Daniel Penny absuelto por la muerte de Jordan Neely en el metro de Nueva York
Un jurado de Manhattan dio el veredicto para Daniel Penny, absolviéndolo del cargo de homicidio por negligencia criminal por la muerte de Jordan Neely
Daniel Penny llega a la corte penal el lunes 9 de diciembre de 2024 en Nueva York. Crédito: Stefan Jeremiah | AP
Un veterano de la Marina de Estados Unidos que hizo uso de una llave de estrangulamiento contra un sujeto que perdió el control y amenazó a los pasajeros en el metro de Nueva York, fue absuelto este lunes por la muerte de Jordan Neely, algo que se convirtió en un enfoque para diferentes opiniones sobre la seguridad pública, el valor y el vigilantismo.
Un jurado de Manhattan ofreció la decisión final, absolviendo a Penny del cargo de homicidio por negligencia criminal por la muerte de Neely en 2023. Un cargo más grave de homicidio involuntario fue desestimado en las resoluciones previas porque el jurado no llegó a un acuerdo sobre ese cargo en cuestión.
Los dos cargos eran delitos graves y conllevaban la probabilidad de penas de cárcel.
Penny, de 26 años, tomó a Neely por el cuello por al menos seis minutos en un estrangulamiento que otros pasajeros filmaron parcialmente.
La defensa del ahora absuelto exmarine dijo que su cliente se estaba protegiendo a sí mismo y a otros pasajeros dentro del vagón, de un hombre inestable y con problemas de salud mental que hacía comentarios y gestos que ponían en riesgo a los demás.
Los abogados también cuestionaron la conclusión de un médico forense de la ciudad de que la llave de estrangulamiento hizo que Neely perdiera la vida.
Los fiscales expresaron que Penny reaccionó con demasiada fuerza ante alguien a quien percibía como un peligro, no como una persona.
El caso abrió muchas aristas en Estados Unidos, entre ellas el racismo, la política, la criminalidad, la vida urbana, las enfermedades de salud mental y la falta de vivienda. En este caso en particular, Neely era afroamericano y con problemas de salud mental y Penny es blanco.
En varias ocasiones se producían manifestaciones fuera de la corte, y políticos republicanos de alto perfil retrataban al exmarine como un héroe, mientras que los demócratas prominentes acudían al funeral de Neely.
Este veredicto coronó un juicio que tomó un giro inesperado el viernes pasado, cuando los jurados manifestaron que no pudieron llegar a ninguna decisión unánime sobre el cargo de homicidio involuntario.
Posteriormente, el juez lo desestimó a pedido de los mismos fiscales, algo poco común que la parte demandante haga en medio de un juicio.
Penny sirvió por cuatro años en la Infatería de Marina y después estudió arquitectura, informó AP News.
Mientras, que Neely, de 30 años, fue un artista de metro ocasional con una historia de vida trágica: su madre fue asesinada y metida en una maleta cuando apenas él era un adolescente.
Cuando era más joven, el hombre fallecido, realizó tributos a Michael Jackson (incluso hacía el moonwalking) en las calles y el metro de la Gran Manzana, lo que le trajo cierta reputación entre los seguidores del artista y los imitadores. No obstante, Neely tuvo problemas de salud mental a causa de la pérdida de su madre, cuyo novio fue sentenciado a prisión por asesinarla.
En este sentido, Neely fue hospitalizado por depresión a los 14 años y luego le diagnosticaron esquizofrenia, un mal que a veces le hacía alucinar y volverse paranoico, de acuerdo con los registros médicos que se observaron en el juicio.
Asimismo, Neely consumía el cannabinoide sintético K2 y se percató de que afectaba negativamente su pensamiento y comportamiento, de acuerdo con el registro del hospital del año 2019. La droga estaba en su organismo cuando murió.
Neely le comentó a un médico en 2017 que estar sin hogar, vivir en la pobreza y tener que “hurgar en la basura” para hallar algo de alimento lo hacían sentir tan inútil y desesperanzado que en algunos momentos tenía la idea de quitarse la vida, según documentos del hospital.
Unos seis años después, subió al metro de Manhattan el 1 de mayo de 2023, lanzó su chaqueta al suelo del tren y declaró que tenía hambre y sed, y que no le importaba si moría o iba a la cárcel, señalaron los testigos. Algunos de ellos le dijeron a los operadores de 911 que intentó atacar a la gente o dijo que le haría daño a los pasajeros y varios declararon que estaban nerviosos o directamente temían por sus vidas.
Sin embargo, Neely estaba desarmado, solo llevaba un panecillo en el bolsillo y no toco a ninguno de los presentes. Varios viajeros testificaron que ni siquiera se acercó a nadie. Pero una de las testigos dijo que hizo movimientos bruscos que la alertaron lo suficiente como para proteger a su hijo de cinco años de él.
Por su parte, Penny que iba de una clase en la universidad al gimnasio, se acercó a Neely por la parte posterior, lo tomó del cuello, lo tiró al suelo y lo “dejó inconsciente”, de acuerdo con lo que dijo la policía de Nueva York en la escena.
En el material audiovisual de otros pasajeros se mostraba que en un momento dado, en medio de la espera de aproximadamente seis minutos, Neely tocó la pierna de una de las personas y le hizo un gesto. En otro instante, Neely liberó un brazo, pero se quedó quieto casi un minuto antes de que el exmarine lo soltara.
“Se está muriendo”, manifestó un transeúnte que no estaba en la toma en el fondo de un video. “¡Déjenlo ir!”
Penny señaló a los investigadores que poco después del encuentro que Neely amenazó con matar a la gente y que la llave que le aplicó era un intento de “reducir la intensidad” de la situación hasta que se apersonara la policía. También dijo que se aferró a la fuerza luego de que el tren se detuviera porque no estaba seguro de que las puertas estuvieran abiertas y que Neely se retorcía de vez en cuando.
“No estaba tratando de lastimarlo. Solo estaba tratando de evitar que lastimara a alguien más. Está amenazando a la gente. Eso es lo que aprendemos en el Cuerpo de Marines”, manifestó Penny a los detectives, quienes le habían leído sus derechos.
Si bien el mismo Penny le indicó a las autoridades que había usado “un estrangulamiento” o una “llave de estrangulamiento”, uno de sus abogados, Steven Raiser, lo presentó como una llave de estrangulamiento enseñada por los marines “modificada como una simple restricción civil”. La defensa del veterano mantuvo que no aplicó consistentemente suficiente presión para matar a Neely, y trajeron a su propio patólogo forense al estrado para reforzar esta afirmación.
Contradiciendo la decisión del médico forense de la ciudad de Nueva York, el patólogo de la defensa expresó que Neely murió no por el estrangulamiento sino por los efectos combinados del K2, esquizofrenia, su lucha y restricción, y una condición sanguínea que puede llevar a complicaciones fatales durante el esfuerzo.
En este caso, Penny decidió no testificar, pero varios de sus familiares, amigos y compañeros marines sí lo hicieron y lo describieron como un hombre honrado, patriota y empático.
“Siempre fue una persona muy tranquila y de espíritu suave”, apuntó su hermana Jacqueline Penny a los jurados.
Los fiscales no acusaron a Penny de matar deliberadamente a Neely. El cargo de homicidio, que fue desestimado, requería probar que el acusado causó la muertes de otra persona de manera imprudente.
El homicidio por negligencia criminal implica participar en una “conducta reprochable” grave sin percibir tal peligro.
Mientras se desarrollaba el juicio penal, el padre de Neely presentó una demanda por homicidio culposo contra el veterano.
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