2024 podría convertirse en el año más caluroso jamás registrado

En un año que pasará a la historia como uno de los más alarmantes en cuanto a cambio climático, el 2024 está en camino de ser el año más cálido jamás registrado.

Según el observatorio europeo Copernicus, la temperatura media mundial ha alcanzado un aumento de 1,5 °C sobre los niveles de la era preindustrial, un umbral simbólico y preocupante establecido en el Acuerdo de París para evitar los peores efectos del cambio climático.

Samantha Burgess, subdirectora del Servicio de Cambio Climático (C3S) de Copernicus, advirtió que “ahora es casi seguro que 2024 será el año más cálido jamás registrado”. Este aumento promedio, que podría llegar hasta 1,55 °C, es un reflejo de la rápida intensificación de los efectos del cambio climático, exacerbados por factores como el fenómeno de “El Niño” y el constante aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero. Sin embargo, el Acuerdo de París planteó el objetivo de limitar el aumento a 1,5 °C como un promedio sostenido en el tiempo, por lo que los científicos indican que aún no se ha superado oficialmente este límite, el cual debe mantenerse durante 20 o 30 años para considerarse como el nuevo estándar climático.

La alerta global llega en un momento político tenso, con la próxima conferencia climática COP29 en Bakú, Azerbaiyán, programada para el 11 de noviembre de 2024. Esta cumbre representa una oportunidad crucial para que los países negocien nuevas metas y un acuerdo de financiamiento climático que permita a las naciones en desarrollo implementar medidas de mitigación y adaptación.

El contexto se complica tras la reciente victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, un líder que anteriormente ha mostrado escepticismo hacia el cambio climático, calificándolo incluso como una “farsa”. Esto podría poner en riesgo los avances alcanzados en acuerdos climáticos previos y limitar la ambición de futuras metas globales, dado que Estados Unidos es uno de los principales emisores de gases de efecto invernadero.

La falta de políticas eficaces a nivel global podría tener consecuencias devastadoras. De acuerdo con las proyecciones del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), si las políticas actuales permanecen sin cambios, el planeta experimentaría un aumento de temperatura de hasta 3,1 °C para finales de este siglo. Este escenario es calificado como “catastrófico” debido a su potencial para desencadenar fenómenos meteorológicos extremos que pondrían en riesgo millones de vidas, la biodiversidad y la infraestructura global.

Incluso si los países cumplen sus actuales promesas de reducción de emisiones, el aumento de temperatura alcanzaría 2,6 °C, una cifra que aún está muy por encima del límite seguro de 1,5 °C. Este incremento se asocia con eventos extremos de alta mortalidad, como las recientes inundaciones en el este de España, que han cobrado la vida de más de 200 personas. Los expertos han alertado que estos eventos serán cada vez más frecuentes e intensos debido al cambio climático.

Octubre de 2024: Un mes de récords climáticos

Copernicus también reportó que octubre de 2024 fue el segundo octubre más cálido jamás registrado, con una temperatura media de 15,25 °C, es decir, 1,65 °C por encima de la media de 1850-1900. Este dato refleja un periodo en el que la actividad humana aún no había impactado significativamente el clima, lo cual subraya cómo las acciones humanas han acelerado el calentamiento global.

Durante este mes, la agencia europea también observó condiciones climáticas extremas en diversas regiones del mundo. En Europa, las precipitaciones fueron superiores a la media, con un impacto notable en la Península Ibérica, el norte de Italia y Francia, zonas que experimentaron fuertes lluvias e inundaciones. A nivel global, otras áreas afectadas por un aumento en las lluvias incluyeron el sur y este de China, Taiwán, Florida, en donde el huracán Milton tocó tierra, partes del oeste de Australia y el extremo sur de Brasil.

Por otro lado, se registraron condiciones más secas en la mayor parte de EE.UU., las tierras bajas de Australia, gran parte del sur de África y en algunas regiones de Argentina y Chile, mostrando patrones climáticos cada vez más erráticos y extremos.

La disminución del hielo marino en el Ártico y la Antártida es otro indicador de las severas consecuencias del cambio climático. La extensión de hielo en el Ártico fue la cuarta más baja registrada para un mes de octubre, un 19 % por debajo de la media. En la Antártida, la extensión de hielo marino alcanzó su segundo nivel más bajo de octubre desde que se iniciaron los registros por satélite, un 8 % inferior a la media, continuando con la serie de anomalías negativas observadas desde 2023.

Con un 2024 que ha mostrado los impactos del cambio climático en su máxima expresión, la urgencia de medidas de reducción de emisiones y financiamiento climático es mayor que nunca. La COP29 en Bakú será un evento determinante para la acción climática global, y la expectativa es que los países logren compromisos significativos para evitar un escenario de desastres climáticos a nivel mundial.

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