window._taboola = window._taboola || []; var taboola_id = 'mycodeimpremedia-network'; _taboola.push({article:'auto'}); !function (e, f, u, i) { if (!document.getElementById(i)){ e.async = 1; e.src = u; e.id = i; f.parentNode.insertBefore(e, f); } }(document.createElement('script'), document.getElementsByTagName('script')[0], '//cdn.taboola.com/libtrc/'+ taboola_id +'/loader.js', 'tb_loader_script'); if(window.performance && typeof window.performance.mark == 'function') {window.performance.mark('tbl_ic');}

Columna de la Dra. Nancy Alvarez:¿Qué pasa con el hijo del medio?

Que ningún hijo suyo se sienta solo, y eso no solamente va con el del medio

Family,Protection.,Mom,And,Dad,Making,Roof,Of,Hands,Above

Crédito: Shutterstock

El hijo del medio es como el jamón y el queso del sándwich. Está entre uno mayor y otro pequeño. En el caso mío, éramos cinco hembras, y yo estaba en el medio. ¿Qué pasó? Confirmé que era el jamón del sándwich: muy chiquita para jugar con las grandes, y muy grande para jugar con las pequeñas.

Dicen que el niño del medio se siente abandonado, porque a los otros hermanos se les presta más atención, por ser los grandes o los más pequeños. Yo lo viví y es cierto. Lo sentí como abandono, porque nadie quería jugar conmigo.

Mi mamá siempre decía que éramos cinco. A ella no le gustaba que fuéramos a jugar fuera, sino entre nosotras. Pero yo no podía obligar a mis hermanas. Como consecuencia, pensé muchas veces que estaba loca, porque empecé a hablar con las paredes. No tenía con quién hacerlo.

Entonces, si usted ve a un niño hablando con las paredes y no parece psicótico, es porque se siente muy solo y tiene amigos imaginarios. Yo también me refugié en mi imaginación, y eso me ayudó a ser una artista. Entonces hacía veladas, me gustaba cantar, me disfrazaba, invitaba a mis hermanas a que vieran mi show. A eso sí iban todas. Así perdí el miedo a hacer las cosas en público.

Me convertí en cantante desde los 15 años, hasta hoy, y después quizá en una estrella de la televisión, porque aprendí desde pequeña. Es decir, le saqué provecho a la situación, pero sufrí y me sentí sola y abandonada. Además, se me hizo muy difícil crear lazos con mis hermanas. Todo me marcó mucho. Así se explica por qué siempre trato de hacer las cosas bien, destacarme y trabajar el arte y la creatividad.

Es difícil ser el hijo del medio. Aprenda a tenerlo en cuenta y no lo abandone. Que ningún hijo suyo se sienta solo, y eso no solamente va con el del medio. Mi hija hace algo muy inteligente. Cuando visita a una amiga que tuvo un hijo, se presenta con dos regalos. Uno quizás más pequeño para el primero y otro más grande para el acabó de nacer.

Dedíquele tiempo al que nació primero. Ayúdelo a acercarse a su hermanito, póngalo a darle la leche, a cargarlo, dígale que es responsable —junto con mamá— de cuidarlo. No le quite el trono al rey, enséñelo a aceptar que nació príncipe o princesa.

www.DraNancy.com

En esta nota

Dra. Nancy Alvarez Consejos de familia
Contenido Patrocinado