HRW ve el derrocamiento de Al Asad “oportunidad histórica” para la justicia en Siria

El gobierno de Bashar al Asad, quien estuvo en el poder durante 24 años, “cometió una serie de crímenes de guerra y violaciones a los derechos humanos”

Ciudadanos sirios ondean la bandera revolucionaria y gritan consignas mientras celebran el segundo día de la toma de la ciudad por parte de los insurgentes en Damasco.

Ciudadanos sirios ondean la bandera revolucionaria y gritan consignas mientras celebran el segundo día de la toma de la ciudad por parte de los insurgentes en Damasco. Crédito: Hussein Malla | AP

La organización Human Rights Watch (HRW) calificó el derrocamiento de Bachar al Asad como una “oportunidad histórica” para que Siria reconstruya su futuro sobre los pilares de la justicia y el respeto a los derechos humanos.

“La caída del gobierno de Bachar al Asad ofrece a los sirios una oportunidad sin precedentes para trazar un nuevo futuro basado en la justicia, la rendición de cuentas y el respeto de los derechos humanos”, señala Lama Fakih, directora para Oriente Medio de Human Rights Watch, en una publicación oficial de la organización.

Según la ONG con sede central en Nueva York, el gobierno de Al Asad, quien estuvo en el poder durante 24 años, “cometió una serie de crímenes de guerra y violaciones a los derechos humanos”, entre ellos detenciones arbitrarias, torturas, desapariciones forzadas y muertes bajo custodia.

HRW también acusa al régimen de Al Asad “del uso de armas químicas, la implementación de hambrunas como táctica de guerra y ataques deliberados contra civiles y bienes de carácter civil”.

Pedido a los rebeldes

En el comunicado oficial difundido el domingo en su página web, la organización también señaló que los grupos armados que lideraron la ofensiva, iniciada el pasado 27 de noviembre y que terminaron con la caída de Al Asad, “son responsables de abusos” contra los derechos humanos y crímenes de guerra.

Por tal motivo, Fakih hizo un llamado a quienes lideren el país en esta nueva etapa para que rompan con las prácticas de represión e impunidad del pasado y trabajen en la construcción de un sistema que respete los derechos humanos y la dignidad de todos los sirios.

Los grupos armados de oposición deben enviar un mensaje claro de que no se tolerarán ataques ilegales, incluidos aquellos dirigidos contra personas por supuestos vínculos con el gobierno anterior”, señala Fakih en el comunicado publicado por HRW.

“Es fundamental que se comprometan a garantizar el trato humano de todas las personas, incluidos exfuncionarios, soldados y leales al régimen derrocado”, puntualiza Fakih.

El régimen de la familia Al Asad, que gobernó el país árabe desde 1971, colapsó este domingo a manos de los insurgentes, la mayoría islamistas, liderados por el Organismo de Liberación del Levante (Hayat Tahrir al Sham o HTS, en árabe), que tomaron Damasco sin apenas resistencia tras 12 días de ofensiva.

Bachar al Asad huyó del país en un avión “especial”, según la ONG Observatorio Sirio de Derechos Humanos, y se desconoce su paradero, mientras que el Mando de Operaciones Militares de la coalición de grupos islamistas y proturcos responsable de su caída proclamaba Damasco “libre del tirano Bachar al Asad”.

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