Tiene una fortuna en bitcoins valuada en más de $200 millones, pero podría perderla por no recordar contraseña de USB

En una irónica y angustiante situación, un programador de origen alemán llamado Stefan Thomas se encuentra frente a una de las experiencias más extremas del mundo de las criptomonedas: posee una fortuna millonaria en bitcoins, pero no puede acceder a ella.

La razón es sencilla y cruel: ha olvidado la contraseña que desbloquearía el dispositivo de almacenamiento encriptado, llamado IronKey, donde se encuentra la clave de acceso a sus 7,002 bitcoins.

El IronKey de Thomas permanece oculto en un cajón, en un pequeño contenedor metálico, y su propietario sabe que solo le quedan 2 intentos más para desbloquearlo. Si falla nuevamente, el dispositivo se bloqueará permanentemente y perderá el acceso a su fortuna, un valor que hoy supera los $235 millones de dólares.

Una fortuna cautiva en el auge del Bitcoin

La historia de Thomas comenzó hace más de una década, en los primeros años de Bitcoin, cuando la criptomoneda era prácticamente desconocida y su valor estaba muy lejos del nivel actual. En 2011, cuando este hombre recibió sus bitcoins, cada unidad valía menos de $1. Sin embargo, el precio de esta criptomoneda ha experimentado una escalada impresionante en los últimos años, alcanzando cifras récord en 2024.

Este crecimiento vertiginoso de Bitcoin ha convertido a Thomas en un millonario en teoría, pero incapaz de acceder a su propio dinero. En 2021, su fortuna en bitcoins estaba valuada en aproximadamente $220 millones, y hoy, con Bitcoin rondando los $90,000, su tesoro podría valer alrededor de $235 millones. Mientras el valor del Bitcoin crece, también lo hace la presión y frustración de Thomas, al ver cómo su fortuna se vuelve inalcanzable.

La situación de Thomas subraya una de las características más distintivas y paradójicas del mundo de las criptomonedas: la autonomía total y la descentralización. Bitcoin, como sistema, otorga a sus usuarios libertad financiera y privacidad, pero también exige una responsabilidad total. En la mayoría de las plataformas, la pérdida de la clave significa una pérdida irrecuperable, ya que el sistema no permite intervención de terceros ni recuperación de contraseñas como en los bancos tradicionales.

En una entrevista con el New York Times, Stefan compartió su angustia: “Pasé horas en la cama pensando en ello, luego iba a la computadora con una nueva estrategia, pero no funcionaba y volvía a sentir la desesperación”. Después de años intentando recordar la contraseña, el programador aún se encuentra sin soluciones definitivas, con su IronKey en un estado crítico: solo quedan dos intentos antes de que el dispositivo se bloquee de forma irreversible.

Un problema compartido por muchos propietarios de bitcoins

Thomas no está solo en esta situación. La empresa de análisis de criptomonedas Chainalysis estima que aproximadamente el 20% de todos los bitcoins existentes están atrapados en carteras a las que sus dueños no pueden acceder. Esto equivale a unos de $140,000 millones en bitcoins “perdidos”. Empresas como Wallet Recovery Services, que se especializan en recuperar accesos a carteras digitales, han experimentado un incremento en las solicitudes de ayuda, recibiendo hasta 70 peticiones diarias de personas que, como Thomas, se enfrentan a un acceso bloqueado.

El caso de este programador ha generado discusión en la comunidad de criptomonedas, donde muchos usuarios defienden la filosofía de Bitcoin, mientras que otros cuestionan los riesgos de esta autonomía extrema. Aunque plataformas de custodia permiten hoy a muchos inversores almacenar sus criptomonedas de forma segura, esta opción también presenta riesgos, ya que varias plataformas han sido hackeadas, como ocurrió con el célebre caso de Mt. Gox, donde se perdieron cientos de millones de dólares en bitcoins.

A lo largo de los años, Thomas ha considerado distintas soluciones para recuperar su contraseña. En una entrevista reciente con la cadena CBC, explicó que algunos especialistas le han propuesto técnicas de recuperación complejas, como el uso de un microscopio electrónico de barrido. Este método consiste en desensamblar el chip del IronKey capa por capa y extraer los datos manualmente. Sin embargo, el proceso es altamente riesgoso y costoso, ya que una mínima alteración podría dañar el chip y destruir la información.

Recientemente, un grupo de hackers de la compañía Unciphered se acercó a Thomas, asegurando tener un método revolucionario para burlar el límite de intentos fallidos de dispositivos como el IronKey. No obstante, Thomas decidió rechazar la oferta. Según él, ya había firmado un acuerdo con otros equipos de expertos y prefirió darles la oportunidad de intentar el desbloqueo antes de probar con nuevos colaboradores.

Aunque él valora la libertad que representa Bitcoin, su experiencia le ha enseñado a ser cauteloso. “Es genial vivir en un país libre donde podemos elegir cómo mantener nuestros bitcoins, pero para la mayoría de las personas, quizás es mejor dejarlos en manos de expertos”, afirmó Thomas.

Mientras tanto, su fortuna sigue atrapada en ese pequeño dispositivo de alta seguridad, y el mundo cripto observa con expectación si algún día podrá recuperar lo que, en teoría, le pertenece.

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