en Huehuetenango y fue asesinado por tres encapuchados el 13 de febrero de 1982–, se mantiene gracias a las Becas de Crédito Fiscal que ofrece el estado de Florida y que han significado un aumento de la educación católica en el estado del sol y a la invalorable generosidad de individuos y familias patrocinadoras.

“La escuela puede ofrecer una educación gratuita católica para todos sus estudiantes por las becas o ‘vouchers’ que ofrece el estado de Florida”, menciona el Hermano Peter, quien se mudó de Rhode Island a Florida hace dos años.

“Diferentes centros lasallanos han apoyado a la escuela, desde los muebles hasta las computadoras y otros donantes privados”, acota el Hermano Joe, director administrativo del centro. Además ex estudiantes cubanos quienes fueron exiliados en su niñez y juventud de las escuelas cristianas y continuaron su instrucción académica al llegar a Florida forman también parte de los benefactores del centro.

“Nuestra misión en el Centro Educativo La Salle es desarrollar las habilidades y el potencial únicos de cada niño ofreciendo un programa educativo enriquecido. Nos esforzamos por alcanzar la excelencia a través de un enfoque práctico. Las ricas tradiciones arraigadas en los Hermanos de La Salle forman ciudadanos solidarios, productivos e intelectualmente curiosos”, es el mensaje en el portal del Centro Educativo.

“Una de las vías para superarse es recibir una buena educación y los hermanos de La Salle son reconocidos por esto. Por centurias han dado una educación sólida especialmente a los más necesitados”, expresó el arzobispo de Miami, Thomas Wenski, quien bendijo las renovadas instalaciones previo al inicio de clases.

La escuelita tiene planes de expandirse para dar clases a estudiantes de K-12 y posiblemente sea inaugurada en agosto de 2025.

Programa de Farm Share

Todos los jueves en la tarde desde hace un año se ha implementado el programa ‘Farm Share’ en el cual decenas de miembros de la comunidad acuden al centro lasallano para recibir frutas y vegetales frescos, pan, comida enlatada, entre otros productos que son repartidos también por voluntarios de la comunidad.

Quienes desean apoyar al centro La Salle y a la educación de los pequeños pueden ingresar a: https://www.lasallehomestead.org/give/

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