¿Qué tan rápido van los cruceros? La velocidad máxima, de nudos a millas por hora

Las velocidades de los cruceros varían según su tamaño y tipo. Conoce cuál es el barco más rápido y cómo influye esto en el viaje

Cruceros

La velocidad de los cruceros no dependen de su tamaño. Crédito: Shutterstock

Aunque los cruceros son conocidos por su lujo y comodidad, hay un aspecto técnico que suele pasar desapercibido entre los viajeros: su velocidad.

Estos colosos del mar, descritos frecuentemente como “ciudades flotantes”, no están diseñados para ir rápido, sino para ofrecer una experiencia tranquila, segura y eficiente. Sin embargo, la velocidad de un crucero es un factor clave que influye en su itinerario, consumo de combustible, diseño y hasta en la experiencia a bordo.

Cruceros: Motores potentes para más que desplazarse

Los cruceros modernos están equipados con algunos de los motores más potentes disponibles en la industria naval. Estas máquinas no solo impulsan al barco a través del mar, sino que también generan la electricidad necesaria para operar restaurantes, teatros, piscinas, sistemas de ventilación y miles de camarotes.

Esto es especialmente importante considerando que un crucero puede durar desde un viaje corto de 2 días hasta travesías de más de 4 meses. En promedio, los cruceros permanecen en alta mar durante 12 días, lo que requiere un balance perfecto entre velocidad, autonomía y eficiencia energética.

La velocidad promedio de los cruceros modernos es de 20 nudos, lo que equivale a unos 37 km/h o 23 millas por hora. Aunque esta cifra puede parecer baja en comparación con otros medios de transporte, es suficiente para que un barco recorra hasta 480 millas náuticas (aproximadamente 890 km) en 24 horas.

El objetivo de estas velocidades no es llegar lo más rápido posible, sino asegurar que el viaje sea cómodo, estable y que se sigan los horarios establecidos en los itinerarios, que suelen incluir múltiples escalas en distintos puertos.

La velocidad puede variar dependiendo del tipo, tamaño y potencia del crucero. Los más pequeños pueden alcanzar apenas 15 nudos, mientras que los más veloces superan los 28.

El propósito de un crucero no es ofrecer un viaje en altamar rápido, sino más bien, con todo el confort del mundo. (Foto: Shutterstock)

Tipos de cruceros y sus velocidades

Los cruceros se clasifican generalmente por tamaño y capacidad de pasajeros. A continuación, analizamos algunos ejemplos destacados y sus velocidades promedio:

1) Cruceros pequeños. Estos barcos tienen la ventaja de acceder a puertos más pequeños y destinos menos turísticos. Un ejemplo es el Sea Breeze, de la empresa Windstar Cruises, que transporta hasta 312 pasajeros. Tiene 522 pies (159 metros) de eslora y 12,995 toneladas brutas. Su velocidad de crucero es de 15 nudos, ideal para rutas cortas y tranquilas.

2) Cruceros pequeños-medianos. En esta categoría encontramos el Seven Seas Explorer, de Regent Seven Seas Cruises. Este crucero transporta a 746 pasajeros, mide 734 pies (224 metros) y tiene 55,000 toneladas brutas. A pesar de ser más grande, puede navegar a 20.5 nudos, demostrando una mejora en diseño y potencia respecto a los barcos más pequeños.

3) Cruceros medianos. Los cruceros medianos pueden acomodar entre 1,500 y 2,500 pasajeros. Uno de los más representativos es el Celebrity Millennium, de Celebrity Cruises. Tiene capacidad para 2,218 personas, mide 965 pies (294 metros) y pesa 90,940 toneladas brutas. Su velocidad es de 24 nudos, lo que lo hace uno de los más rápidos en su clase.

4) Cruceros grandes. Los grandes cruceros superan las 100,000 toneladas brutas y pueden transportar a más de 3,000 pasajeros. El Crown Princess, de Princess Cruises, entra en esta categoría. Con 952 pies (290 metros) de largo y 113,561 toneladas, puede llevar a 3,080 pasajeros con una tripulación de 1,200 personas. A pesar de su tamaño, alcanza una velocidad constante de 22 nudos.

Una categoría especial y más reciente en la industria son los megacruceros, los barcos más grandes y avanzados jamás construidos. El más destacado es el Icon of the Seas, de Royal Caribbean, considerado actualmente el crucero más grande del mundo.

    Este titán mide 1,196 pies (364 metros), pesa 248,663 toneladas brutas y puede transportar a 5,610 pasajeros. Está propulsado por seis motores de gas natural licuado, que generan un total de 109,964 caballos de fuerza. A pesar de toda esta potencia, su velocidad de crucero es de 24 nudos.

    Esto demuestra que en el mundo de los cruceros, mayor tamaño no significa mayor velocidad. De hecho, muchos megacruceros mantienen velocidades similares a barcos más pequeños para garantizar el confort, estabilidad y eficiencia del combustible.

    El crucero más rápido del mundo

    Una excepción a esta tendencia es el Queen Mary 2, de Cunard Line. Este barco es considerado un híbrido entre crucero y transatlántico, ya que realiza rutas regulares entre Nueva York y Southampton.

    Con una longitud de 1,132 pies (345 metros) y un peso de 149,215 toneladas brutas, el Queen Mary 2 transporta a 2,691 pasajeros y cuenta con una tripulación de 1,173 personas. Su velocidad de crucero es de 28.5 nudos, pero puede alcanzar una velocidad máxima de 30 nudos (aproximadamente 55.5 km/h), lo que lo convierte en el crucero más rápido del mundo.

    Gracias a esta velocidad, puede completar el trayecto entre Estados Unidos e Inglaterra en solo 7 días.

    ¿Por qué importa la velocidad en un crucero?

    Aunque los pasajeros rara vez notan la velocidad del barco, esta influye directamente en aspectos esenciales del viaje:

    * Consumo de combustible: A mayor velocidad, mayor consumo, lo que incrementa costos y emisiones.

    * Confort a bordo: Velocidades elevadas generan más vibraciones y movimiento, algo indeseado para los viajeros.

    * Puntualidad en los itinerarios: Las velocidades están cuidadosamente calculadas para llegar a los puertos en horarios específicos.

    * Seguridad: Navegar a velocidades moderadas permite maniobrar mejor en condiciones adversas.

    La velocidad de un crucero es el resultado de una cuidadosa ingeniería pensada para equilibrar eficiencia, confort y funcionalidad. Aunque no sean los barcos más rápidos del mar, estos gigantes flotantes cumplen su propósito: ofrecer una experiencia placentera mientras recorren grandes distancias con seguridad y estilo.

    Así que la próxima vez que te embarques en uno, sabrás que cada nudo cuenta, aunque no lo notes.

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