El FBI acusa al hombre que aventó una bomba en tribunal de California e hirió a cinco personas
Cuando los agentes lo arrestaron, el acusado gritó que "el gobierno me quitó mis armas y todos deben luchar, alzarse y rebelarse"
Nathaniel James McGuire, de 20 años, originario de Santa María, quien aventó una bomba en un tribunal federal de California, está acusado por parte del FBI de dañar maliciosamente un edificio por medio de un explosivo, además de herir a 5 personas.
El FBI y el Departamento de Justicia (DOJ) emitieron un comunicado para informar que Nathaniel McGuire, fue arrestado el miércoles 25 de septiembre poco después del ataque, y compareció el viernes 27 en el Tribunal de Distrito de Estados Unidos en el centro de Los Ángeles.
“Amenazan la seguridad de nuestras comunidades”
“El acusado se enfrentará a la justicia en un tribunal federal por el presunto ataque que hirió al menos a cinco personas y sembró el miedo en un tribunal del condado y en toda una comunidad”, dijo el Procurador General Merrick B. Garland.
“Los ataques a nuestras instituciones públicas y a nuestros servidores públicos amenazan la seguridad de nuestras comunidades y el propio Estado de derecho. El Departamento de Justicia no tolerará este tipo de ataques”, añadió.
Según una declaración jurada presentada junto con la denuncia, el 25 de septiembre, McGuire entró en un juzgado del Tribunal Superior del condado de Santa Bárbara y arrojó una bolsa al vestíbulo. La bolsa explotó y McGuire salió del juzgado a pie. La explosión hirió al menos a cinco personas que estaban presentes en el juzgado en ese momento.
Un arsenal en su automóvil
Poco después, McGuire fue detenido por agentes de la ley cuando intentaba acceder a un Ford Mustang rojo estacionado frente al edificio. McGuire supuestamente gritó que “el gobierno me quitó mis armas y todos deben luchar, alzarse y rebelarse”.
En el comunicado explicaron que en el interior del automóvil, un agente vio municiones, una pistola de bengalas y una caja de fuegos artificiales. Al revisarlo, se encontró una escopeta, un rifle, más municiones, una supuesta bomba y 10 cócteles molotov. Posteriormente, las fuerzas del orden aseguraron la bomba.
Durante una búsqueda en la residencia de McGuire, los oficiales encontraron una lata vacía con clavos pegados en el exterior, una bolsa de lona que contenía fósforos, pólvora negra, fuegos artificiales usados y sin usar y papeles que parecían ser recetas de material explosivo.
“La presunta mala conducta de este acusado fue escalofriante”, dijo el fiscal federal Martin Estrada para el Distrito Central de California.
Pudo haber causado una mayor destrucción
“No solo hirió a cinco personas y traumatizó a muchas más, sino que poseía un arsenal de armas que le habría permitido causar una destrucción aún mayor si no lo hubieran detenido. Los ataques a nuestros tribunales, a los agentes del orden y a otros servidores públicos son inaceptables, y es fundamental que quienes llevan a cabo tales agresiones sean procesados con todo el rigor de la ley”, subrayó.
Por su parte, el subdirector de la oficina de campo del FBI en Los Ángeles, Akil Davis, expresó: “La idea de hacer estallar intencionalmente un artefacto explosivo para causar daño y evitar la justicia en el proceso estremece la conciencia”.
“No se equivoquen, estamos comprometidos a hacer que McGuire rinda cuentas por este flagrante acto de violencia. Como siempre, alentamos al público a permanecer alerta y denunciar de inmediato las actividades sospechosas que podrían representar una amenaza para la seguridad pública”, indicó Davis.
De 7 hasta 40 años de prisión
El sheriff del condado de Santa Bárbara, Bill Brown, compartió que el sospechoso fue arrestado por un oficial de seguridad del tribunal, junto con un ayudante del sheriff, dos oficiales de la Patrulla de Carreteras de California y un investigador del fiscal de distrito. Además, dijo sentirse orgulloso de las acciones resueltas que evitaron más violencia.
El FBI agregó en el comunicado que si McGuire es declarado culpable, se enfrenta a una pena mínima obligatoria de 7 años de prisión y una pena máxima de 40 años de prisión.
Un juez de un tribunal federal de distrito determinará la sentencia después de considerar las Directrices de Sentencia de los Estados Unidos y otros factores legales. El FBI y la Oficina del Sheriff del Condado de Santa Bárbara están investigando el caso.
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