The Washington Post enfrenta consecuencias por no apoyar a Kamala Harris

The Washington Post atraviesa una agitación interna luego de que su propietario Jeff Bezos ordenara que el diario no respaldara la candidatura de Kamala Harris, la aspirante demócrata a la presidencia. Así lo reseña la agencia de noticias Efe, que destaca que la decisión causó la renuncia de dos altos cargos y la cancelación de 200,000 suscripciones.

El editor jefe, William Lewis, comunicó el viernes que el diario optaría por mantener una posición neutral, sin apoyar a Harris ni a su oponente republicano Donald Trump.

Fuentes del mismo medio, señala Efe, confirmaron que Bezos intervino directamente para frenar un editorial que ya estaba listo para publicarse en favor de Harris, lo que marca la primera vez en décadas que el diario no respalda al candidato demócrata.

Tradicionalmente, The Washington Post ha apoyado a candidatos demócratas, respaldando a Hillary Clinton en 2016 y a Joe Biden en 2020, ambos enfrentados a Trump. William Lewis afirmó que esta nueva postura responde al objetivo de reforzar la independencia editorial del periódico y retomar su línea de neutralidad política de los primeros años.

Desde que fue adquirido por Bezos en 2013, el diario ha tenido una postura crítica hacia Trump, con investigaciones y reportajes sobre sus controversias y su negativa a reconocer su derrota en 2020.

La decisión generó indignación. Robert Kagan, editor del Post, renunció porque ve el cambio como una capitulación prematura, seguido por la columnista Michele Norris, quien lo consideró un error terrible.

Un grupo de 18 columnistas publicó un artículo en protesta, mientras que Marty Baron, exdirector del diario, afirmó que la decisión es un acto de cobardía que perjudica a la democracia.

La reacción del público también ha sido contundente. NPR informó que más de 200,000 suscriptores digitales cancelaron sus suscripciones, lo que representa el 8% del total de suscriptores del medio.

Caroline Kitchener, periodista del Post, lamentó el impacto en sus colegas y dijo que las cancelaciones afectan a los reporteros, no al propietario. Otros miembros del diario, como el editor David Maraniss, describieron este episodio como uno de los más sombríos en la historia de la institución.

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